ARTEMISA.-Aprender de las experiencias positivas, y trabajar sobre la base de las dificultades presentadas, han sido de los pasos a seguir por el Grupo Empresarial Artemisa (GEA), el cual surgió como parte del experimento emprendido en la provincia.
Actualmente, existe un crecimiento de la demanda de un grupo de servicios y productos en el territorio, muchos de los cuales los brindan entidades que, en su conjunto, integran el GEA.
En aras de conocer qué ha sucedido desde su constitución, nos aproximamos a algunas peculiaridades de su funcionamiento, los asuntos en los cuales requiere consolidar su accionar, cuánto ha alcanzado, y sus proyecciones.
La intención fue organizar en una primera etapa las empresas locales –tanto de nivel municipal como provincial–, en un grupo que las dirigiera. Posteriormente, se continuó estudiando su perfeccionamiento y el de las empresas que lo comprendían, con el propósito de lograr la reorganización, fusión o extinción de las que resultara necesario, para mejorar así la eficiencia, explica Danilo Pozo, el director adjunto.
UNA NECESARIA REORGANIZACIÓN
De esa manera se fueron dando los pasos iniciales. En los dos primeros años estaba conformado por 19 entidades, y para el 2013 se unieron las municipales de Comercio, y la de Servicios, a fin de crear la Empresa Provincial de Comercio, Gastronomía y Servicios. Se incorporó, además, la de Servicios Legales y se mantuvo el resto, reduciéndose la cifra a nueve.
Mientras, en el 2014 se sumaron otras cuatro (la de Mantenimiento Vial y Construcción, Servicios Técnicos del Arquitecto de la Comunidad, Acueducto y Alcantarillado, y Operaciones Logísticas).
«Desde entonces el GEA está compuesto por 13 empresas, y en este momento se le subordinan 104 unidades empresariales de base, que agrupan a más de 18 000 trabajadores», asevera Rodolfo Betancourt, su director, y agrega que la de Comercio, Gastronomía y Servicios, es la de mayor peso, y representa alrededor del 70 % de los resultados integrales.
ASUNTOS EN LOS CUALES TRABAJAR
Como parte de su desarrollo se han puesto de manifiesto algunos asuntos que requieren de atención. Betancourt señala que uno de los principales es que «al ser una provincia joven, no existe infraestructura en la capital; de modo que las empresas están dispersas en el territorio, lo cual incide en el funcionamiento».
Por otra parte, el grupo es muy heterogéneo. «Cada una tiene un objeto empresarial diferente. Tiende a ser más complicado organizar un sistema de trabajo que permita controlar su ejercicio».
En ese sentido, argumenta que «los procedimientos funcionales no están totalmente definidos, cuestión en la que estamos trabajando, y hemos discutido con la comisión de implementación. Se debe dar respuesta a partir de que el Grupo Ejecutivo de Perfeccionamiento Empresarial visite nuestro territorio e intercambiemos sobre este problema».
Añade que hay deficiencias a superar para que el proceso de contratación funcione bien, pues no siempre se da adecuadamente. «Corresponde a los consejos de la administración contratar los servicios que necesitan a las empresas, y estas después están obligadas, bajo contrato, a responder a la prestación de estos».
Se requiere además, centrarse en la planificación. «No se desarrolla con la eficiencia necesaria en los municipios, y luego no se ajusta a sus necesidades reales».
DE LO ALCANZADO
Pozo precisa que, pese a los elementos expuestos, en este periodo destacan una serie de aspectos positivos. «Se ha incrementado el control sobre la gestión de las entidades. Al dejar de ser presupuestadas, financian sus gastos con los ingresos que son capaces de percibir, y generan utilidades que incluso aportan al territorio».
En tanto, menciona la reducción del número de trabajadores indirectos, como «una de las medidas aplicadas para elevar la productividad. El salario medio se ha incrementado paulatinamente y, en la medida que las empresas sean más eficientes, los trabajadores pueden alcanzar una mayor retribución salarial».
Al cierre del primer año de fundado el grupo, el salario promedio era de 415 pesos, y al concluir el 2016 fue de 646, de un plan aprobado de 480.
«El reordenamiento del sistema empresarial se caracterizó por centrarse en la constitución de entidades con mayor fortaleza y radio de acción, con su gestión proyectada hacia la especialización, y fortaleciendo su desarrollo tecnológico», insiste.
«Hemos sido cuestionados por la calidad de algunos trabajos, lo cual nos ha llevado a incrementar la exigencia en las áreas de regulación y control», alega.
DE CARA AL FUTURO
La capacitación constituye una herramienta esencial, por lo que potenciar el sistema concebido, con el interés de lograr una preparación más integral sobre cuestiones técnicas de cada una de las empresas, sigue estando entre las pretensiones.
En este momento cuatro entidades se encuentran en perfeccionamiento empresarial. «Diseñamos un programa para incluir a otras; prevemos que al menos tres lo consigan este año», apunta Pozo.
«Cada una de las entidades tiene sus especificidades y la aspiración de incrementar la cartera de servicios y la calidad de estos en las diferentes áreas.
«También estamos diseñando y exigiendo la exploración de objetos sociales secundarios en los centros, para un uso óptimo de los recursos humanos, materiales y financieros. Además, está prevista la creación de una empresa provincial que atienda Alojamiento y Recreación».
Generar productos, ventas y servicios, incentivando la producción local, acorde con las necesidades del territorio, constituye una de las prioridades del GEA; idea que materializan en función de responder a las cada vez más crecientes demandas de los artemiseños, y de una provincia llamada al desarrollo.




















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pepe dijo:
1
7 de marzo de 2017
00:40:23
pepe dijo:
2
7 de marzo de 2017
00:47:42
Pilar dijo:
3
7 de marzo de 2017
16:46:20
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