Lo habitual del tema no simplifica sus efectos sobre un sector, una economía y un país. Es la bitácora de un capricho empedernido, cincuentenario, rancio, unilateral. No es eufemismo.
La paradoja va más allá del humo en un puro sin encender. Está en la privación de un deleite —no el consumo porque sí, sino responsable— «bloqueado a la americana».
Solo en la vuelta de un año —del 1ro. de abril del 2015 al 31 de marzo del 2016—, «en el sector tabacalero se contabiliza una afectación total de 129 595 346 USD», como saldo de la férrea medida impuesta a la Mayor de las Antillas por la administración de Kennedy.
Pero no solo es lo que el bloqueo le quita a ese ramo medular de la economía, se trata, sobre todo, de lo que no le deja hacer o acceder. El grueso de las pérdidas, 124 150 000 USD, las factura la inaccesibilidad cubana al mercado estadounidense. Entiéndase que hablamos del mayor mercado del tabaco a 360 grados en el planeta (el de Estados Unidos), que está solo a unas 90 millas de la tierra del mejor tabaco del mundo (Cuba).
Entrevistado por Granma, Miguel Vladimir Rodríguez González —vicepresidente primero del Grupo Empresarial de Tabaco de Cuba (Tabacuba)— abundó en que, debido a ese impedimento, se reportan daños en la exportación de tabaco Premium (hecho a mano) por un valor de 119 500 000 USD y en la del mecanizado, de 4 650 000 dólares.
Otros perjuicios —prosiguió el directivo— responden a «las importaciones de mercancías, materiales de empaques, auxiliares, piezas de repuestos y otros aprovisionamientos necesarios en la industria de cigarrillos y de tabacos mecanizados. Actualmente estas operaciones se realizan desde terceros países, dada la imposibilidad de adquirirlas en el mercado norteamericano a un precio más bajo, lo que provoca gastos superiores a los 3 072 500 dólares».
Los cálculos de la afectación ocasionada por la inmovilización de inventarios de piezas y otros insumos para garantizar la continuidad de la producción, reportan perjuicios de 851 400 USD. Mientras «el incremento de los costos de los fletes, los trasbordos de mercancías que realizan las navieras, tanto en las importaciones como en las exportaciones cual forma de proteger sus barcos de multas, y la decisión de no tocar puerto norteamericano una vez que atracaron en Cuba, aparte de los tiempos de tránsito de la mercancía en travesía que encarecen las operaciones comerciales, han introducido un costo adicional de 797 700 USD», aseveró a este diario Rodríguez González.
Además, se registran otros impactos financieros negativos por las variaciones cambiarias respecto al dólar norteamericano y las presiones de ese gobierno sobre bancos extranjeros para evitar que, desde estos, se originen operaciones hacia Cuba. Lo anterior generó costos adicionales, ascendentes a 723 746 USD, precisó.
Tabaco es identidad nacional. Es uno de los elementos icónicos tradicionales asociados a la imagen Cuba, aguas afuera.
Por ello el bloqueo no solo «embarga» el desarrollo de un sector, se engolosina con asfixiar nuestra economía y —con ella— a su pueblo. Ese cerco que hace diana también en los ámbitos del comercio y las finanzas, es el que priva a sus propios habitantes de un deleite hecho en Cuba y los condena a la añoranza recurrente por un puro, como atestigua una que otra escena en sus propios filmes.



















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jorge dijo:
1
12 de octubre de 2016
09:03:14
franklin dijo:
2
12 de octubre de 2016
11:02:47
Pedro dijo:
3
12 de octubre de 2016
16:14:44
José Alemán dijo:
4
13 de octubre de 2016
09:12:19
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