SANTIAGO DE CUBA.-A escasas horas de que el huracán Matthew toque tierra por un punto de la cosa suroriental cubana, desde el extenso litoral con amenazadoras olas al centro de la urbe bajo la suave brisa y una débil llovizna, en la Ciudad Heroína coinciden la firmeza y determinación de los santiagueros de enfrentar la contingencia y seguir adelante.
Han transcurrido hasta hoy cinco días de intenso trabajo y todos confían en las medidas adoptadas para enfrentar el potente fenómeno natural, y en especial preservar vidas humanas, resguardar los recursos materiales y poner a buen recaudo la ornamentación que distingue plazas y avenidas.
En Playa Aguadores, al este del litoral, que fuera duramente afectada por el ciclón Sandy, protegen el sitio varios de sus pescadores, quienes tienen bien clara las imágenes de hace cuatro años, cuando fueron destruidas algunas casas y arrastrado mar afuera el auto Fiat argentino del vecino Ariel Oliva Álvarez.

“Aquí no hay miedo –dice David Silva Márquez-, nuestras mujeres y niños fueron evacuados hacia Santiago con sus alimentos, atención médica y demás necesidades, y nosotros contamos con una casa de placa en lugar seguro y una cueva donde protegernos, hasta que pase lo peor”.
Semejante determinación comparten los torreros del faro del Castillo del Morro, a la entrada de la bahía, y los escasos pobladores que se mantienen en Cayo Granma, punto donde Sandy destruyó más de 200 pintorescas casas, y que ahora envío en embarcaciones más de 1 200 pobladores a los centros de evacuación y albergues de familiares.
Mientras que el recorrido por la Carretera Turística que bordea la bahía refleja el mismo cuadro en Ciudamar, La Estrella, Punta Gorda y demás lugares que pronto serán inaccesibles por los golpes del mar, en la Alameda, el Nuevo Vista Alegre, la Avenida de Garzón, Ferreiro y otros concurridos espacios de la ciudad se mantienen algunos servicios.

En Calle Enramadas no pocos transeúntes aumentan las provisiones, y el directivo de la Oficina del Conservador de la Ciudad, Ramón Cobas, se apoya en un carro grúa con jaula para completar el desmontaje de medios ornamentales dispuestos en ese corredor patrimonial en ocasión de los festejos por los 500 años de la otrora villa santiaguera.
“Tenemos casi todo guardado –asegura-, porque pase lo que pase seguiremos empeñados en lograr un Santiago más bonito, como pudieron corroborar este verano miles de visitantes de todos el país y turistas extranjeros, y en especialmente como nos lo ha pedido el General de Ejército Raúl Castro”.
Juan de Dios Ferrer y María Moreno Díaz, pasan a su lado y retornan con ligereza que niega los entrados años. “Perdone la intromisión –expresa él mientras ella sonríe--, así va a ser. Ya lo reafirmó Raúl: Santiago es Santiago, y tenga el mundo entero la seguridad de que este pueblo batallador borrará cualquier huella de Matthew mucho más rápido que las de Sandy”.
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Luis Eloy Suarez Escobar dijo:
1
4 de octubre de 2016
15:59:35
Raul Parra dijo:
2
4 de octubre de 2016
19:05:00
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