El amor hacia la Revolución Cubana hace a María Teresa López Pérez viajar cada año a la Mayor de las Antillas como parte de la Brigada Latinoamericana y Caribeña de trabajo voluntario, convocada para el mes de agosto y en la cual se agrupa personas de una decena de países de la región.

La profesora de filosofía en la Universidad de Guadalajara durante 36 años (hoy jubilada) es brigadista fundadora y hasta la fecha ha integrado las 23 brigadas convocadas.
También se desempeña como Directora del Instituto mexicano-cubano de relaciones culturales José Martí, que difunde la verdad del proceso revolucionario de la Isla caribeña.
Mi primera visita a Cuba con la brigada la realicé en 1978 después de enviar a un grupo de compañeros para participar en el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes –explica María Teresa López Pérez a Granma Internacional- a partir de ese momento comprendí mi deber de aglutinar más mexicanos para venir a ver con sus propios ojos la obra de esta hermosa Revolución.
Ella relata que conoció sobre la lucha en la Sierra Maestra conducida por Fidel Castro en sus estudios de la Escuela Normal para graduarse en magisterio; luego del triunfo revolucionario se involucró más en la solidaridad con Cuba al crearse en 1968 una edificación, donde radicó el Instituto Mexicano-cubano de relaciones culturales José Martí en Guadalajara, estado mexicano de Jalisco. Esta institución fomenta el conocimiento sobre Cuba a través de una biblioteca, que atesora materiales literarios y de prensa, difícil de encontrar en la actualidad en su país.
Para ella es importante desmentir las campañas tergiversadoras levantadas por los medios informativos contra los gobiernos progresistas latinoamericanos y caribeños.
A su vez celebran fechas históricas cubanas, exigen la devolución a sus legítimos dueños del territorio ocupado por la ilegal base naval de Guantánamo y acompañan al pueblo cubano en la lucha contra el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU desde hace más de medio siglo, tal como lo hicieron para reclamar la libertad de Los Cinco héroes cubanos que cumplieron injustas sanciones en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo.
Para ella, la Brigada Latinoamericana y Caribeña es un espacio para la reflexión conjunta de personas de diferentes nacionalidades, quienes desean un cambio social para sus países, inspirados en el ejemplo de Cuba.
Añade: “Tenemos similitudes, porque nos colonizó Europa, principalmente España, y luego nos hemos enfrentado a las políticas neo colonizadoras en esta parte del mundo”.
La lucha actual se traduce en reclamar una educación y cobertura médica gratuitas, pública y de calidad, empleo para todos, salarios dignos y acceso a la cultura sin exclusión, metas alcanzadas por Cuba después del 1ro de enero de 1959, por tal motivo la califica de una esperanza para el continente.
“Cada año que he venido a la brigada –relata María Teresa- me he encontrado con diferentes compañeros de otros países que hemos iniciado una amistad verdadera y duradera. Nos une la necesidad de luchar, por la paz y la justicia social”.
Desea que en los programas de la brigada se disponga de mayor cantidad de horas para el trabajo voluntario como forma de brindar el esfuerzo personal a tareas económicas concretas necesarias para Cuba, pero comprende que brindar información a personas desconocedoras de la realidad cubana también es muy efectivo para crear conciencia en los problemas reales de las naciones del sur y convertirlos en sujetos potenciales a movilizar por los movimientos sociales.
La amiga solidaria puntualizó: “Seguiré viniendo a la brigada latinoamericana y caribeña hasta que me llegue la hora final de mi vida. Lo haré porque tengo la obligación moral de contribuir con Cuba y con la humanidad”.



















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xiomara bobadilla dijo:
1
28 de agosto de 2016
11:58:59
Jose Achocalla dijo:
2
29 de agosto de 2016
10:13:37
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