
CIENFUEGOS.—La doctora en Ciencias Médicas María Felicia Casanova González (o mejor María Casanova, como todos le conocen) es leyenda e institución de la medicina en Cienfuegos. No solo por haberse desempeñado en responsabilidades administrativas principales, sino por su aporte al conocimiento.
Esta mujer, la primera doctora en Ciencias Médicas del territorio y además fruto del I Contingente del Destacamento de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay —constituido en 1982 y en cuya graduación participó Fidel—, afirma que ella es fruto de la Revolución y de las oportunidades que el país brinda a todo aquel que se sacrifique en pos de una profesión.
Muy modesta, cuesta sacarle las palabras sobre sí misma a la Casanova, si bien quedan en claro varias cosas. Primero, la calidad humana de ella; y luego su constante labor científica, la cual conlleva con puestos directivos y la función de presidenta del Consejo Científico del Hospital Pediátrico Provincial Paquito González Cueto, donde labora.
Se le encomendó a la Especialista de II grado en Neurofisiología y Profesora Titular, la misión de liderar en Cienfuegos, campo de prueba de la investigación, el Proyecto para el candidato vacunal contra el neumococo en niños cubanos, el cual también tendrá su aplicación mundial.
En marcha desde el 2013 y con fecha de validación final dentro de cuatro años, es de crucial importancia el éxito del antígeno para combatir el Streptococcus pneumoniae, serio problema de salud en el planeta y una de las principales causas de enfermedad invasiva bacteriana en niños y ancianos.
Todas las enfermedades causadas por este microorganismo están precedidas de una colonización nasofaríngea asintomática de mayor o menor duración, en función de diferentes factores; de ahí la significación de determinar grupos en riesgo, pues permiten conocer la distribución de los serotipos circulantes en la población y evaluar el impacto de la utilización de vacunas antineumocócicas.
María cree que ha podido vencer esta u otras tantas tareas de primer orden a sí asignadas, gracias al hecho de que tuvo “una formación muy científica en la especialidad, profesores que me educaron bien y porque tuve una madre que cuando yo decía, ‘mamá ya yo no puedo más’, me decía: ‘tú sí puedes’. Pienso que mi posible realización profesional no es la consecuencia de un empeño único, sino de muchos que me apoyaron, y de mi decisión de crecerme”.
Del diálogo con la galena se desprende su enorme gratitud a todas esas personas. La historia comienza desde el nacimiento, con su madre y su padre, y luego en el mismo cuarto grado, cuando su maestro fue Lázaro Expósito, el actual primer secretario del Partido en Santiago de Cuba. Por cierto, uno de los sueños no cumplidos de la entrevistada es ir a verlo.
Luego, recibió el apoyo de los profesores de la Escuela Vocacional Ernesto Che Guevara y más tarde los de su carrera de Medicina. De todos, dice, extrajo sabiduría y experiencia.
A una pregunta de Granma sobre esa amabilidad que entrega al visitante de nuestro Pediátrico, apunta: “La genética influye en nuestros actos, pero los modos de actuación también se aprenden. Tratar bien a las personas es, primero, un deber; pero además un mínimo de cortesía lo puede desarrollar cualquiera. Como la familia cubana es educada y hospitalaria, hay una base para cultivar esa amabilidad. Sí puede cultivarse y cada día ser mejores e integrales en la atención al paciente y hacia todas las personas”.
La frase de Fidel, “quien no sea optimista que ceda de antemano a todo propósito” constituye divisa de María Casanova.
Aprecia sus escenarios de acción, presentes y futuros, mediante el prisma de energía positiva con que cuentan las personas provistas de entusiasmo, también fe.
En tal sentido, guarda suma confianza en el relevo de profesionales de la salud en Cuba, como en el futuro de su país, debido a la calidad de su gente. De sus compañeros del Pediátrico Provincial habla con admiración, de los de todas las generaciones, y de los jóvenes especialistas estima que cada vez están trabajando con mayor exigencia.
“María Karla, mi hija, terminó el cuarto año de Estomatología, estoy muy al tanto de su formación y puedo decir que los estudiantes actuales se encuentran muy bien preparados técnicamente, al poseer un claustro de excelencia. Son alumnos motivados, impregnados de humanismo, integralidad, valores. Yo veo el futuro de mi país y de su salud pública garantizados”.
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noraida dijo:
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29 de julio de 2016
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henry guerra dijo:
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29 de julio de 2016
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Isidro Lamote Matos dijo:
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MONICA LIENDO AUILAR dijo:
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Pavel dijo:
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Mikhail Benet dijo:
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Dr. Daniel Cabrera dijo:
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Marlene del sol González dijo:
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Lazara Sofía Rivero Chavez dijo:
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EliveL Alonso dijo:
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José Julian Riveira Rodriguez dijo:
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