La noticia se transmitió rápidamente por todos medios de prensa de la Isla y entre la población: la provincia Sancti Spíritus será la sede del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional el próximo 26 de julio.
Los motivos de tan alto reconocimiento se sustentan en resultados positivos en los indicadores económicos y sociales, el creciente desarrollo en el programa turístico, los avances en materia de educación, salud, cultura, y los aportes de empresas y trabajadores no estatales.
Bien sabemos los cubanos que esta es una tierra singular, conocida tanto por sus festejos tradicionales y joyas arquitectónicas, como por su rica historia.
Sancti Spíritus es la única provincia que cuenta en su territorio con dos asentamientos fundados por los españoles: la Villa de la Santísima Trinidad – la mejor conservada en el país, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1988, junto al Valle de los Ingenios-; y la villa que da nombre a la provincia, fundada por Diego Velázquez en 1514.
Quienes conocen estos bellos parajes identifican inmediatamente el alto valor patrimonial del puente sobre el Río Yayabo, el encanto de la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad, y la serenidad con que las lujosas casas coloniales han sobrevivido al paso del tiempo.
Visitantes nacionales y extranjeros, que no escapan al hechizo de la Villa del Espíritu Santo, frecuentan los monumentos arquitectónicos y arqueológicos que dan fama al Valle de los ingenios, y la naturaleza intacta del Parque Nacional Topes de Collantes.
Sancti Spíritus también se precia de ser la cuna de la guayabera, prenda de vestir típicamente cubana, cuyo origen se remonta a inicios del siglo XVIII, se enorgullece de sus enraizadas tradiciones como la alfarería, de su bebida mambisa la canchánchara (un coctel hecho de aguardiente, miel y jugo de limón), y de sus cultivos de caña de azúcar.
Fue blanco del ataque de corsarios y piratas, y testigo del patriotismo de hombres como Serafín Sánchez durante la lucha por la independencia del colonialismo español en el siglo XIX, y de la total entrega a la causa revolucionaria de los jóvenes alfabetizadores en 1961.
Pero sin dudas el mayor motivo de regocijo para sus moradores, después del jolgorio por los 500 años, es haber merecido celebrar el próximo 26 de julio, el aniversario 63 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Honor bien ganado y que ya pueden festejar.



















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