ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El servicio de podología es uno de los mayores atractivos de la pequeña empresa, que marcha asesorada por el Ministerio de Comercio Interior. Foto: Yaimí Ravelo

“A las personas mayores también nos gusta que nos arreglen bonito. Si me ofrecen un servicio ágil y con elegancia, ¿qué más puedo pedir?”, afirma la económica jubilada Sara Rodríguez. Próxima a arribar a los 68 años, la actual ascensorista de un hospital asiste religiosamente a la peluquería que queda cerca de su casa, allá por San Lázaro y Marina, en el centro de La Habana.

Pero ese salón de belleza al que ha acudido por décadas, en noviembre de 2015 se convirtió en una cooperativa no agropecuaria (CNA) de las casi 200 con que cuenta la capital. De acuerdo con Sara, “desde que funcionan bajo una forma de gestión no estatal han mejorado sobre todo el aspecto y las condiciones del lugar. Han logrado recrear un ambiente muy agradable, que les recomiendo a todas mis amigas. Existe ahora una estimulación personal que ha hecho que los trabajadores saquen lo mejor de sí mismos, porque saben que ganan según lo que hagan”.

En otra línea de tiempo, el jovencito Daniel Valdés dice que va a la CNA Ilusión mensualmente para tratar su cabello pues “hay que lucir bien dondequiera que uno vaya” y asegura estar muy satisfecho con el trato y los económicos precios que se brindan para servicios, que incluyen todo el cuerpo: desde un pelado hasta un tratamiento de podología”.

La peluquera de Daniel, Madeleine Morales tiene más de 20 años de experiencia en el sector y alega que al principio “el cambio nos dejó un poco sorprendidos, aunque nos hemos ido adaptando. Hoy tengo un montón de clientes habituales y muchos otros que son nuevos. Vienen de cualquier lugar de La Habana”.

Al respecto, agrega la presidenta de la cooperativa, Nerelys Martínez que el paso para “bautizarnos como cooperativa fue largo y engorroso, pero ya está más avanzado. Fue necesaria la transformación, porque en ninguna parte del mundo los servicios de belleza son subsidiados por el Estado. Lo que es más importante para que la empresa colectiva avance y las cosas salgan bien es el cambio de mentalidad de los trabajadores. Nacimos hace seis meses y seguimos con vida”.

A FAVOR Y EN CONTRA

Poniendo los pros y los contras de asumir un nuevo modelo empresarial, la otrora administradora de múltiples entidades de servicios y hoy líder de la CNA concluye que siempre es difícil combatir la resistencia al cambio e intenta transmitir un mensaje optimista. Martínez aclara que hay “cosas escritas, pero también otras por escribir. Lo mejor es que ya no trabajamos con lo que se nos asigna, sino con los suministros que seamos capaces de adquirir. Ahora decidimos a quién y dónde compramos”.

En opinión de Norma Tompson, responsable de contabilidad, se trata de trabajar más y mejor con mayores ingresos. “Antes quien más ganaba, llegaba a 500 pesos cubanos (CUP) y hoy el promedio se encuentra en los 1 300 ó 1 400 CUP. Se acabó el desinterés, porque hay motivación. No obstante, a veces aparece el descontento por el pago de altos impuestos y esperamos que eso cambie”, asevera la especialista.

Luego de pasar por el sistema cubano de salud pública, Isabel Cervantes se incorporó como socia a la CNA Ilusión para encargarse del área de podología. “Aquí tengo de todo, no me falta nada. Cuento con materiales desechables (bisturís, guantes) y los utensilios para tratar a cada paciente. Creo que es un servicio que debería divulgarse más porque cuida del bienestar humano. Por ejemplo, todos los diabéticos deberían atenderse con un podólogo al menos una vez al mes”, alerta Isabel.

Se impone destacar que el bajo precio de la oferta de podología –cuyo máximo es de 20 pesos cubanos-, la hace de las más demandadas en la CNA capitalina, cuya remodelación inicial fue hecha con una inversión asumida por los socios, luego de que el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) capacitara al personal en 2015 para el manejo del emergente tipo de propiedad colectiva en Cuba.

El buen gusto y un trato ágil convierten a la CNA Ilusión en una potencial entidad de éxito. Foto: Yaimí Ravelo

El principio, según evoca Martínez, fue cambiar la imagen del lugar, ir enamorando con la idea a los trabajadores y saldar la deuda con ellos. “Se ha visto ya el cambio en cuanto al confort. En los últimos meses los salarios han sido más altos porque estuvieron libres de impuesto”, explica la experta.

UN DESTINO AUTÓNOMO

Con completos servicios faciales, corporales, de masaje, parafina, manicure y pedicure, baños de vapor y ejercicios aeróbicos, en Ilusión no gana todo el mundo igual, porque se hacen oficios, donde interviene más de una persona. “Cada trabajador comienza su trabajo y lo culmina y conforma su clientela de acuerdo con su capacidad”, dice Martínez.

De igual forma, la presidenta añade que “al cerrar las cuentas a fin de mes, pagamos deudas, rebajamos gastos y del resto que queda como utilidades, se reserva un 30% y el 70 % se reparte entre los socios en correspondencia con su trabajo”.

Si bien no encuentran allí todo lo que necesitan, las tiendas del Mincin son una buena opción para proveerse de productos, pues aplican un descuento del 20 %. Por otra parte, se accede a tiendas recaudadoras de divisa o trabajadores privados.

Entre los meses junio y agosto la CNA Ilusión impulsará una segunda remodelación, con vistas a lograr el espacio que han soñado cada uno de sus 21 socios. En la obra, se incluirá la construcción de un área de aparatología para los ejercicios localizados, la ampliación de otros departamentos y la creación de un salón para aplicar queratina.

Una estrategia inteligente, al decir de Martínez, ha sido hacer prestaciones a domicilio y ofrecer paquetes de servicios. “Es el caso de un tinte corto, por el que cobramos 50 pesos en moneda nacional, incluyendo champú, crema y un peinado sencillo”.

Eso derivó de un estudio de mercado que estableció una media entre los precios estatales y los de particulares. “Pienso que a la cooperativa afluye todo el mundo, desde el que tienen cinco pesos hasta el que va con 300. Hemos tenido ancianos que llegan a pelarse y no les hemos cobrado, y otros que solo nos dan lo que puedan. La carrera por satisfacer todos los gustos se halla respaldada por un talento, que se mantiene actualizado de cuanto surge en materia de belleza, pero la prioridad de la CNA es velar por el bienestar del pueblo”, resalta la encargada.

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