
Expresión genuina de la decisión del gobierno cubano de preservar al máximo posible la vida de las personas, sus bienes y los recursos de la economía nacional ante situaciones de desastre, el Ejercicio Meteoro devino factor clave en los esfuerzos nacionales encaminados a lograr tan preciados objetivos durante las últimas tres décadas.
Su realización desde 1986 con carácter anual no se interrumpió ni en los años más difíciles del periodo especial, lo cual avala el nivel de prioridad concedido por las más altas autoridades del Partido y el Estado a la preparación de la sociedad frente a huracanes, sismos, lluvias intensas, sequías extremas, inundaciones costeras, epidemias, accidentes tecnológicos, incendios, epizootias, derrames de hidrocarburos y otros eventos.
Próximo a la celebración los días 14 y 15 de mayo de la edición correspondiente al 2016, Granma conversó con el teniente coronel Wilfredo Cobas Dávila, Jefe del Departamento de Operaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMNDC), sobre la historia y aportes de este singular ejercicio que llega a su aniversario 30.
—¿En qué contexto y por qué surge el Ejercicio Meteoro?
—En los primeros años de la Revolución el Sistema de Defensa Civil centró el esfuerzo principal en la preparación de la población para enfrentar una posible agresión militar externa, los sabotajes y otras acciones de la contrarrevolución. Más tarde y partiendo de las amargas experiencias dejadas por el azote del ciclón Flora en 1963, fue incorporado también el adiestramiento del pueblo ante los eventos de desastres que impactaban al país, especialmente los de origen natural.
“La génesis del Ejercicio Meteoro se remonta al año 1985, cuando el impacto del huracán Kate el día 19 de noviembre puso de manifiesto un grupo de deficiencias relacionadas con el funcionamiento de los órganos de dirección y la preparación de la población en el cumplimiento de normas de conducta ante situaciones de desastres.
“De manera conjunta especialistas del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y de distintas instituciones, realizaron un profundo análisis que sirvió de base para que la dirección del país determinara realizar un ejercicio de carácter nacional, dirigido a superar las insuficiencias detectadas.

“Así en 1986 tiene lugar el primer Ejercicio Meteoro bajo la denominación de ‘Ejercicio Popular de las Acciones en caso de Catástrofe’, actividad que aportó cualitativamente a la organización del Sistema de Defensa Civil”.
—¿Cómo ha sido la evolución del Ejercicio en cuanto a las temáticas abordadas y que tipo de acciones se acometen en las jornadas programadas para su realización?
—Durante una primera etapa estuvo dedicado, básicamente, al adiestramiento para enfrentar la temporada ciclónica y en él participaba la población de las zonas de defensa seleccionadas en los municipios y los órganos de dirección a todos los niveles, e incluía las acciones de respuesta a este tipo de evento.
“Ya en la década de los años 90 fueron ampliados los objetivos del ejercicio a todos los peligros de desastres apreciados en nuestro país, realizándose un fin de semana del mes de mayo, previo al inicio de la temporada ciclónica.
“El primer día está dirigido a la preparación de los órganos de dirección y a la puntualización de los planes de reducción de desastres, los que tienen en consideración la situación particular de cada territorio y las experiencias derivadas del impacto de los eventos de desastres.
“Se evalúa, además, la objetividad de las medidas del ciclo de reducción de desastres, el papel y efectividad de las instituciones de vigilancia y el funcionamiento de los sistemas de alerta temprana.
“Las actividades del segundo día contemplan la participación de los trabajadores y de la población en la realización de acciones prácticas, que tienen como objetivo la preparación de la población residente en áreas de riesgo y zonas cercanas a objetivos que manipulan sustancias peligrosas y en otros escenarios complejos, haciendo énfasis en las normas de conducta y actuación en situaciones de desastres.
“También son ejecutadas diversas actividades encaminadas a reducir vulnerabilidades para enfrentar en mejores condiciones eventos de desastres de origen natural, tecnológico y sanitario; entre ellas, labores de saneamiento e higienización en ciudades y barrios, poda de árboles, limpieza de ríos, zanjas, canales, alcantarillas y tragantes, lo que ha permitido incorporar a todas las esferas de la sociedad y a las comunidades, en la gestión de la reducción de desastres”.
—¿Qué representa para el Ejercicio Meteoro la participación de las Fuerzas Armadas y otras instituciones?
—Desde el principio las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior han desempeñado un papel protagónico, conjuntamente con las organizaciones políticas y de masas, y la Sociedad Nacional Cubana de la Cruz Roja.
“Fundamental ha sido, asimismo, la ejercitación del Sistema de Comunicaciones del país y dentro de este la participación activa de la Red Nacional de la Federación de Radioaficionados, una alternativa de sumo valor en situaciones de desastres, contribuyendo así al perfeccionamiento del Sistema de Aviso y Orientación a la Población.
“Igualmente es imprescindible mencionar el apoyo permanente brindado por diferentes instituciones científicas y organismos del Estado muy vinculados al enfrentamiento a los desastres, como son el Instituto de Meteorología, el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), el Instituto de Sanidad Vegetal, el Centro Nacional de Áreas Protegidas y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
“Se ha contado en todo momento con una amplia cobertura informativa desplegada por los medios de comunicación nacionales, provinciales y municipales, sobre los aspectos elementales de interés para los órganos de dirección y la población en general, de acuerdo con las particularidades de cada territorio o entidad”.
—¿Cuáles han sido en su opinión los principales resultados del Meteoro a lo largo de estos treinta años?
—En primer lugar el haber creado una cultura nacional en materia de reducción de desastres y perfeccionar la organización de las medidas de Defensa Civil. Lo anterior propició que el país esté hoy en mejores condiciones para enfrentar cualquiera de los eventos peligrosos ya mencionados y reducir al mínimo la pérdida de vidas y los daños materiales que puedan ocasionar.
“Un aspecto primordial lo es sin duda el énfasis desplegado en el tema de la prevención, sobre todo en los últimos años donde mucho se ha insistido en la necesidad de materializarla como un comportamiento habitual, aspecto que aún constituye una asignatura pendiente para el Sistema de Defensa Civil Cubano.
“Vale reiterar que la realización del Ejercicio Meteoro ratifica cada año la voluntad política del Estado y Gobierno de Cuba de no escatimar recursos para preservar la vida de las personas y sus bienes, y paralelamente, la infraestructura social, la economía y los recursos naturales, ante los crecientes desafíos de los peligros de desastres y las consecuencias del cambio climático”.
—¿Hacia dónde estarán centradas las prioridades del Meteoro 2016?
—Más allá de seguir fortaleciendo las capacidades del país en el enfrentamiento a sismos de gran intensidad, huracanes, sequías extremas y eventos de desastres de origen sanitario, se prestará especial atención a las labores de higienización y saneamiento a fin de reducir las vulnerabilidades aún presentes en la lucha antivectorial, enfocada básicamente en disminuir cada vez más los índices de infestación por mosquitos del género Aedes.
“Ello resulta clave para disminuir la tasa de incidencia de casos sospechosos de dengue y evitar la aparición y trasmisión de casos autóctonos de chikungunya y zika. De ahí que uno de los objetivos básicos sea incrementar la percepción del riesgo entre la población y que esta asuma la sostenibilidad de este combate como una práctica cotidiana en su desempeño”.
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Minerva dijo:
1
28 de abril de 2016
09:42:37
Martel dijo:
2
28 de abril de 2016
12:08:09
Fernando dijo:
3
28 de abril de 2016
14:34:31
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