Eterno tributo al Padre fundador de la nación cubana

BAYAMO, Granma.—La eterna deuda del pueblo de la Mayor de las Antillas con el legado del prócer Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria cubana,  fue resaltada ayer, en un acto patriótico efectuado en esta ciudad, donde nació el 18 de abril de 1819.

En la primera plaza cubana de la Revo­lu­ción tuvo lugar la ceremonia, que formó parte de la XXVII Jornada Creador de la Patria, que convoca el museo que ocupa el lugar donde nació el patricio, y en la cual se destacó la fértil obra política  de quien comenzó la Revolución, decretó la abolición de la esclavitud, alertó contra el ideal anexionista de Estados Uni­dos, y fue capaz de sacrificar a su propio hijo por la libertad de la nación.

“Ese es el Céspedes que ha llegado hasta la contemporaneidad, el que todos los cubanos admiramos, y consideramos hombre indispensable para la historia de la nación cubana y de América Latina”, significó Ludín Fonseca, historiador de Bayamo.

Según explicó el especialista,  al iniciar la primera guerra cubana por la independencia,  Céspedes también encabezó la última gesta latinoamericana frente al dominio colonial.

La ceremonia comenzó con la colocación de ofrendas florales frente a los monumentos que perpetúan, en la citada explanada,  la imagen de ese  patriota excepcional y de Perucho Figueredo, compañero de Céspedes y autor del Himno Nacional.

Momento especial del tributo  devino también  la entrega a la reconocida poetisa Lucía Muñoz Cedeño y al historiador Aldo Daniel Naranjo, de la Moneda conmemorativa que otorga la Cátedra Honorífica Carlos Manuel de Céspedes, de La Habana,  a personalidades de la cultura.

La Jornada Creador de la Patria comenzó el sábado último, e incluyó un panel acerca de la vida y la obra de Céspedes, la presentación del boletín El Avisador Cespediano, y  la velada cultural Canciones para un creador protagonizada por artistas de la localidad y el Coro profesional de Bayamo.

Aunque Céspedes murió en combate el 27 de febrero de 1874, su legado revolucionario inspira ca­da día a las nuevas generaciones de cubanos que sienten por las venas de esta nación soberana.