
Es hermoso ver gente que, hoy en día, se reúne para hablar de Martí. Y cuando hablamos de gente referimos no solo muchedumbre. Sino a esa manera en que políticos, sociólogos, escritores, científicos, conviven desde ayer con estudiantes, campesinos, indígenas; con miembros de organizaciones disímiles, de diferentes etnias y corrientes de pensamiento, con un objetivo: José Martí.
Acuden a la cita porque el mundo está en una dura situación de crisis. Lo dicen ellos; lo dicen las noticias; lo dicen todos. Nos lo corrobora Abel Prieto, escritor, martiano, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Lo interceptamos en medio del Palacio de Convenciones, una vez concluida la jornada inicial de la Segunda Conferencia Internacional Con todos y para el bien de todos, mientras conversa con otro eminente pensador latinoamericano: Atilio Borón.
Esas imágenes de los emigrados, dice; la foto de aquel niño sirio ahogado que recorrió el mundo; la desesperación; los responsables de cientos de conflictos que se lavan las manos como Pilatos, miran hacia otra parte. Todo eso nos habla de la crisis.
Se pretende que la humanidad se acostumbre a ver el genocidio y el drama ecológico como algo cotidiano. La gente está viviendo una especie de presentismo delirante, enloquecido. Cada vez se lee menos. Se quiere que nuestros niños y jóvenes sean adictos a los videojuegos, y estos videojuegos solo incitan a la violencia, agrega, y mira a Borón. Y Atilio, en una esquina, se ha sentado a leer.
Este se ha convertido en un mundo donde la cultura humanista que el propio capitalismo, en su momento de esplendor (el Renacimiento, la Ilustración) fue construyendo, ha ido fragmentando, haciéndola pedazos. Hay una gravísima crisis cultural donde esa gente que cada vez lee menos se inmiscuye en un consumo de imágenes vacías, superficiales. Y a eso han venido estos jóvenes aquí, subraya luego. A buscar la manera de luchar contra la crisis; de salir adelante… Estas personas han venido a Cuba en busca del equilibrio del mundo; y que la gente venga a pensar sobre la paz, el humanismo, la justicia y a hablar sobre Martí, tiene un enorme valor para nosotros.
La Sociedad Cultural y la Oficina del Programa Martiano han trabajado intensamente por materializar este proyecto; por retomar una Conferencia que, hasta el momento, se había celebrado solo en el 2003. Se ha querido lograr un vínculo global entre personas de diversas filiaciones políticas, que pertenecen a organizaciones de izquierda, a la cultura de la resistencia; a personas que ostentan un notable pensamiento antihegemónico; que se muestran preocupadas frente a la evolución de aquella crisis ética, de valores, cultural y en términos de dominación de la que hablábamos, insiste.
Atilio escucha; asiente. Abel nos habla pausadamente. Explica que es indiscutible que está creciendo el fascismo, el racismo, la intolerancia, que se siguen imponiendo soluciones violentas a los conflictos. Pero quienes participan en este evento son gente que viene a Cuba buscando un paradigma —argumenta—; eso es lo que ven en nuestro país; y, sobre todo, en esa figura de debate que es José Martí.



















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Jose M Rodriguez Corrales dijo:
1
27 de enero de 2016
13:06:38
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