ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Dedicación y amor predominan en la relación de Sandra con sus alumnos. Foto: Eduardo Palomares

En Cuba, cada 22 de diciembre, se festeja el día en que Fidel, en la Plaza de la Revolución, declaró al territorio nacional libre de analfabetismo: “…la victoria contra el analfabetismo en nuestro país se ha logrado mediante una gran batalla, con todas las reglas de una gran batalla. Batalla que comenzaron los maestros, que prosiguieron los alfabetizadores populares, y que cobró extraordinario y decisivo impulso cuando nuestras ma­sas juveniles, integradas en el ejército de alfabetización 'Con­rado Benítez', se incorporaron a esa lucha”.

El líder cubano sintetizaba la labor desempeñada por la Comisión Nacional de Alfabetización y Educación Fun­damental, en primer lugar —en el año 1959—, luego la crea­ción de más de 15 000 aulas en las zonas rurales, los Maestros Vo­luntarios, el Plan de Estudios Ana Betancourt para jóvenes campesinas, las brigadas Piloto y Conrado Benítez, las Bri­gadas Obreras Alfabetizadoras Patria o Muerte… en fin, to­do un ejercicio de amplia movilización so­cial que no concluyó aquel 22 de diciembre, sino que sentó las bases del desarrollo subsiguiente de la educación cubana hasta el día de hoy.

De los miles de docentes que ejercen la noble y hermosa profesión del magisterio en Cuba, tanto en la educación general como en la superior, Yutmary y Sandra son solo dos ejemplos…

LA MAESTRA QUE MIRA CON EL ALMA

Yutmary Cabrera Martínez no necesita ver más allá de lo que su escasa visión le permite para ser reconocida como una educadora excepcional. Con sus conocimientos, y la ética que la caracteriza, ella ha sabido conquistar el corazón de sus alumnos en el seminternado Juan Carlos Rodríguez Ro­drí­guez, de Santa Clara.

Cualquiera pudiera pensar que por la limitación que su­fre, producto de una deformación severa en las córneas que la llevó incluso al trasplante, Yutmary está restringida en el desempeño de su labor como maestra de cívica del quinto grado. Sin embargo no es así, porque gracias a su constancia y vocación por el magisterio, ha sabido crecerse ante las ad­versidades.

Yutmary Cabrera Martínez ha sabido conquistar el corazón de sus alumnos en el seminternado Juan Carlos Rodríguez Rodríguez, de Santa Clara. Foto: Freddy Pérez Cabrera

Cuenta la maestra que, desde pequeña, prefería jugar con sus amigas a la escuelita, y nunca lo hacía como alumna, porque prefería la tiza y el borrador a las sillas donde se sentaban. Tal vez por eso, cuando tuvo la oportunidad de trabajar, lo hizo como auxiliar pedagógica en el seminternado donde hoy labora.

Luego, y gracias a su férrea voluntad, matriculó a la vez dos carreras, Bibliotecología y Licenciatura en Español y Literatura, venciendo ambos obstáculos para orgullo de ella y de su familia que tanto la ha apoyado en sus nobles empeños.

Al indagar acerca de las maneras en que logra enseñar y hacerse respetar por los alumnos, a pesar de su escasa visión que no le permite ver más allá de los 50 o 60 centímetros, ella nos cuenta que se vale de los medios de enseñanza, de los alumnos más aventajados y de una preparación que le consume muchos días y noches.

“Soy una lectora incansable. Me pego el libro a mis ojos lo más cerca que puedo y así logro leer. Ese proceder también lo utilizo en la preparación de las clases, con el cual logro tener conocimientos suficientes para hacerme respetar por los alumnos, porque por ahí comienza la obediencia y la consideración hacia el maestro”, señala la pedagoga.

Acerca de la manera en que identifica a los niños, expresa que los primeros días de clases, los acerca a su rostro y escucha su voz la mayor cantidad de veces posibles, lo cual facilita el conocimiento al detalle de cada uno de los mu­chachos.

De las asignaturas que imparte, todas le gustan, aunque prefiere la Historia de Cuba por las posibilidades que esta brinda para formar valores y actitudes patrióticas en los educandos. “Como leo mucho, puedo utilizar técnicas como la anécdota, el relato y las narraciones, logrando una gran motivación en ellos”, refiere la jefa del segundo ciclo de la escuela Juan Carlos Rodríguez.

Del prestigio de Yutmary en su escuela y en el grupo donde imparte docencia dan fe Betsy, Elaine y Carlitos, quienes más que quererla, adoran a su maestra, de quien dicen nunca les alza la voz ni los maltrata, al contrario les transmite muchísimo amor en sus clases y fuera de ellas.

Una frase muy bella de la elocuente Betsy Laura García Piedra, alumna de Yutmary, resume el sentir de sus niños. “A mi maestra no le hace falta ver tanto, si total, ella ve con el alma”.

LA PROFESIÓN MÁS LINDA DE LA TIERRA

A punto de culminar el sexto grado, para Sandra Marrero Pacheco resultaba imposible contener aquel amor surgido espontáneamente a sus escasos doce años, pues aun cuando algunos condiscípulos lo consideraban prematuro, bastaba para ella cerrar los ojos e imaginarse en medio del aula rodeada de niños, como la maestra más feliz del mundo.

Transcurridos 33 años, la misma sensación la acompaña día a día, al iniciar las clases en el aula de enseñanza primaria del Hospital Infantil Norte Juan de la Cruz Martínez Maceira, de Santiago de Cuba, donde imparte desde el primero al sexto grado a pacientes-alumnos de las salas cardio-renal y misceláneas.

“El hecho —refiere la educadora perteneciente a la escuela primaria de enseñanza especial Pepín Salvat—, es que jamás he dejado de considerar a esta profesión como la más linda de la tierra, ya que al lograr que niños y niñas aprendan a leer y a escribir, como diría nuestro Apóstol José Martí, los estamos enseñando a andar y a crecer.

“Personalmente —confiesa—, si bien no estoy en esa gran aula con que soñaba siendo apenas una niña, mi vida fue tomando un cauce mucho más exigente y comprometido al dedicarme a la enseñanza especial, y particularmente a pequeños portadores de  enfermedades que a veces tienen un desenlace fatal”.

Quizá por ello la formación de la muchacha de la barriada de Los Hoyos fue moldeada, primero desde su graduación en 1982 en escuelas de enseñanza especial en los montes de Baire y Alto Songo, hasta llegar a centros santiagueros que propiciaron a la ya especialista en Defectología convertirse en Máster en Ciencias de la Educación.

“De otra manera —precisa—, hubiera sido imposible asumir ahora esta responsabilidad, en que se requiere algo más que ser maestra, para interactuar con los terapeutas en la enseñanza de alumnos que padecen cardiopatías, diabetes o portan nefropatías, y en especial, entre estos últimos, los sometidos a diálisis y hemodiálisis.

“Dada la complejidad de esos tratamientos, no pocos niños suelen mostrar luego un estado emocional voluble, muy deprimidos, de apatía ante las actividades del proceso de aprendizaje y otras conductas propias de la enfermedad, que junto a la sobreprotección de los padres, hacen más difícil la motivación en clases”.

Según la “seño” Sandra (como suelen llamarle), tal si­tua­ción demanda para ella, una relación muy familiar con los ni­ños, sus padres y el personal médico, un cariño especial hacia esos pequeños.

“Es el reto que asumimos y al cual jamás renunciaremos —en­fatiza—, porque en otros casos nos ha permitido insertar en la sociedad a muchos que vemos con hijos y laborando, de encontrar en la calle a niños que recibieron un transplante renal y agradecen infinitamente la dedicación y el amor, que en sus días más difíciles supimos entregarle”.

MENSAJE A LOS EDUCADORES CUBANOS

 

La Habana, 22 de diciembre del 2015
“Año 57 de la Revolución”
 
A: Educadores cubanos
 

Estimados educadores:
 
Evocar la legendaria proeza de “llevar con las letras la luz de la verdad” a los sitios más recónditos, no es suficiente. Encumbrar el horizonte de un sueño y hacerlo realidad fue el mérito anónimo. A pesar de que muchas voces fueron silenciadas en el generoso intento, la esperanza cobró vida: el canto triunfal de los brigadistas devastó la ignorancia para hacerse historia.

El sistema educacional cubano, paradigma de altruismo, enarbola principios que lo distinguen; es transmisor de los más elevados valores que dignifican el crecimiento humano. Múltiples son los escenarios en que ha honrado y honra el nombre de la patria, desafiando la lobreguez de la incultura.

Los educadores de hoy y de siempre, dentro y fuera de nuestra geografía, marchan a la vanguardia abrazando el futuro, con la convicción absoluta de que “el éxito de nuestro socialismo dependerá en gran parte de lo que seamos capaces de hacer”. Nada podrá contener el legado pedagógico que defendemos con lealtad y compromiso revolucionario.

La virtuosa tarea que los agiganta, los hace merecedores del reconocimiento del Ministerio de Educación. Los exhortamos a continuar la batalla por una educación integral e inclusiva que contribuya al desarrollo pleno de las nuevas generaciones, bajo el precepto martiano: “con todos y para el bien de todos”. Unidos, continuemos la lucha “por un mundo mejor”.

Reciban nuestro homenaje y gratitud por su fecunda obra. “Merecer la confianza no es más que el deber de continuar mereciéndola”. ¡Felicidades!
 
Saludos revolucionarios,
 
Ena Elsa Velázquez Cobiella

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MIGUEL ANGEL dijo:

1

22 de diciembre de 2015

04:44:23


FELICITO MUY SINCERAMENTE A LA PROFESORA Yutmary Cabrera Martínez, POR SU ENTEREZA, SU CONSAGRACIÓN, FIRMEZA, CONSTANCIA, ALTRUISMO, SUPO ENFRENTARSE Y VENCER LAS LIMITACIONES VISUALES Q LA VIDA LE DIO, PERO TRIUNFO, SE IMPUSO, CON SU ESFUERZO PERSONAL Y EL APOYO DE FAMILIARES Y DE TODAS LAS PERSONAS DE BUEN CORAZÓN. ES UD UNA HEROÍNA DEL TRABAJO SOCIALISTA. ABRAZO FRATERNAL, CONTINUE ADELANTE.

Orlando Pichardo Batista dijo:

2

22 de diciembre de 2015

08:49:36


Hoy soy un hombre mayor,mi primer curso ecolar fue el de 1967-1968 ,increiblemente recuerdo con nostalgia a muchos de mis maestros de primaria y secundaria , algunos ya fallecidos, otros ancianos ya los veo en las calles y les recuerdo en cada encuentro ¨usted es fulano y fue mi maestro en tal grado¨,me miran , me devuelven su sonrisa anciana y me preguntan muchas cosas sobre mi y mi familia, mis ocupaciones actuales , por lo general se despiden con un abraso y uno que otro consejo, veo que aun siguen siendo mis maestros. En especial recuerdo a Ilda Zúñigas quien en mis peores momentos di mi adolescencia y como estudiante (9no grado) y antes de abandonar los estudios , luego de haberla ofendido, me goleó en el rostro y dijo : ¨un dia desearás haber estudiado¨. ese momento llegó cuando cumplía mi SMO, al perder muchas buenas oportunidades por no contar con el 9n0 grado aprobado. al licenciarme , me incorporé a la FOC, y posteriormente a la universidad, luego de graduado como Ing. mecánico la localice en la EFECI de Holguin , le entrgué un ramo de flores y una copia de mi titulo , la besé y di las gracias, sus consejos aun hoy guían mi vida, han transcurrido ya varios años de aquel momento, ella está fallecida, pero vive en mi como ángel de la guarda y en su memoria recuerdo a cada maestro , porque ella me enseñó a amarlos como a mis propios padres, si mis lagrimas de estos momentos en que escribo pudieran ponerse en este escrito, llenarían la pantalla, A todos y cada uno de los que ejercen el magisterio muchas felicidades.

Any dijo:

3

22 de diciembre de 2015

10:12:24


FELIZ DIA TENGAN TODOS LOS TRABAJADORES DE EDUCACION EN SU DIA, QUE LA SONRISA BRILLE Y LATA SIEMPRE EN LOS CORAZONES DE USTEDES Y QUE SUS EDUCANDOS SEPAN SIEMPRE CORREPONDERLES, DE CORAZON UN BUEN DIA PARA TODOS.

Migdalia Fernández Espinosa dijo:

4

22 de diciembre de 2015

11:06:44


Me sumo a la felicitacion y el reconocimiento a tan noble labor de educar y enseñar a ser mejores.

E.Socorro dijo:

5

22 de diciembre de 2015

11:14:38


Feliz dia a todos los educadores que con su cotidiana labor Cuba se desarrolla.

giseel dijo:

6

22 de diciembre de 2015

13:26:11


los felicito de todo corazon a todos los maestros sobre todo a DOLORES FUENTES PADILLA , GABRIEL HERNANDEZ ,REINALDO LEON, WILFREDO LEON y sobre todo un gran homenaje a las mestras makarenko

José Ramón Rodriguez Rodriguez dijo:

7

22 de diciembre de 2015

13:41:50


Buenas tardes, felicidades a todos los educadores en su jornada. Marti dijo . . . nada quiso ser para serlo todo. Fue maestro.

Orlando Pichardo Batista dijo:

8

23 de diciembre de 2015

09:32:17


Hoy soy un hombre mayor,mi primer curso ecolar fue el de 1967-1968 ,increiblemente recuerdo con nostalgia a muchos de mis maestros de primaria y secundaria , algunos ya fallecidos, otros ancianos ya los veo en las calles y les recuerdo en cada encuentro ¨usted es fulano y fue mi maestro en tal grado¨,me miran , me devuelven su sonrisa anciana y me preguntan muchas cosas sobre mi y mi familia, mis ocupaciones actuales , por lo general se despiden con un abraso y uno que otro consejo, veo que aun siguen siendo mis maestros. En especial recuerdo a Ilda Zúñigas quien en mis peores momentos di mi adolescencia y como estudiante (9no grado) y antes de abandonar los estudios , luego de haberla ofendido, me goleó en el rostro y dijo : ¨un dia desearás haber estudiado¨. ese momento llegó cuando cumplía mi SMO, al perder muchas buenas oportunidades por no contar con el 9n0 grado aprobado. al licenciarme , me incorporé a la FOC, y posteriormente a la universidad, luego de graduado como Ing. mecánico la localice en la EFECI de Holguin , le entrgué un ramo de flores y una copia de mi titulo , la besé y di las gracias, sus consejos aun hoy guían mi vida, han transcurrido ya varios años de aquel momento, ella está fallecida, pero vive en mi como ángel de la guarda y en su memoria recuerdo a cada maestro , porque ella me enseñó a amarlos como a mis propios padres, si mis lagrimas de estos momentos en que escribo pudieran ponerse en este escrito, llenarían la pantalla, A todos y cada uno de los que ejercen el magisterio muchas felicidades.

Psicoale dijo:

9

24 de diciembre de 2015

10:10:56


Que ejemplos tan grandes los reflejados en el artículo. Muchas felicidades para las protagonistas y por supuesto mi más grande admiración y solicitud que continuen entregando lo mejor de ambas en esa noble tarea llamada educación. En la Cuba actual hace falta muchas Yutmary y Sandra para continuar perfeccionando el sistema educacional. Como psicólogo que soy siempre estoy muy al tanto de todos los materiales que publica Granma relacionados con la educación, porque sé muy bien del papel decisivo de esta en la formación de la personalidad de los sujetos de una sociedad. Un hombre es en cierta medida lo que otros han depositado en él y por supuesto que parte de ese "depósito" se debe a la educación. Hasta que la profesión no comience a ser remunerada como merece continuará el déficit de maestros y solo cuando se garanticé esa retribución se podrá aspirar que las aulas y el sector de manera general esté integrado por profesionales comprometidos con la tarea y competentes en la actividad. Durante un año hice mi servicio social en el ramo y quedé muy decepcionado del estado de la educación en el municipio donde trabajé. Queda mucho por hacer para lograr ese perfeccionamiento del que hablo, pero si no acabamos de empezar vamos a tardar mucho más y lo más triste es que las secuelas de las deficienciias ya están presentes en generacionaciones formadas bajo los errores. El control de la calidad considero que no solo debe estar presente en una industria, sino también en la educación, ya que la falta de calidad de la educación se ve posteriormente en la ausencia de valores y lagunas del conocimiento, etc. , algo así como una etiqueta mal puesta en un producto salido de un fábrica. Que bueno que todavía quedan Yutmary y Sandra para demostrar que si se puede.