Unido a lo agroalimentario, lo farmacéutico y lo biotecnológico, el turismo aparece entre las llaves que abren las puertas del desarrollo de Cuba.
Una entrevista reciente al presidente de la Cámara de Comercio de la República de Cuba, Orlando Hernández, precisa que para el mayor crecimiento doméstico hay que atraer recursos foráneos: en forma de crédito (existen restricciones para el acceso) o a través de la inversión foráneos.
Dicho eso, tras la aprobación de la nueva Ley de Inversión Extranjera, en 2015 el Ministerio de Turismo (MINTUR) siguió siendo el organismo que más participación ofreció a los inversionistas “de fuera”.
No cabrían en esta página los propósitos. Sin embargo, se puede resaltar la necesidad de incrementar la capacidad y los altos estándares en hoteles de ciudad, principalmente en La Habana y en las villas patrimoniales, al igual que variar el producto turístico mediante atracciones extrahoteleras.
Según informa José Daniel, director de Negocios del MINTUR, el turismo posee actualmente 94 proyectos, entre los que destacan 27 hoteleros y 7 (como una novedad), vinculados a la administración y la comercialización de servicios con financiamiento en marinas náuticas.

HOTEL INSIDE
Para la administración y la comercialización (pero esta vez hotelera), existen 74 contratos firmados. Por ese concepto (modalidad más extendida en Cuba), hay aprobadas casi una veintena de gerencias extranjeras, que operan más de 39 mil 600 habitaciones.
Con el fin, además, de hacer más diversa la competencia, se proponen las asociaciones con reconocidas cadenas internacionales en 58 instalaciones (nuevas o existentes). En ese sentido, se prevé -explica José Daniel-, que las compañías intervengan, desde la concepción, en los hoteles que van a dirigir.
Al respecto, el especialista explica que, por ejemplo, el Hotel Neptuno-Tritón, en Miramar, pasa por un proceso de licitación, que, en vez de derechos de superficie, le dejará a la parte cubana los derechos de usufructo sobre los activos.
Por otra parte, algunos de los hoteles que se recategorizarán, no solo en la capital, con el apoyo de finanzas externas (sea de socios antiguos como Meliá e Iberostar o de otros de nueva incorporación de Europa y América Latina) son el Riviera, el Vedado-Saint John’s y el Plaza, enuncia el experto.
A las nuevas administradoras incorporadas a Cuba en 2014, la colombiana Excelencias y la Warwick International Hotels de Francia, se suman compañías de alto nivel como Kempinski de Suiza y Banyan Tree de Singapur.
Sin perder de vista la renovación infraestructural, la institución rectora del turismo cubano ofrece 27 parcelas para desarrollos hoteleros en Guardalavaca (al norte de Holguín), la Costa Sur Central (de forma específica en Cienfuegos y Trinidad) y las playas Santa Lucía (Camaguey) y Covarrubias (Las Tunas).
De acuerdo con el responsable de Negocios, el Centro Histórico de la capital cubana y la Cayería Norte ya se hallan comprometidas y, excepcionalmente, se tendrán en cuenta zonas de La Habana y Varadero (Matanzas).
MÁS ALLÁ DEL ALOJAMIENTO…
Aunque se levantarán parques temáticos de alta tecnología, excluyen actividades relacionadas con delfinarios, marinas y servicios complementarios, las principales posibilidades inmobiliarias, en opinión de José Daniel, se relacionan fundamentalmente con campos de golf distribuidos, en una primera etapa, en once iniciativas, de las cuales diez tienen identificados socios.
Camino a convertir a Cuba en el destino de golf por excelencia del Caribe, hay dos empresas mixtas constituidas para el desarrollo inmobiliario --una con capital británico y otra, chino; en Carbonera y Bello Monte, respectivamente-- y, en paralelo, se trabaja en la identificación de nuevas áreas a lo largo de toda la geografía nacional, agrega Daniel.

A esos proyectos --más de 400 millones de dólares-- se une la aceptación de la tercera inmobiliaria en la pinareña Punta Colorada, que comprende un plazo de 25 años con inversión española.
“El déficit de servicios extrahoteleros es contrarrestado por atracciones entre las que llama la atención el canopy, las torres de cristal o un nuevo cable ski (o esquí), que se usa en Cayo Coco y Cayo Guillermo”, declara el entendido.
Daniel aclara que, si bien Cuba es conocida como destino de sol y playa (donde radica casi el 80 por ciento de las habitaciones del país), la política del sector se orienta al desenvolvimiento de proyectos integrales de turismo de naturaleza o de patrimonio, de vínculos con el deporte y la cultura.
Hay grandes inversionistas, que hace dos o tres años no venían y que, puntualiza el funcionario, “hoy quieren contribuir al avance de áreas como Viñales, Trinidad o el Norte de Camaguey, donde no existen condiciones infraestructurales, pero sí muchos recursos naturales”.
Se estudia incluso la construcción del primer hotel aeropuerto de la nación y se colabora con la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, para impulsar el llamado turismo de salud, que garantice el mejoramiento de la calidad de vida de los clientes y la venta de productos.
Desde hoteles ecológicos con financiamiento suizo hasta la reestructuración de campismos en pos de un óptimo turismo verde, Cuba atiende al turismo (cuyos niveles aumentan anualmente) siempre mirando a las mejores prácticas de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente.
Yendo a lo que obstaculiza a veces la calidad y la celeridad de esos procesos, se encuentran dificultades que todavía hay con la cantidad y la capacidad de fuerza laboral, especialmente con la mano de obra constructora, concluye el rector de Negocios del MINTUR.
Una de las cosas más importantes que trajo el 2015, asegura José Daniel, fue la implementación de nuevas legislaciones que “han organizado mejor la labor que realizamos y han permitido enseñar a Cuba como una plaza relevante de inversión y como un destino turístico muy seguro”.


 
                        
                        
                        
                    





 
     
    










COMENTAR
Responder comentario