ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

A pocos meses de la histórica victoria del pueblo vietnamita contra los agresores yanquis, y en los momentos en que internacionalistas cubanos luchaban en Angola junto con los patriotas de ese país para rechazar la invasión sudafricana-zairense, el 17 de diciembre de 1975 se inauguró el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba.

En la convocatoria hecha pública unos meses antes, se puntualizaba que el evento constituía el nexo entre las distintas generaciones de patriotas cubanos, cuyo “objetivo común ha sido, desde la fundación del Partido Revolucionario Cubano por José Martí, la lucha por la independencia y el bienestar del pueblo”.

El antiguo teatro Chaplin, remozado totalmente y rebautizado como Karl Marx, en La Habana, sirvió de sede a la magna cita, en la que, ante la presencia de 3 116 delegados, Raúl pronunció las palabras de apertura.

A continuación Fidel dio lectura al Informe Central, en el que hizo un recuento histórico desde las primeras luchas por la independencia hasta el triunfo de la Revolución Socialista y realizó un análisis crítico de los errores y éxitos durante los años de la Revolución en el poder.

Momento emotivo resultó la evocación de los miembros del Comité Central caídos en misiones internacionalistas: Vilo Acuña, Eliseo Reyes (San Luis) y Antonio Sánchez Díaz (Pinares). En franca alusión a los internacionalistas cubanos que combatían en Angola, Fidel expresó: “¿Cómo no recordar los que hoy cumplen esos deberes, muchos de ellos militantes de nuestro Partido e incluso numerosos delegados electos a este Congreso que no nos acompañan en este momento?”.

En el Informe Central al Congreso también se subrayó la importancia de la cohesión ideológica de la militancia del Partido, al cual calificó, con palabras de Martí, como “el alma de la Revolución”. Hizo hincapié en la formación de las nuevas generaciones y alertó que la conciencia comunista no es un producto automático de las transformaciones estructurales. La conciencia revolucionaria, subrayó, “hay que forjarla día a día en la experiencia viva de la lucha de clases, en la educación política y en la información nacional e internacional”.

El Congreso aprobó, entre una serie de documentos y proyectos de tesis, la nueva división política administrativa de 14 provincias y el proyecto de Constitución Socialista. Este último se sometería a consulta popular mediante referéndum.

Fidel fue ratificado como primer secretario.

La verdadera clausura del Congreso se efec­tuó en la Plaza de la Revolución, enmarcada con retratos de Marx, Engels, Lenin, Martí, Maceo, Gómez, Baliño y Mella, Camilo y Che, mientras en grandes murales se daban vivas al internacionalismo proletario. Un océano de pueblo patentizaba a mano alzada su conformidad con los acuerdos del Congreso y proclamaba al Partido como la garantía de la continuidad histórica de la Revolución.

Exactamente cinco años después, en el Palacio de las Convenciones, en la capital cubana, el Partido celebró su Segundo Congreso. Participaron 1 772 delegados, así como numerosos invitados nacionales y extranjeros, entre ellos personalidades como Rodney Arismendi, del Partido Comunista de Uruguay, y Maurice Bishop, del Movimiento de la Nueva Joya de Granada, y de organizaciones hermanas de otros países; entre ellos 142 partidos comunistas.

En la presentación del Informe Central, Fidel expuso un balance crítico del periodo entre 1975 y 1980. Durante las sesiones se debatió sobre la situación económica y las perspectivas para los años venideros. En este sentido se analizaron, entre otros aspectos, los objetivos principales de la economía; el desarrollo de la ciencia y de la técnica; la protección del medio ambiente y de los recursos naturales; así como el desa­rrollo de la educación, la cultura y la salud pública.

El Congreso fue clausurado en un acto de masas en la Plaza de la Revolución José Martí, en el cual Fidel, al intervenir, enfatizó en “la sólida, profunda, indestructible vinculación de nuestro Partido con las masas. Se confirma así la gran verdad de que el Partido es el Partido de nuestro pueblo, y que nuestro Partido existe por el pueblo y para el pueblo”.

Los siguientes congresos centraron sus debates en aspectos determinados por la situación nacional e internacional. El Terce­ro (1986) abordó con énfasis el proceso de rectificación de errores. El Cuarto (1991) debatió cómo enfrentar el llamado periodo especial en tiempo de paz; el Quinto (1997), ante el recrudecimiento del bloqueo con las leyes extraterritoriales, llamó a fortalecer la unidad del pueblo para enfrentar la guerra económica, la subversión ideológica y las presiones y amenazas de todo tipo de los imperialistas yankis; y el Sexto (2011) concentró sus debates en la solución de los problemas de la economía y las decisiones fundamentales de la actualización del modelo económico cubano.

Ahora, nuestro pueblo se prepara para celebrar en abril próxi­mo, el VII Congreso del Partido, que evaluará los acuerdos de la cita anterior y de la Primera Conferencia Nacional, precisará el camino a seguir para el perfeccionamiento de nuestro modelo económico y social, y elegirá a los integrantes del nuevo Comité Central.

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TOKIN dijo:

1

18 de diciembre de 2015

09:31:27


Nexo entre las distintas generaciones de patriotas cubanos......no confundir políticamente....patriotas somos todos los que amamos y defendemos nuestra Patria a cualquier precio, seamos o no del PCC o UJC......