Un virus brotó aceleradamente en África Occidental durante el 2014, propiciado por la pobreza y la precariedad en los sistemas de salud; y ante un llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Cuba envió personal sanitario para atender pacientes en Liberia, Guinea Conakri y Sierra Leona.
El doctor Jorge Delgado Bustillo relata a Granma Internacional la voluntariedad de 12 000 profesionales cubanos (récord en tres días) para combatir la enfermedad e integrar el contingente Henry Reeve, especializado en el enfrentamiento a desastres naturales y epidemias, creado en el 2005 por el Comandante en Jefe Fidel Castro y con una labor en 18 países hasta la fecha.

El hoy subdirector de la Unidad Central de Cooperación Médica fungió de jefe de la brigada, que prestó servicios en Sierra Leona y se refiere primeramente al intenso entrenamiento recibido en el habanero Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, asesorado por expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Nos enfrentaríamos a una epidemia prácticamente desconocida, calificada comode alta peligrosidad. Se hizo un examen riguroso en el adiestramiento del equipo de protección personal. Con ese vestuario encima se transpira como promedio en una hora, más de un litro de líquido y era imprescindible que nuestros compañeros se adaptaran a utilizar el traje”, explica el epidemiólogo.
Los 400 seleccionados para cumplir la misión reunieron varios requisitos: contar con experiencias previas en la profesión y en otras misiones internacionalistas; dominar el idioma inglés; y obtener el aval por el conocimiento del buen manejo de los medios de seguridad, otorgado por los organismos internacionales.
También hubo una quimioprofilaxis para prevenir al personal de enfermedades endémicas de África, principalmente la malaria, ocasionada por vectores. Como resultado de la preparación, 256 colaboradores partieron en octubre en tres grupos: 165 para Sierra Leona, 53 a Liberia y 38 a Guinea Conakri.
Comenta Jorge Delgado Bustillo que llegaron a Sierra Leona 101 enfermeros, 59 médicos y cinco de personal de apoyo logístico, quienes y fueron distribuidos en cuatro Centros de Tratamientos de Ebola en: Kerry Town, Maforki, Waterloo y Freetown.
“Diez de nuestros especialistas en Medicina General Integral con 11 enfermeros cubrieron los servicios en un centro pediátrico salvaron centenares de vidas infantiles pero el dolor se apoderó de ellos al ver morir a muchos niños. Es muy triste no poder curar a una criatura”, afirma.
“El personal cubano también enfrentó enfermedades como: el VIH/ SIDA, la tuberculosis, la malaria, la meningitis y otros padecimientos de causa desconocidas –agrega-. No siempre pudimos determinar la patología de las personas. Los resultados de los exámenes demoraban muchos días por la escasez de laboratorios. Producto de nuestra insistencia se abrieron más de 10 instituciones de este tipo y ello determinó en la realización de diagnósticos más certeros. En el caso del ébola llegamos a tener los resultados de 12 a 24 horas, un logro para nosotros”.
El contagio del doctor Félix Baez resultó un momento de gran preocupación para los integrantes de la brigada, superado con una rápida e inmediata atención, trasladado incluso a un centro especializado en Ginebra, Suiza, donde se recuperó. Después de curarse volvió a Sierra Leona a concluir su misión. Los cubanos también lamentaron la perdida del enfermero Reynaldo Villafranca Antigua, fallecido el 18 de enero de 2015, a causa de la malaria.
Jorge Delgado Bustillo destaca el papel de los enfermeros, quienes canalizaban venas portando hasta tres tipos de guantes, su quehacer frente al paciente abarcó el cuidado y la higiene, pero también enseñar a los profesionales nativos en esas prácticas.
Por su parte, los médicos cubanos, al igual que de los enfermeros, hicieron todo tipo de labor con los infestado de ébola como aplicar medicamentos, establecer procedimientos, practicar las entrevistas clínicas y entrevistarse con los familiares para acorralar la epidemia de forma preventiva. “Hoy escribimos los protocolos de la enfermedad para entregarla a la OMS y la OPS con el propósito de generalizar las experiencias a todo el mundo”, asevera.
Naciones Unidas divulgó en días pasados que Liberia y Sierra Leona ya fueron declaradas libres del virus y pasan por la fase de 90 días de vigilancia intensa, mientras Guinea Conakri avanza de cara a los 50 días sin nuevos contagios, en aras de alcanzar tal etapa. Sin embargo, recientemente se reportaron 3 casos en Liberia, lo que ha creado gran preocupación a las autoridades sanitarias del país y a la OMS.
La vigilancia extrema implica garantizar que no existan retrocesos en el brote detectado en diciembre del 2013, al cual se atribuyen 28 634 casos y 11 314 muertos, Cuba impidió una mayor proliferación de la enfermedad, gracias a la altruista actitud de sus profesionales de la salud.



















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