
ARTEMISA.—Un sueño común los une; una vez tomada la decisión de qué estudiar e iniciado este camino, es imposible no pensar desde ya en el futuro.
Yaimary Hernández comenzó este curso escolar los estudios en Informática y afirma que “es una carrera interesante y tiene un perfil amplio de trabajo”. Mientras, Yadiel Zamora cursa el segundo año de Termoenergética, y plantea que se siente atraído por la especialidad, “después quisiera hacerme ingeniero y trabajar en la Central Termoeléctrica de Mariel”.
Klester Duquesne, también empezó el segundo año y se forma como Operador de Actividades Portuarias. “Me llamó la atención y tiene perspectivas con el surgimiento de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM); me encantaría trabajar vinculado a esta”.
Cada uno con sus aspiraciones, forman parte de los más de 900 pupilos que cursan estudios en el Instituto Politécnico Juan Manuel Castiñeiras, de Mariel. Esta ha sido la mayor matrícula asumida en el centro, que cuenta con alumnos de toda la provincia, y algunos de La Habana (una parte de los operadores portuarios).
Más de 700 se forman como técnicos medio y 150 como obreros calificados y todos integran los 47 grupos de la institución educativa. Dedican cada jornada a la especialidad otorgada (son 14 en el primer caso y 13 en el segundo). Pero, para que hoy estén esos estudiantes sentados en las aulas, es preciso haberlos demandado previamente; de ahí que resulte incomprensible que las instituciones que recibirán luego a estos graduados, se distancien del proceso de formación de su futura fuerza laboral.
DÓNDE PRACTICAR, EN QUÉ LUGAR TRABAJAR…
Tanto en la ubicación para el periodo de prácticas, como, finalmente, en la laboral, se han presentado dificultades, considera Zoe Arzuaga, la directora del politécnico.
“Las prácticas son esenciales en la formación docente educativa. En sentido general, no nos ha resultado fácil en todos los casos incorporar a los estudiantes en los centros para efectuarlas”.
En el momento de nuestra visita a la institución estudiantil, una situación preocupante era la ubicación de los 51 operadores portuarios (obreros calificados) graduados del pasado curso escolar, quienes realizaron las prácticas en la sucursal de operaciones portuarias del Mariel. “Fueron demandados por el Ministerio del Transporte. No alcanzan la mayoría de edad —y aunque en el Código de Trabajo se plantea como proceder en ese caso—, debido a que las operaciones que se emprenden en el puerto son riesgosas, consideraron que no estaban aptos para asumirlas”, asevera Arzuaga.
Durante la realización del presente trabajo se iniciaron gestiones a fin de darle solución a este asunto. “Tuvo lugar un encuentro con los estudiantes, les comunicaron las ofertas de empleo de la UEB Zona de Actividades Logísticas Mariel (estibador portuario, operador de montacarga y controlador de carga en tránsito), les entregaron las planillas, y cuando el centro las tenga en su poder nuevamente, iniciará un proceso que dura 60 días. De aprobarlos a todos, pudieran asumirlos, al ser una entidad de nueva creación”, explicó Yanelis Pozo, especialista en gestión de los recursos humanos, de la Dirección
Municipal de Trabajo y Seguridad Social (DMTSS).
“Quienes resulten aceptados, se incorpora-
rían a trabajar (en áreas que no corran riesgos), a solicitud del empleador, con el consentimiento de los padres o tutores, y la autorización de la
Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social”, informa Diana Rosa Álvarez, quien está al frente de la DMTSS en el Mariel.
También, personal de la referida sucursal de operaciones portuarias visitó por esos días la escuela, y plantearon la posibilidad de hacer una selección de algunos graduados. Actualmente 27 estudiantes de esta especialidad se encuentran en segundo año; en el presente curso escolar no se abrió la carrera.
No obstante, este 2 de septiembre, también era tarea pendiente “la ubicación de otros 70 obreros calificados del territorio, graduados el pasado curso de diferentes especialidades, para lo cual hacemos gestiones; es mayor la disponibilidad que la demanda”, acota.
En el municipio hay 71 entidades, de estas, 62 de subordinación local y el resto de subordinación nacional. “En sentido general, entre las que más demandan destacan Salud Pública, Educación, la Central Termoeléctrica, y la Fábrica de Cemento; entre los que menos lo hacen se encuentran
Comercio, la Agropecuaria, y Recursos Hidráulicos”, precisa Álvarez.
Al respecto, Alfredo Pérez, director municipal de Educación, señala que se ha avanzado, pero de cara al desarrollo de la Zona Especial es insuficiente la demanda en el territorio.
“Hay un despertar, pero no responde a las expectativas de lo que nos espera”, apunta.
“Se debe analizar si esta se corresponde realmente con las necesidades, fortalecer la formación vocacional, y sensibilizar a los directivos de los diferentes centros en la atención a los alumnos durante el periodo de prácticas; son algunas de las tareas en las que precisamos seguir trabajando”.
Maydé Barrios, jefa del departamento de la Enseñanza Técnico Profesional (ETP), de la Dirección Provincial de Educación manifiesta que “se supone que el que demanda asuma la responsabilidad de los alumnos en las prácticas; no siempre las empresas están en condiciones de hacerlo, lo cual implica moverlos hacia otra del mismo organismo, donde estén las condiciones y el tutor (especialista)”.
DETRÁS DE LA DEMANDA
Según Maira Godoy, quien está al frente de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, “la demanda de la fuerza de trabajo calificada se forma a partir de las necesidades del territorio, y siguiendo lo planteado en el Lineamiento 172 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
“Al constituirse Artemisa presentamos serias dificultades con este tema, era insuficiente la realizada, pues no se había proyectado desde la anterior provincia. Esto llevó al traste con el completamiento de la plantilla en el nuevo territorio. Entonces, se capacitaron jefes de recursos humanos y directores de empresas, con el fin de que se hiciera con visión de futuro, y no solo para resolver en determinado momento”.
Para el periodo 2011–2019 era solo 3 455 la demanda prevista de formación (incluyendo el nivel superior), posteriormente ha ido incrementándose paulatinamente, asegura Yoarys Encinosa, especialista B en gestión de los recursos humanos, de la referida Dirección Provincial.
“La demanda ha de hacerse teniendo en cuenta las plantillas aprobadas, las personas en edad de jubilación, las perspectivas de inversiones, las mujeres en edad fértil, entre otros aspectos; se ha de realizar un análisis integral de la situación de la fuerza de trabajo a fin de prepararla… Esta se certifica, es decir, el organismo que la hace debe asumir al profesional”, plantea Godoy.
“El proceso de actualización de la demanda para el periodo 2016–2024, arrojó 23 291 posibilidades de empleo (más de 11 500,
10 600 y 1 100 para el nivel superior, técnicos medio, y obreros calificados para el sector estatal, respectivamente; esta última aún no es la apropiada).
En relación con la etapa anterior (2015–2023), esta es superior en más de
1 500”, agrega la directiva.
ASUNTO PENDIENTE
“El problema aún no está resuelto en muchas empresas, pasamos trabajo con la Agricultura, que sin embargo, es de las que más necesidades tiene; había dificultades con Transporte y hubo una respuesta. No obstante, a partir de las características de la provincia, todavía no es la requerida”, insiste Godoy. Salud, Educación y Deporte, se encuentran entre los que más solicitan.
Rachel Yanes, jefa del departamento de empleo y fuerza de trabajo calificada, de esta dirección, asegura que “las empresas no tienen bien claro la necesidad de hacer una buena demanda, esperan a tener una plaza vacante y es preciso tomar conciencia de la importancia de esta. “Además, no se logra en todos los casos que los especialistas de los centros laborales vayan a explicar las carreras a los muchachos, quienes no saben bien los perfiles de estas”, explica.
La formación de técnicos medio se hace ciento por ciento contra una demanda, mientras la de obreros calificados es con o sin esta. Y una vez formados los jóvenes, qué sucede. “Alrededor de un 70 % de los técnicos medio van al lugar que los solicitó, los restantes se ubican en otros sitios. De los obreros calificados son muy pocos, pues la mayoría no tiene ubicación, y los restantes no quieren seguir el oficio”, sostiene Yanes.
Hasta el pasado 28 de agosto, del curso escolar 2014-2015, había 451 obreros calificados sin ubicación, de 1 608. Entre las especialidades de mayor incidencia sobresalían Belleza, Operador de Actividades Portuarias y Elaboración de alimentos, mientras los municipios más afectados eran Bahía Honda, San Cristóbal (ambos son generalmente los que más dificultades presentan), San Antonio de los Baños, Mariel y Bauta.
Por otra parte, del curso escolar 2013-2014 aún quedaban 34 obreros calificados de Bahía Honda en la misma situación, fundamentalmente de Agropecuaria, Elaboración de alimentos, Tornería, e Instalaciones hidráulicas. “Uno es traslado a otra provincia, cuatro están incapacitados temporalmente para el empleo, y al resto le han hecho ofertas de trabajo (ya sea de su especialidad o no), pero no han aceptado”, comenta Encinosa.
PESE A LOS AVANCES, AÚN SE PRECISAN FORTALEZAS
“Independientemente de que es necesario seguir trabajando, hemos tenido algunos avances en este tema. Cuando iniciamos como provincia se nos hizo una demanda de 771 técnicos medio, incluyendo las carreras pedagógicas. A partir de esa problemática comenzó a organizarse el accionar, de conjunto con la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social”, plantea la jefa del departamento de la ETP.
“Paulatinamente fue incrementándose. Y ahora, en este curso ha habido un ascenso a aproximadamente 1 706 técnicos medio (alrededor de más de 400 respecto a la etapa anterior)”.
Había especialidades que la matrícula solo representaba un grupo a nivel provincial (como Informática, Contabilidad, Gestión del Capital Humano, Construcción Civil, Forestal), y ahora hay dos y hasta tres. “Este curso, por ejemplo, se retomaron algunas especialidades (secretario, operador de micro, bibliotecología, hilandería, tejeduría plana)”, afirma Barrios.
Entre otro de los pasos de avance, menciona que el pasado junio, la Dirección Provincial de Educación firmó un convenio de trabajo conjunto con la Empresa de Construcción y Montaje del Mariel, perteneciente al Proyecto de Desarrollo Integral Mariel, a fin de establecer vínculos.
“Se acordó la participación de especialistas en centros de la ETP, y la inserción de estudiantes de segundo y tercer año para realizar prácticas en la entidad. Han solicitado técnicos medio y obreros calificados en diferentes especialidades, de los municipios de Artemisa, Guanajay y Mariel, por lo que podrían incorporarse educandos de los politécnicos de estas localidades a ejercitar sus conocimientos. Después seleccionarían a quienes constituirán la fuerza de trabajo”.
Elementos básicos que no se han de perder de vista, son la formación vocacional y orientación profesional. “Tenemos firmados convenios con los 17 organismos formadores del territorio. Esto implica compromiso con la presencia de especialistas en la docencia y las aulas anexas, la asesoría y participación en los círculos de interés en la secundaria básica, entre otros aspectos.
La formación de la fuerza de trabajo calificada es un asunto de suma importancia. Para que esta se prepare a tiempo y acorde con lo previsto se precisa pensar en el desarrollo económico y social que se avecina (al cual no podemos estar de espaldas), aunar fuerzas mediante el trabajo conjunto de los organismos competentes en esta materia, velar por lo establecido, dedicarle tiempo a este asunto… a fin que se hagan realidad los sueños por cumplir de quienes hoy, desde diferentes enseñanzas, se encuentran en las aulas.
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