
CAMAGÜEY.—Un viejo anhelo de los habitantes de esta provincia, en especial de su comunidad científica, acaba de hacerse realidad con la apertura de la primera etapa del Parque Botánico, institución que en 72 hectáreas de tierra armonizará el quehacer investigativo, la labor educativa y el sano esparcimiento.
En apenas seis meses de intenso trabajo, en el que se vieron involucradas decenas de organismos y empresas del territorio, cobró vida finalmente un proyecto cuyos antecedentes se remontan al siglo XIX, con intentos posteriores en diferentes etapas, pero que nunca progresaron en su materialización.
Durante la jornada inaugural, Andrea Armas Rodríguez, delegada provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), informó que, una vez concluida, la instalación contará con 12 zonas botánicas, las cuales abarcarán alrededor del 93 % del área total del parque.
Ello constituirá, dijo, la célula inicial de lo que será el Jardín Botánico de Camagüey, para lo cual deberá adquirir la condición de centro científico, con un personal dedicado a la ejecución de proyectos de investigación dirigidos a la conservación de la biodiversidad y, en especial, al estudio de la flora de la provincia.
Un primer acercamiento a tales propósitos, fruto de la integración lograda, resultó la firma de un convenio general de colaboración entre la dirección del Parque Botánico y las principales instituciones científicas de la provincia, encabezadas por la Universidad de Camagüey.
De hecho, se trabaja para convertir la instalación en una unidad docente de la casa de altos estudios y del vecino Instituto Politécnico Agropecuario Álvaro Barba Machado, a través del fomento de disciplinas vinculadas con la jardinería, la floricultura, la silvicultura y la educación ambiental.
En esta primera etapa se concluyeron 24 objetos de obra, entre los que sobresalen un área para la actividad científica, un centro de información pública, pabellones expositivos, viveros, organopónico, complejo campesino, caballeriza, tiendas de artesanía y plantas ornamentales, torre-mirador y embarcadero.
Para el disfrute del público visitante abrieron sus puertas, además, restaurantes, guaraperas, cafeterías, áreas de picnic y un centro de recreo infantil con piscina, todos ubicados en armonía con el entorno natural del Parque Botánico.



















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