
PINAR DEL RÍO.—Aunque todavía quedan pendientes algunos detalles constructivos, la derivadora Guamá, la obra hidráulica de mayor envergadura acometida en esta provincia en los últimos 14 años, ya comenzó a entregar agua para el macizo arrocero de Vueltabajo.
El momento no puede ser más oportuno, teniendo en cuenta la intensa sequía que vive el territorio, la cual ha obligado a recortar drásticamente los planes de siembra del cereal.
Daniel Herrera, director de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de la provincia, explica que la construcción se había iniciado hace más de dos décadas, pero se detuvo con la llegada del periodo especial.
Entonces, como ahora, el propósito fue aprovechar el agua del río Guamá, para apoyar el riego en las zonas arroceras.
Los estudios realizados indican que ello permitirá disponer anualmente de unos 15 millones de metros cúbicos de agua, que hasta ahora iban a parar al mar.
Incluso, aseguran que la cifra pudiera ser mayor, de presentarse un fenómeno meteorológico que traiga aparejadas lluvias intensas, señala Daniel.
Ubicada en un punto cercano al barrio de Taitonas I, en el municipio de Pinar del Río, la derivadora tiene la misión de desviar la mayor parte del Guamá hacia la presa El Punto, un embalse con capacidad para 96,5 millones de metros cúbicos, que tributa a la zona agrícola número uno de la Empresa
Agroindustrial de Granos Los Palacios.
Paralelamente, a través de una obra de toma, hace que una pequeña porción del río continúe su curso normal, a fin de no dañar la biodiversidad de esta región del sur pinareño, ni perjudicar a los campesinos que se sirven del Guamá para regar sus sembrados.
En total, la nueva obra aportará el agua suficiente para el cultivo de 1 000 hectáreas de arroz cada año, según los especialistas.
Acometida por fuerzas especializadas del Ministerio de la Construcción, que debieron desempolvar proyectos y limpiar áreas que con el tiempo se cubrieron de malezas, la etapa final de la derivadora demandó trabajar en los tres frentes abandonados por razones económicas, a principios de la década de los 90.
En la cortina de la represa, por ejemplo, solo se había tirado el 5 % del volumen de tierra necesario, y el aliviadero se encontraba a un 50 % de su ejecución.
Además, hubo que darle mantenimiento al canal encargado de conducir el agua hacia la presa El Punto, el único objeto de obra que se logró concluir hace más de 20 años.
Desde la construcción de la hidrorreguladora del municipio de San Juan y Martínez, inaugurada en el año 2001, en Pinar del Río no se emprendía una obra de la magnitud de esta que casi concluye.
“Todavía hay que colocar una compuerta, y levantar la caseta de los operarios, entre otros detalles de terminación, pero ya la derivadora tiene valor de uso”, precisa Daniel.
“El objetivo de esta inversión: llevar el agua del río hasta el embalse, ya se está cumpliendo”.



















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4 de septiembre de 2015
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Ruben dijo:
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