ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Al momento de la visita en la Plaza Carlos III había una gran afluencia de niños. Foto: Foto: Jorge Luis González

Todavía están frescos en la memoria los debates de las sesiones de trabajo previas al V periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional —celebrado el pasado julio— sobre la política cultural en los espacios públicos, específicamente los realizados por los parlamentarios de la comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Am­biente.

Como fundamento a las preocupaciones planteadas por los diputados, se encontraba presente el llamado de los medios de comunicación y la sociedad en su conjunto, acumulado durante algunos años, sobre las prácticas de individuos e instituciones estatales que atentan contra los valores culturales de la nación, y la crítica a la exhibición arbitraria de contenidos —en no pocos centros recreativos y unidades gastronómicas— que solo responden a las preferencias de algunos.

Lo cierto es que a veces somos partícipes impasibles —por solo poner algunos ejemplos— de actividades que pretenden ser culturales y lo que exponen son el reflejo de la vulgaridad, la chabacanería y el mal gusto en los propios centros educativos; instituciones culturales donde no se corresponde la programación con el horario, ni los clientes que las visitan, y lugares públicos en los cuales se reproducen productos que exaltan la violencia y patrones culturales foráneos y degradantes; todo ello sin que se concreten soluciones para acabar de definir, divulgar y hacer cumplir la política cultural destinada a esos espacios.

Algunos días atrás estos reporteros lograron obtener declaraciones de la población sobre una situación similar acontecida en la Plaza Carlos III de la capital en plena tarde veraniega. Alarmado, un lector alertó a este diario a partir de su inconformidad por la proyección, en la pantalla principal de dicho centro comercial, de videos de Ultimate Fighting Championship, más conocido por sus siglas UFC.

Se trata de un deporte de combate cuerpo a cuerpo de extrema violencia, alejado de los principios que promueve el Comité Olímpico Internacional. La totalidad de los entrevistados testigos de la proyección del audiovisual, se mostraron en desacuerdo por su exhibición en ese horario y lugar.

El venezolano Tony Portilla, de visita con su esposa en nuestro país, comentó la agresividad característica de esas peleas. “Con­tie­nen escenas muy fuertes y aquí hay muchos niños. El eslogan de este lugar es ‘La Casa de la Familia Cubana’, y nos llama la atención que se promuevan unas imágenes que no son coherentes con ese discurso”.

Uno de los taxistas habituales en la Plaza Carlos III consideró que, aunque se trataba de un compendio climático de los momentos de la UFC, los cuales observaba por primera vez en el Centro Comercial, no es apropiado dados el lugar, el público, y la hora (4:00 p.m.). “Las imágenes pueden contribuir al fomento de patrones negativos y violentos, incluso si hay personas adultas que siguen la práctica de los duelos”.

Mariela Villa se encontraba con su pequeño de ocho años disfrutando de los equipos electrónicos de la Plaza —ubicados justo frente a la pantalla— y describió con asombro el contenido de violencia de los mismos. “Se supone que los niños acuden aquí para divertirse. Pienso que la dirección de la Plaza Carlos III debería revisar lo que muestra en sus pantallas, sobre todo por la afluencia de familias enteras en este horario”.

Estas opiniones y otras tantas expuestas por diversos entrevistados sirven para revelar el disgusto entre los clientes ante tan desacertado episodio.
Durante la visita se intentó conocer cómo se determina la programación audiovisual de la Plaza y bajo qué principios, quién o quiénes se encargan de proyectar los contenidos, entre otras cuestiones que no lograron ser respondidas por los encargados del centro a esa hora.

Sin embargo, lo importante es que la Plaza Carlos III es solo un ejemplo de hechos que, como se demuestra cada viernes en las páginas de la sección Cartas a la Dirección, marcan ya la cotidianidad en disímiles espacios públicos, como consecuencia de la indiferencia ante manifestaciones de este tipo, de ser cómplices y dejar pasar la oportunidad para la queja oportuna y la crítica bien argumentada.

Una presencia silenciosa, ser espectadores y no protagonistas en la construcción de la sociedad, puede ser tan dañino como la falta de una “estrategia de país” —sin pretender minimizarla— encaminada a enfrentar estos fenómenos.

Por otro lado, la improvisación en la promoción de determinadas expresiones sin tener en cuenta los gustos de la población cubana es también el caldo de cultivo por el cual se termina apelando casi siempre a la imposición de modas y preferencias, en detrimento de la variedad y calidad en la programación de los centros recreativos y culturales, a causa de los insuficientes estudios realizados sobre los mismos, o en todo caso, su exigua divulgación.

La verdad científica, a la que se accede con la aplicación de métodos y técnicas probadas, en este caso, los estudios de audiencias y recepción de contenidos, debe ser hallada por los investigadores y utilizada para este fin.

No podemos olvidar tampoco el papel de la enseñanza en la formación de los gustos. En un mundo inundado por lo banal y lo mediocre, donde imperan los mensajes que enaltecen la violencia, el amor por el dinero, la discriminación, el racismo, el camino no puede ser otro que formar ciudadanos críticos frente a ese consumo, y el papel del maestro en esa batalla del terreno ideológico y cultural, es de suma importancia.

¿Pero cómo hacerlo si antes nadie lo enseñó a él a discernir? ¿Cómo poner al maestro en el epicentro de estas discusiones si carece de las herramientas necesarias?
Son preguntas sobre las que bien cabría reflexionar, porque no bastará solo con brindarles cursos emergentes y bibliotecas digitales inundadas de contenidos, si no somos capaces de integrar en ese empeño a todos los responsables, entre los cuales se encuentran también, los medios de comunicación y la comunidad.

El deterioro de los valores y las normas cívicas —efecto no solo de carencias materiales, sino también espirituales— han terminado afectando el respeto hacia los espacios públicos; en el entendimiento de que existe un límite para subir el volumen a la música; de que un centro recreativo infantil es precisamente eso y no la discoteca del barrio; y de que, —como suelen enseñarnos de niños— hay un sitio para cada cosa, y cada cosa debe estar en su lugar.

Por tanto se requiere la anuencia de las instituciones, organismos, ministerios, gobiernos locales… para la adopción consensuada de medidas urgentes sobre este tema. Porque tampoco bastará solo con la participación social, sin una adecuada gestión de gobierno que conduzca al éxito.

El respeto al derecho ajeno es la paz, diría Benito Juárez. Resulta imposible regular el consumo individual, pues cada uno es responsable de aquello que ve y permite ver a sus hijos en el hogar; sin embargo, en ese sitio donde confluimos todos: niños, adolescentes, jóvenes y adultos, se tiene que luchar por la defensa de las tradiciones, principios e idiosincrasia del cubano, así como lo mejor de la cultura cubana y universal.

Las soluciones a este asunto, de vital im­portancia para el país y a tono con los planteamientos del máximo órgano legislativo cubano, están estrechamente vinculadas al conocimiento y aplicación coherente de la política cultural para los espacios públicos, pero también a la integración de estos factores.

La guerra cultural está echada, y las armas para enfrentarla solo están en nosotros mismos. Pongamos en un altar nuestros valores, la utilidad de la virtud, la dignidad humana; y velemos por restaurar el tejido cultural de la nación. Está en juego la formación de las presentes y futuras generaciones de cubanos.

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Bernardo dijo:

1

13 de agosto de 2015

01:13:13


Es necesario preguntarse que instancia tiene la población, no solo para exponer su criterio, sino para promover el establecimiento de normas que regulen los que sucede y se expone en espacios públicos. Algo similar sucede con el consumo y la venta de bebidas alcohólicas. Parece no existir normativa para limitar en que sitios y a que hora se pueden vender estas, en función de la naturaleza del local y de la presencia o no de menores. Se supone que las Asambleas Municipales del Poder Popular sean la instancia para esa función, pero en la práctica ello no sucede. Estas Asambleas no suelen tener iniciativa en la promulgación de normas locales

manuel f dijo:

2

13 de agosto de 2015

04:47:44


excelente observacion.

Jorge Surós dijo:

3

13 de agosto de 2015

06:27:25


Muy acertado y valiente trabajo. Ha llegado el momento, y confío en no muy tarde, en que se imponga un orden en todo espacio público en correspondencia con la función social que desarrolla. Es muy necesario, para el disfrute de la vida diaria, para el correcto desarrollo cultural de nuestros hijos y para disfrutar en familia cada espacio público que se haga una lucha abierta y valiente contra esa chabacanería y vulgaridad que ha inundado la vida social. Pienso que esas intensiones comienzan desde la escuela y, por tanto, incluir un asignatura que transmita valores y gustos positivos, no estaría de más. Basta fijarnos en cuantos profesionales se conforman con la mediocridad, o la proponen en su trabajo, a pesar que la critican en voz baja, pero la ven como algo muy normal pues no se le ha educado y formado apreciando otras. No es momento de formar comisiones para realizar análisis que queden en papeles. Es momento de pasar a la acción y avanzar por el bien de todos, para que existan muchos espacios donde la familia cubana disfrute y le quede deseos de volver. Gracias.

Lissette dijo:

4

13 de agosto de 2015

07:14:21


No solo el mal gusto y la chavacanería es en los centros educativos tristemente en la tv.que puede ser un medio educativo de gran alcance se ve como en las series,telenovelas y demás a las personas gritandose sin diálogo para resolver las situaciones y lo lamentable es que se da muchas veces ,la mayoría como idiosincracia del cubano.Trabajemos ya desde la base que ya lo estamos lamentando.

Wilfredo dijo:

5

13 de agosto de 2015

07:28:40


Lissy me gusto mucho el artículo! Tienes mucha razón, tenemos que combatir esas vulgaridades hasta la saciedad. Toda la prensa cubana tiene que estar en función de esos males que se esparcen por todo el país, como el câncer. No se corresponde con los esfuerzos que ha hecho y hace la revolución, junta a las familias más representativas. Triste es ver por las Redes Sociales todas esas faltas de respeto de muchas personas, más triste aún ver una gran parte de la juventud envolucradas en esas actitudes, bailes que no reflejan arte, ni cultura, son obscenos. Repito grácias por tu publicación! Saludos desde Río Grande do Norte. Brasil.

Jorge Mederos dijo:

6

13 de agosto de 2015

08:26:18


Muy buen artículo, es una pena que haya tanta vulgaridad en la sociedad cubana en estos dias, sobre todo la juventud. Yo tengo 26 años y reconozco que la chabacanería y la mala educación no solo está en la juventud , sino que se ha ido entremetiendo aun en los adultos, en los padres de esos niños que quizá también estaban en la plaza. Es como una epidemia que se nos ha colado en la sociedad cubana y hay que ver como podemos combatir. Hay muchas influencias que hacen que esto esté en los niveles que hoy vemos una de ellas es la música de "hoy". La letra de las canciones que se escuchan en todo lugar en Cuba da pena. Las malas palabras que nos enseñaron a no repetir en casa, estos "artistas si es que se le puede llamar así, las pronuncian como si fueran palabras de cortesía y educación, y los padres que parece que en estos tiempos son más ingenuos que los hijos le permiten o le ayudan a que aun niños pequeños escuchen semejantes barbaridades. canciones que en otros tiempos sería plenamente censuradas de ser escuchadas en espacios públicos hoy son el murmullo de cada lugar, omnibuso plaza que visitamos. Martín Lutero dijo: Yo no puedo evitar que los pájaros vuelen sobre mi cabeza, pero si que hagan nido en ella. No podemos evitar que esas canciones se compongan y que se graben y que la gente las escuche de forma privada, pero si podemos evitar que en lugares públicos donde hay gente que de seguro no quiere escuchar tales vulgaridades se pongan. Lo cierto es que hay que hacer algo, tenemos un país hermoso, una sociedad con potencial, y unas familias que tenemos que cuidar y nadie va a venir a hacaerlo por nosotros. Saludos. Dios los bendiga

Joc dijo:

7

13 de agosto de 2015

09:40:33


Coincido plenamente con el artículo. Mi familia y yo hemos desistido de ir a Carlos III, lugar que en un inicio era de total esparcimiento para nosotros, en especial para mis dos hijas pequeñas. Carlos III se ha vuelto una selva donde imperan gritos y malas palabras... gritos porque los decibeles de la música puesta por los altos parlantes es ensordecedora, que por demás es regueton del malo en muchas ocasiones... y ni hablar del ambiente exterior, (revendedores de todo tipo, maleantes, borrachos).

Kgbramirez dijo:

8

13 de agosto de 2015

09:59:00


Chabacaneria,violencia,mal gusto,groserias estan a la orden del dia para la juventud en particular y la sociedad en general,la Television especialmente por su alcance debe cuidar la programacion o que decir de los animados de ficcion los cuales con 50 años ni entiendo ....son pura violencia y pesimo gusto,otra la calidad de actuacion en lo que se exhibe con honrosas excepciones de actores y actrices con experiencia en los medios te quitan el minimo deseo de ver los programas y tienes que acudir a lo externo en la misma television .PORQUE??????, Necesitamos ver ARTE,ACTUACION .estamos en momentos cruciales doonde debemos continuar formando amor a nuestras raices y cultura ,donde estan lo criticos???y demas que tienen que ver con esto??.

jose luis dijo:

9

13 de agosto de 2015

10:38:18


Qué decir de opiniones semiacadémicas y superficiales que se manejan con la mayor alegría en este escrito de presa. Librar la pelea en el ring de la cultura no pasa de ser un ataque desproporcionado y de mal gusto. No es el único y temo que no sea el último de una serie de artículos y reportajes que vemos a diario en nuestros espacios informativos desarticulandos las formas culturales que coexisten junto con la las llamadas formas cultas y populares en nuestro país. Señores periodistas, la cultura de la agresión, la violencia y la chavacanería están condenadas en la mayoría de de los medios y espacios del mundo moderno pero lo que no es corecto es atribuirle a la proyección de algunas imágenes de UFC en una de tiendas, la contribución al fomento de patrones negativos y violentos. En casos como esto tendríamos que recordarles a los amigos periodistas que las películas que a diario se ruedan en nuestras pantallas asó como los policiacos modernos tienen más disis de vilencia que el UFC. Que la televisión en un medio de millones de televidentes y los productos audiovisuales de la plaza Carlos III son incomparablemente más modestos en cuanto a la audiencia. Que incluso persona adultas siguen la práctica de los duelos, cómo no lo van a seguir si está puesto en función de que los que visiten el centro consuman el producto, y no creo que acto seguido a ver las peleas cogan al amigo y lo tiren del segundo piso de carlos III o le den con una silla por la cabeza. La gente lo ve porque les gusta y al ser un espacio donde los clientes asisten una o dos veces al mes, no creo que el impacto mediatico sea tan agresivo. En honor a la justicia, para prohibir esto en referencia a que no es un deporte reconocido por el COI, primero, muchos deportes no son reconocidos por el COI, no solo el UFC, incluso el ajedrez que de violento y chavacano no tiene nada no pertenece al COI, segundo , amigos periodistas desde pequeños gritamos en Cuba y nos emocionamos muchísimo con la peleas formidables de Savón, de Romero, de las niñas del profesor Veitía en el Judo, de las recientes medallas de oro en los panamericanos donde una de nuestras atletas consiguió el oro en los segundos finales con patadas en giro espectaculares, y no precisamente dando abrazos no caricias a nadie. En honor a la justicia si matamos esta opción en estos pequeños espacios porque pueden promover la violencia qué van a hacer con la violencia de los grandes medios?. Otra cosa la cultura no solo es Mozart, cuidado con las confusiones y los falsos escapes de intelectualismos primitivo. Hay más cultura en la sonriza de un niño que en toda la obra de Picasso. En la mirada triste de un anciano, en un pitén en la cuatro esquina, en una madre que lleva a su niño a la escuela que en toda Balla Artes. La cultura lo que debe es estar en todas las plazas no puede ser homogenea, monótona, oficialista, inocente, aburrida, repetitiva. Existen las grandes industrias pero en los pequeños espacios podemos hacer cultura y también recreación, ensayos de cultura y hasta mala cultura, no todos los intentos y las opciones son las mejores pero hasta el teatro mediocre y el cine mediocre tiene espacio en este mundo y siempre verán que a la sala de cine asistirán uno cientos de espectadore sque salen complacidos porque fueron a ver cosas divertidas que para ellos es lo mejor del mundo. Hau otros que esperarán cada dos años el festival de ballet, otros como yo la feria del libro , otros como mi cuñado para pedir vacaciones y no perderse el festival de cine, así es la cultura se compone de muchas partes, de lo bueno de los malo de lo regular. He visto tremendos libros muy buenos y otras vanalidades como una furia tremenda con las imágenes de los futbolistas, las que se venden en todos los formatos pero había más colas de adolescentes para comprar estos últimos que para comprar libros sencillamente porque se satisfacen teniendo a sus ídolo comprando sus afiches o mochilitas con las banderas de sus clubes favoritos. Condenar estas manifestaciones culturales es un error y un crimen. Creo que hay espacio para todos. Lo que necesitamos es sentido común, porque no nos vamos a poner a promocionar la pronografía, ni la droga. La libertad sin libertinaje. Es un tema infinito, no creo que alguien pueda tener toda la verdad. Solo decir una última cosa la televisión de por sí no es cultura, hay otras manifestaciones del arte, sueño con que un día los artístas y los deportistas del barrio salgan a los parques de sus pueblos y los pintores hagan talleres , los musicos su música, la danza su arte, los deportitas compecias o gimnasios al aire libre los fines de semana. Así se le gana la guerra a la poca cultura que se está consumiendo por los cubanos y no matando los espacios. La cultura se gana con cultura al alcance de todos no en un ring noqueando a los pequeños espacios alternativos.

esuri dijo:

10

13 de agosto de 2015

10:59:15


En el último párrafo estimado periodista Ud escribe " La guerra cultural está echada, y las armas para enfrentarla solo están en nosotros mismos. Pongamos en un altar nuestros valores, la utilidad de la virtud, la dignidad humana; y velemos por restaurar el tejido cultural de la nación. Está en juego la formación de las presentes y futuras generaciones de cubanos". Cuando Ud dice "están en nosostros mismos" ese nosotros son los mismos que eligen la mala y inadecuada música para un espectáculo infantil, pienso que las actividaes públicas deben estar concebidas por funcionarios , principalmente de la cultura de cada municipio, con dominio estético de lo que se quiere lograr y no dejarlo a la espontaneidad de personas que educados en los principios de la chavacanería lo que van a reproducir es chavacanería; de elementos vulgares que lo que van a trasmitir a nuestros niños y jóvenes es vulagridad. Creo que las autoridades culturales deben imponerse. Lei hace poco, no recuerdo en que lugar, que un administrador de un centro recreativo expulsó del centro a unos "musiqueros" que comenzaron a reproducir algo no acorde con el lugar. Administradores como esos, con sentido del respeto y no de la coemercializacion son los que hacen falta. Por otro lado he venido observando la falta de creatividda en los slogan que se utilizan. Desde pequeño he venido escuchando que Radio Progreso es la Emisora de la Familia Cubana, despeus sin originalidad y copiando, el canal 6 de la TV se anuncia como el Canal de la Familia Cubana y ahora resulta que la Plaza Carlos III se autotitula La Casa de la Familia Cubana. !Hasta cuando sean originales! Si seguimos asi dentro de poco anunciaremos al mundo "Visite Cuba y disfrute del Malecón de la Familia Cubana"

Felipe P dijo:

11

13 de agosto de 2015

11:05:48


Hace tres años el Viceministro de Cultura Abel Acosta dijo en una entrevista en CubAhora: http://www.cubahora.cu/cultura/y-el-derecho-de-autor-que "Se trabaja en un decreto ley para regular la divulgación musical y audiovisual, incluyendo a la radio y la televisión como principales medios de difusión, así como los tipos de establecimientos mencionados. Asimismo, se compila música cubana para ponerla al alcance de todos esos difusores. Otros artículos de la legislación incluirán a vendedores, promotores, operadores de audio. El problema más importante no es económico, reitero, porque con el cobro de impuestos no se aseguran todos los recursos que demandan las instituciones culturales en Cuba. Aunque este es un ingreso necesario, lo esencial es la difusión, la política cultural." Y los ómnibus, los cuentapropistas y los establecimientos estatales están cada vez poniendo cosas peores, como se ve en este artículo. ¿Cuánto tiempo más tienen que "trabajar" en el decreto?

Anar dijo:

12

13 de agosto de 2015

11:08:04


me alegra que usted escriba sobre ese tema, la vulgaridad y la violencia debe ser descartada de los centros recreativos. Le contaré un compañero de trabajo y su familia fueron al restaurante donde actúa el humorista Robertico, llegaron al punto del disgusto, por la vulgaridad del espectáculo de este humorista, por su continua forma de burlarse del público que asiste, otro caso es un humorista que surgió del programa vivir del cuento cuando en sus inicios tenían competencias de aficionados, se nombra algo así como Muñi muñi u otra cosa, mi primo fue con su familia a verlo, se levantaron y todos explican que dónde esté ese humorista no van más, debido al exceso de malas palabras y continuas vulgaridades. ¿Es necesario para hacer reír ofender a las mujeres y a los presentes? No a todos los hombres les gusta hablar con chabacanerías y menos que se expresen así frente a su familia. Ejemplo siempre de buen humor o humor del bueno es Carlos Ruiz de la Tejera, pero muchos jóvenes también, Mustelier, hizo reír a mi empresa entera en la actividad del 26 de julio, no dejó de hacer humor crítico, joven, con un magnífico dominio de idioma al jugar con las palabras, con total compostura, sin faltar el respeto, no se burló de los homosexuales , de los feos, de ningún credo, simplemente nos hizo reír a más no poder, con mucha inteligencia. Entonces por qué se permite que en centros recreativos ocurran cosas así. Aunque sean adultos, no tenemos que contaminar a nuestra sociedad, todo lo contrario. Tampoco caer en extremismos como en determinado país que prohibieron los animados del oso Pu por no usar pantalones. Pero la vulgaridad FUERA, la violencia FUERA.

Niza dijo:

13

13 de agosto de 2015

11:08:36


Pienso que esos actos de mal gusto se ven en la realidad cubana de hoy más de lo que a algunos nos gustaría y ustedes lo detectaron en Carlos III, pero en la mayoría de los cumpleaños infantiles qué música les estamos dando a consumir a nuestros hijos y nietos y si llamamos a la reflexión, la respuesta es ! Al niño le gusta! pero qué se puede decir de los videos musicales de producción nacional, con textos vulgares en los que en muchísimas ocasiones se denigra a la mujer con palabras, gestos y hasta en la forman en que visten a las modelos que en ellos trabajan, pues parecen en la mayoría de los casos videos de otros países y no cubanos o cuando vamos a un restaurant y en el momento en que deberías estar disfrutando de la degustación de los alimentos con tranquilidad y de la compañía de tu pareja o tu familia, te tienes que tragar (literalmente) de un bocado la comida y hablar por señas pues la música estridente no te permite intercambiar palabra alguna y de las instituciones culturales, bueno es mejor no hablar. Opino que es el momento de que los discursos de nuestros miembros de la UNEAC y directivos de la cultura se apliquen en la base, es decir en los territorios, pues ellos defienden la cultura cubana, nuestras raíces y sin embargo las ofertas culturales nos dicen otra cosa. Por supuesto siempre hay muy buenas excepciones, pero es una lastima que los demás no los imiten.

Truenoazul dijo:

14

13 de agosto de 2015

11:25:55


BUEN COMENTARIO Y OPORTUNO. HAY QUE DARLE EL PREMIO DEL "ZAPATO CEREBRAL" AL TIPO QUE SE LE OCURRIO SEMEJANTE DISPARATE(CUIDADO NO LE REGALEN UN LADA)... ADEMAS AHORA EN LA MAL LLAMADA " PLAZA CULTURAL" DE CARLOS III, LO PRIMERO QUE TIENEN QUE HACER ES ADECUAR TODA LA PROGRAMACION CULTURAL PARA LOS NIÑOS QUE JUEGAN Y RETOZAN EN ELLA, Y APLICAR LA LEY A RAJA TABLA CONTRA LOS FUMADORES Y "CURDAS DE OCASION ", PROHIBIENDO, SI SRS PROHIBIENDO FUMAR DONDE HAY TANTOS NIÑOS, QUE DE HECHO ES COSA PROHIBIDA...Y POR SUPUESTO NADA DE EXTREMOS PERO NO DEJAR LOS EXCESOS CON LOS LICORES DONDE TRANSITAN TANTOS INFANTES...

Hector Manuel dijo:

15

13 de agosto de 2015

11:26:40


Cuando ud. tiene el mando de la TV en sus manos, ud pone o intenta poner lo que a ud. le gusta simpre que se lo admitan. Éste, que es un ejemplo casero, se aplica actualmente en la generalidad de los eventos culturales mientras los responsables de escoger y emitir lo planeado, se desentiende, descansa y delega su responsabilidad en cualquier ignorante que con el mando en la mano, elige y nos pone lo que a él más le gusta. No importa que sea un Regueton en medio de un velorio, en los intervalos de una asmblea de los CDR o en la seleccion sangrante de los integrantes de una comparsa carnavalera donde priman integrantes que fisicamente y por su presencia dan pena y que los que mas se divierten son presisamente los integrantes de la comparsa.

Heriberto Nicolás García dijo:

16

13 de agosto de 2015

11:38:20


Hace años que leo y escucho sobre este tema. Organizaciones como la UNEAC, el ICRT, etc. lo han debatido ampliamente. Debate y denuncia no han faltado. ¿Dónde está el programa de enfrentamiento a este fenómeno? Podemos seguir denunciando y debatiendo el fenómeno y nada va a ocurrir si no se coge el toro por los cuernos. Identificación de las raíces del problema, elaboración e implementación de un programa de medidas realístico y cumplibles para revertir la tendencia y en tercer lugar el seguimiento de su cumplimiento. Podemos seguir debatiendo eternamente y no haciendo lo anterior y nada va a suceder. Es un fenómeno parecido a las infecciones virales: si no las curas hoy con medicamentos simples, mañana se extenderán por todo el organismo y necesitarás antibióticos de última generación...y estos puede que no estén disponibles o ni siquiera ya hagan efecto para ese entonces. Esto se aplica a múltiples fenómenos de larga data que hoy padecemos. Mi solidaridad con el artículo.

Armando dijo:

17

13 de agosto de 2015

12:30:30


Muy buen artículo, ahora bien, los periodistas no pudieron acceder a ningún responsable del lugar que a esa hora le respondieran por el asunto, ¿cuándo los Directivos de CIMEX y de la Plaza Carlos III van a responder a este incidente y al resto de los problemas que aquí se han planteado? Felicito el periodismo valiente que estamos viendo, pero hay que darle continuidad a esa valentía hasta que las respuestas lleguen al pueblo porque en el artículo se habla también de no sr espectadores pasivos pero ¿se imaginan a esa madre buscando al responsable?

Hector dijo:

18

13 de agosto de 2015

13:46:59


Excelente su articulo . La felicito. Seria saludable revisar la oranizacion de las fiestas populares (carnavales) , donde no instalan banos o son escasos y la via publica se convierte en ellos . Yo digo se convirtieron en borracheras populares.Lugares donde se reunen cientos de jovenes (Ej EL TENIS CIUDAD DE Matanzas) y se expiden bebidas alcoholicas viendose adolecentes ingeriendolas.En el Mercado de Boyero hicieron un bar en el area principal y la presencia de esa area deja mucho q desear desde todos los puntos de vistas.Ojala los medios de divulgacion prestaran atencion a esto y denunciaran diariamente estos hechos.Nuevamente la felicito

Pablo dijo:

19

13 de agosto de 2015

14:04:41


Como diría un jefe que tuve, estamos matando moscas y los elefantes andan sueltos. Se supone que en un espacio como ese no deba existir un parque de diversiones que solo inculca en los niños la cultura del consumo y la comida chatarra, precisamente contra lo que deberíamos luchar.

er incurto dijo:

20

13 de agosto de 2015

15:51:45


¿Y el reggueton? es el fondo musical actual para todo, poco falta para que los entierros se realicen a ritmo del mismo. Donde quiera en cualquier lugar público, en los transportes (tanto estatales como privados) tienes que sonartelo sin chistar, eso o las bachatas marginales puertoriqueñas del tal Romeo (no se qué) todas suenan igual y la guitarrrita tin.tin.tin.tin... Lo peor es que si hay una fiesta en una escuela esa es la música a escuchar....a todo volumen. Siempre me pregunto ¿Si Marc Anthony volvio a la escena musical despues de diez años sin grabar un disco con una compilación de musica cubana, con numeros hasta de Polo Motañez, por qué no se le sigue dando el lugar que nuestra música (ünica en el Mundo) se merece y lleva? Respecto a lo que paso en el Centro Comercial, recuerden que en Cuba actualmente en los mejores puestos de trabajo no están precisamente los mejor preparados y mucho menos los más cultos. En algunos entornos de esos que te digan culto puede tomarse como un insulto...