
CIENFUEGOS.—Hace 35 años, en 1980, se iniciaron las primeras producciones de la Fábrica de Glucosa, instalación única de su tipo en Cuba y por entonces también en América Latina, hecho cuyo aniversario celebran por estos días en la planta cienfueguera.
Fundada en diciembre de 1979 con tecnología sueca y danesa —ahora virtualmente obsoleta—, y una capacidad de diseño original de 25 000 toneladas de glucosa ácida (en la práctica no pasó de 12 500 toneladas), la entidad formó parte, en distintas etapas, de los Ministerios de la Industria Alimentaria y del Azúcar. En la actualidad pertenece a la Empresa Labiofam Cienfuegos.
El tan elevado volumen concebido para los inicios ha de comprenderse dentro del contexto histórico, la intención de desarrollo de la Isla, el boom económico del primer lustro de los 80, la expansión industrial del territorio y el fundamento de dirigir la producción del inédito enclave no solo hacia el abastecimiento de una amplia gama de objetivos nacionales, sino además hacia los países vinculados al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).
Debido, entre otros elementos, a razones de orden tecnológico, ausencia del monto preciso de materias primas y la retracción comenzada a finales de la citada década, la planta transitó por un progresivo proceso de declinación.
Ya en el vórtice del periodo especial, estuvo a punto de eclosionar, como otras enclavadas a su vera en la Zona Industrial de Cienfuegos. Pero la necesidad de mantenerla activa, unido al esfuerzo de sus trabajadores porque así fuera, determinó su continuidad y recuperación progresiva.
Ha sido decisiva en tal sentido la inventiva obrera. La innovadora Bertha Maritza Santiago, técnico medio en Instrumentación y Control, afirma que las “innovaciones están presentes en todas las áreas, como en la planta de mezcla seca donde elaboramos la paquetería. Tratamos de mantener los equipos funcionando. Recientemente logramos poner en marcha pistones neumáticos y piezas electrónicas”. Así es la labor cotidiana aquí.
MANTENERSE SIN DEJAR DE PRODUCIR 
Como sostiene el director Rafael Moya Rodríguez, “lo importante es que, a pesar de todos los tiempos históricos atravesados, se mantiene”.
Él recuerda cómo a la mencionada glucosa ácida del periodo de despunte y al almidón de maíz o maicena (continúan siendo los renglones fundamentales aquí y el colectivo el único fabricante del país) se le sumaron de manera paulatina otras producciones a partir de la glucosa enzimática (empleada para el sorbitol, utilizado en la elaboración de cosméticos, pasta dental y medicamentos), germen, gluten y forraje. Dicha diversificación ha sido el proceder observado en el tiempo.
Artículos de aceptación popular son las natillas saborizadas, mezclas para arepa, mezclas para panetelas, polvo de hornear, desayuno de chocolate, en diferentes pesos/envases y la crema de queso, sostiene Jorge Álvarez, un consumidor habitual de la paquetería de la fábrica, la cual adquiere en ferias sobre todo.
El objetivo es insertar esta producción en el mercado nacional de divisa, apunta el director.
Es preciso destacar además que esta fábrica cubre las demandas de dietas de una maicena especial para 15 enfermedades crónicas que sufren los niños como la celiaca, la parálisis cerebral y el autismo. Y produce elementos para el Ministerio de Educación, con vista a la fabricación de gomas de borrar.

No olvida el director aludir al crecimiento de la fabricación de sirope, sumado desde hace dos años, el extracto o concentrado de Vimang, destinado a la elaboración de jarabes, cremas y pastillas. Durante el 2014 experimentaron con el almidón a partir de sorgo, sin precedentes en ningún sitio, según afirma.
Los 256 trabajadores del enclave económico cienfueguero propician la consecución de valor agregado a la producción general, en gran medida gracias al quehacer de su planta de producción de mezclas secas, donde convierten la maicena en las distintas paqueterías. El resto de las producciones son para el balance nacional y cuanto aportan casi se reduce a la cobertura de los gastos, expresa Moya.
Justo en el 2014 facturaron un total de 9 300 toneladas, y en otra cifra cercana a las 
10 000 toneladas debe moverse el balance final del actual año. En ambos casos las cifras no se corresponden con las aspiraciones superiores a las que debe estar abocado el centro en un futuro.
FRENAR EL DETERIORO DEl VALIOSO ENCLAVE
“Se prepara una posible inversión a partir del 2017. El año próximo debemos presentar  la propuesta que equivale a la sustitución de la tecnología, pero aún estamos preparando dicha propuesta. Ahora estamos en la realización de un grupo de acciones encaminadas al sostenimiento de la fábrica”.
“La idea detrás de esto es frenar el deterioro de algunas áreas y equipos, los cuales se mantienen activos desde la fundación, gracias a la labor del movimiento de innovadores y racionalizadores, el foro, mecánicos, electricistas, quienes sostienen la fábrica y buscan soluciones de forma constante al sustituir elementos, construir partes y piezas, en fin…”, dice el director.
Adelanta Moya que también establecen “alianzas con otras empresas del territorio adscritas al Ministerio de Industrias, para emprender acciones de mayor envergadura en las áreas más críticas e intentar comprar algunos motores, motobombas. Para el resto pretendemos el referido sostenimiento a partir de cambios de rodamiento, conexiones para los motores, retenedores, sistemas de transmisión de polea por transmisión rígida…, y la sustitución progresiva de la parte dañada de los elementos metálicos a causa de la exposición constante al azufre como parte de los ciclos productivos”.
Planifican para el 2016 un mantenimiento integral (de cara a ello practican un levantamiento de necesidades), pues no se acomete ninguno de su tipo desde el 2010.
Esta fabrica es un enclave económico de relieve en el país, cuya reactivación general se relaciona inevitablemente con una necesaria inversión que contemple las obligadas sustituciones de maquinarias. No atraviesa ahora ni su peor ni su mejor momento. Simplemente se mantiene e intenta sostenerse hasta que momentos más boyantes favorezcan los objetivos planificados.
Más que propalar falsas loas mediáticas de grandes producciones no verificadas en la realidad, cuanto sí es menester aquí es ponderar a todo el equipo laboral del centro por su abnegación y sentido de pertenencia. Cuando una entidad posee colectivo semejante, está lista para afrontar cualquier desafío.
Ojalá la resistencia e inventiva de estos obreros para sobrevivir se vea compensada en un plazo cercano a través de la inyección general revivificadora, 35 años después de haber emprendido sus primeras producciones.








    
    










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Arleidy dijo:
1
29 de julio de 2015
14:06:54
sonia dijo:
2
30 de julio de 2015
15:28:06
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