ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

En una sociedad donde resulta imperativo encaminarse hacia una “cultura del detalle”, eliminar manifestaciones de mal gusto, brindarle al hombre las herramientas para percibir y evaluar de forma crítica su realidad, el diseño se erige como una actividad profesional con un alto sentido de responsabilidad social, ética y estética.

Un Congreso puede no ser la solución definitiva, pero sin duda alguna nos invita a intercambiar, abrir el diálogo, conocer y analizar tendencias, presentar e incentivar resultados novedosos de investigación, como lo hacen desde el pa­sado martes y hasta hoy los delegados de una veintena de países que se dan cita en el VIII Congreso Internacional de Diseño de La Ha­ba­na.

¿Cuál es el camino andado y cuál el futuro que se avecina? ¿Qué papel desempeña el di­seño en el desarrollo sostenible y la construcción de una sociedad mejor? ¿Qué tendencias existen en la formación de profesionales de es­te campo y cómo perfeccionarlas? Son al­gunas de las interrogantes a las cuales intentan responder los profesionales del diseño reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana.

Desde su conferencia inaugural Diseño con Sentido, el rector del Instituto Superior de Diseño (ISDi) Sergio Luis Peña Martínez, invitaba a analizar la complejidad de estos desafíos desde acepciones de “sentido” basadas en las sensaciones, los sentimientos, la lógica y la orientación social, y cuestionaba la existencia, por ejemplo, de empresas “donde la premura, la inmediatez de las tareas y la falta de estrategias lastran el análisis global de los problemas para terminar apartando la profesión de su lógica de actuación”.

“Será necesario  luchar contra la subvaloración de la importancia y papel del diseño y su  capacidad  de aportar al desarrollo de los principales valores del ser humano y la sociedad que soñamos. Mucho trabajo tendremos para  lograr  una nueva cultura de consumo, de calidad y competitividad,  con  un  diseño próspero, sostenible y responsable”, afirmaba.

En ese sentido, Peña Martínez accedió a dialogar con Granma sobre los desafíos de la profesión en la sociedad cubana actual:
—¿Cómo puede el Diseño con Sentido intervenir en esos espacios e influir en ellos de manera positiva?

—El discurso Diseño con Sentido no es más que un pretexto para poder articular esa polisemia, y entender cómo el sentido de tu vida, po­lítico, de orientación, pasa por entender el sistema de valores y tener identificado hacia dónde nos dirigimos, y cómo el diseño puede aportar en eso.
Para el enfrentamiento diario a ese bombardeo de información con que nos atacan te­nemos que invertir en nuestros sistemas de información, de comunicación, y esta pro­fe­sión tiene un papel indispensable. Se necesita comprender cuánto daño nos hace una película, una novela, un mensaje mal elaborado.

Hoy día la guerra está centrada en lo que ha­cemos con esas armas, en las cuales a veces no estamos invirtiendo lo suficiente. En los últimos tiempos hay una sensibilidad con el tema de las comunicaciones, pero el arma más importante que tenemos para defender es­ta Re­vo­lución es que a la gente le sirva, y pa­ra eso tiene que estar diseñada. Nosotros tenemos que trabajar más en crear esa cultura, in­formar más a los decisores, formar profesionales más comprometidos, con más ganas de ha­cer.

—Precisamente, ¿qué caracteriza la formación de profesionales del diseño en nuestro país?
—Nuestra formación ha bebido mucho de las tendencias contemporáneas en el mundo, pero también de la pedagogía de la Educación Superior cubana y los adelantos del conocimiento en el mundo, y esa mezcla ha sido muy favorable. A eso se añade la posibilidad que  tenemos desde la universidad de hacer proyectos para la sociedad, que permite po­der pe- netrar las empresas cubanas, aprender, formar di­señadores con los pies en la tierra.

Nosotros no queremos llegar a entender el diseño como un condicionamiento del mercado, sino entender la sociedad y diseñar desde una óptica del ser humano.

—¿Cuánto se ha logrado en el terreno del diseño y cuánto falta?
—Hay una comprensión del estado cubano de la importancia del diseño, pero avanzamos a una velocidad que no es compatible con la dinámica con que se mueve el mundo. Será necesario lograr una valorización de la importancia del diseño y su capacidad para aportar en el desarrollo de la sociedad.

Tenemos que comprender el diseño no co­mo algo superfluo, añadido, que llega después, sino como una herramienta para resolver los problemas de la sociedad. El sector em­presarial e industrial tiene muchas restricciones que terminan afectando la posibilidad y el tiempo que le dedican al diseño, y eso tenemos que su­perarlo.

Este Congreso permite sistematizar contenidos, nutrir la universidad con todo lo nuevo, es un motor impulsor, una motivación al trabajo y a la investigación.

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Jorge Reyes dijo:

1

18 de junio de 2015

18:57:14


..."lo que hace falta estimados diseñadores y diseñadoras es que esos proyectos tan formidables que ustedes hacen para hoteles y alguna instalaciones hospitalarias estén a la mano de todos los cubanos que son quienes los necesitan en verdad y para quienes se supone ustedes trabajen y que sobre todo se lleven a la realidad y a la práctica cotidiana no se queden engavetados en un buró en papel puro"...