
El pleno establecimiento del periodo lluvioso en la segunda quincena de mayo y el cercano comienzo de la temporada ciclónica (primero de junio), exigen prepararse con antelación para enfrentar cualquier evento de precipitaciones notables o amenaza de huracán, que puedan aparecer en el panorama nacional durante los próximos seis meses.
Anteriores sucesos demuestran que más allá de la intensidad de un fenómeno natural de ese tipo, la magnitud de los daños generados se amplifica de forma significativa en dependencia de las vulnerabilidades presentes en cada lugar, las cuales en buena medida son creadas por el propio hombre.
Baste mencionar las insuficiencias detectadas en los análisis realizados después del azote de los huracanes Gustav, Ike y Paloma a diferentes territorios del país, en el verano del 2008.
Incumplimiento de las normas técnicas en la colocación de las estructuras y aseguramiento de los techos, la poca profundidad en el enterramiento de los postes del tendido eléctrico y telefónico, y la baja calidad de parte de ellos, alimentos y otros recursos guardados en almacenes con filtraciones, fueron algunas de las más repetidas en los diferentes escenarios, sin dejar de olvidar el mal estado constructivo de un elevado porcentaje de las viviendas y establecimientos afectados.
También salió a relucir la falta de sistematicidad en acciones preventivas elementales, entre ellas la limpieza correcta de tragantes, zanjas, ríos, canales, y la recogida de basura en la vía pública. En el caso particular de la capital no son pocas las esquinas convertidas en permanentes vertederos, cuyos desechos son arrastrados por la corriente de agua cuando llueve fuerte, obstruyendo aún más el ya deficiente drenaje en amplias zonas de la ciudad.
Al resumir la Reunión Ampliada del Consejo de Defensa Nacional en abril del 2009, el General de Ejército Raúl Castro Ruz expresó que las experiencias obtenidas en el enfrentamiento a los huracanes del año anterior ratifican una vez más que el trabajo preventivo y sistemático, desplegado en condiciones normales, reduce las vulnerabilidades y es determinante para disminuir los riesgos y las afectaciones económicas.
Si bien los pronósticos apuntan a que la temporada ciclónica del 2015 podría ser menos activa de lo normal por la presencia del evento El Niño/Oscilación del Sur y otras condiciones adversas al surgimiento de los citados organismos tropicales en nuestra área geográfica, para nada debemos bajar la guardia porque uno solo que azote al país puede ocasionar considerables pérdidas si no estamos realmente preparados.
Dejo para el final la conveniencia de valorar por los decisores involucrados, cuando las condiciones técnicas lo permitan, la posibilidad de que la información sobre el estado del tiempo en las dos emisiones diarias del Noticiero Nacional de Televisión se haga en vivo y no grabada con casi tres horas de antelación, como sucede hoy. Ello evitaría el riesgo de salir al aire con datos desactualizados, en particular cuando las condiciones meteorológicas puedan cambiar de forma muy rápida.
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Alberto dijo:
1
14 de mayo de 2015
10:52:44
Ricardo Rodríguez Vázquez dijo:
2
14 de mayo de 2015
11:00:46
Rné dijo:
3
14 de mayo de 2015
12:38:10
mariavc dijo:
4
14 de mayo de 2015
13:03:53
Cándida Alonso dijo:
5
14 de mayo de 2015
15:14:53
J.R dijo:
6
14 de mayo de 2015
16:23:35
j-one dijo:
7
14 de mayo de 2015
16:41:06
Antonio Vera Blanco dijo:
8
15 de mayo de 2015
11:35:22
Davo davo dijo:
9
15 de mayo de 2015
12:29:52
Antonio Vera Blanco dijo:
10
15 de mayo de 2015
12:58:47
rene dijo:
11
15 de mayo de 2015
15:28:40
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