
La Plaza de la Revolución ya comienza a vestir sus mejores galas. Los colores patrios dominan la explanada y las avenidas circundantes. Desde la Biblioteca Nacional, por vez primera, la sonrisa de un grupo de trabajadores, representando a todos los sectores, se elevan por el horizonte hasta allá lejos por todo Paseo.
El desfile compacto y colorido, alegre y combativo, ya se empieza a imaginar en la respuesta, siempre emotiva, siempre masiva, de los trabajadores y el pueblo todo que se irá sumando desde los municipios capitalinos.
Las horas avanzan y van faltando unas pocas para que termine nuestro abril de victorias, de entonces y de ahora.
La jornada laboral no se detuvo en la producción y los servicios, pero sumó matutinos, mítines, actos y hasta fiestas en los colectivos, para reafirmar el “mañana nos vemos en la plaza”, y reiterar horas y lugares de la cita, y a quiénes toca llevar la tela, las banderolas, el cartel que identifica al centro…
Unidos en la construcción del socialismo, así desfilaremos y recordaremos a Fidel, que hace 15 años nos dio la lección magistral del concepto de Revolución, lo de cambiar todo lo que debe ser cambiado, sí, que es el que más repetimos; pero también luchar con audacia, inteligencia y realismo, y emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos.
Y mientras ocurre otro tanto en los preparativos de cada localidad, desde Guantánamo a Pinar, millones de cubanas y cubanos diremos presente por las muchas razones que nos convocan: mañana, nos vemos en el desfile.
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Aidiel Cairo Santana dijo:
1
30 de abril de 2015
14:52:39
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