La urea cuesta más cara en el surco del olvido

SANTIAGO DE CUBA.—Reclamos como “hacer las cosas bien, poner orden y producir más alimentos”, reiterados en el proceso asambleario del XI Congreso de la ANAP, en respuesta al esfuerzo del país por importar fertilizantes, parecen totalmente ajenos a las más de 4 500 toneladas de urea, que seriamente afectadas esperan por su traslado al surco en el puerto Guillermón Moncada de esta ciudad.

Nada escatimó el Estado cubano, para que entre los meses de noviembre y febrero últimos arribaran a la rada santiaguera 26 935 toneladas de este componente químico (envasadas en unos 538 721 sacos), de las cuales 15 888 pertenecían a la empresa de suministros agropecuarios (Sumag) del Mi­nisterio de la Agricultura (Minag), y 11 047 a la de aseguramiento logísticos del azúcar (Azumat), de Azcuba.

Según un informe del director general de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente, José Antonio Olivares Díaz, del monto total se planificó extraer de forma directa la mayor parte y recepcionar solo en puerto 8 080 toneladas, pero por problemas objetivos en la transportación de los clientes internos, y para disminuir los periodos de estadía de los buques, finalmente se recibieron 18 258.

Ante la limitada capacidad de almacenaje de la instalación se decidió su permanencia a la intemperie, no sin antes adoptarse medidas de protección, que para un prudencial periodo, conllevaron a la adquisición de 24 rollos de polipropileno empleados como lonas, y de 793 paletas o parles atornillados para la estiba, con valor de 180 pesos en moneda nacional cada uno.

No obstante la alta demanda del producto en cultivos priorizados, y su valor en el mercado (actualmente cotizado en 480 dólares la tonelada), transcurridos 112 días del primer arribo, 80 del segundo y 41 del tercero, se advierte una crítica situación en las 3 055 toneladas de Azumat, destinadas a la producción cañera en Granma (2 658 toneladas) y Holguín.

El sometimiento de esta agresiva sustancia a los efectos del sol, el sereno y la fuerte brisa llegada del mar, ha provocado roturas en parte de las mantas, el deterioro de sacos y parles, el derrame de urea en el piso, y una latente contaminación en áreas de la bahía por el arrastre al mar con las lluvias del pasado lunes.

En situación no muy diferente están las 1 479 toneladas de Sumag, que repartidas entre Granma (1 229) y Guantánamo (250), también presentan deterioro en lonas y embalajes, lo cual ocasiona vertimiento del producto, que según los especialistas tiende a degradarse luego de dos o tres meses fuera del saco.

Lo que sucede es conocido por los organismos responsables de darle el curso adecuado al producto, afirman las autoridades de la rada santiaguera; sin embargo estos se muestran excesivamente morosos en resolver los problemas de transportación y almacenamiento aludidos en un principio, o en buscar alternativas con otras entidades o las autoridades de sus territorios.

Abel Griñán Yero, director de la UEB Almacenes y Extracción del Puerto, explicó otras complicaciones que trae consigo este asunto, pues además de la inversión citada, la problemática ha exigido la vinculación permanente de ocho hombres de la brigada de auxiliares portuarios y de otros 20 contratados, a la recogida, reenvase en más de 4 000 sacos, y traslado de la urea derramada.

“Se trata de un trabajo fuerte con un material muy agresivo, que puede afectar la salud, y hay que estar constantemente encima de él”, dijo Orlando de la Torre Cardero, uno de los compañeros a quienes por esta labor, el puerto debe pagar un salario superior a los 300 pesos y entre 20 o 30 CUC, mensualmente.

A los gastos citados añádanse transporte, combustibles, empleo de sacos vacíos, y afectaciones en operaciones portuarias, dos millones de pesos de la inversión del país aún en juego, y otros 119 000 pesos de “liborio” cobrados por el puerto a Azumat, por concepto de almacenaje progresivo, reparación y reenvase de carga averiada.

Mario Sierra Osorio, director adjunto de la empresa portuaria, notificó a este diario más de diez documentos testimoniales sobre las gestiones realizadas por esa entidad con Azumat y el Minag, el Citma, la Aduana Territorial y el Mitrans, para viabilizar la extracción del producto o exponer el efecto de su prolongada estadía.

Lo cierto es que hasta la tarde de este martes lo único que ha variado es la intensificación del trabajo del personal del puerto, en previsión de que con un posible reforzamiento de los nublados reinantes, lejos de ir a parar al surco la urea tome camino al mar, donde por mucho arar en nada será recompensado el esfuerzo del país.