ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Uno de los productos en lento movimiento hoy en la red del Mincin son las llaves para el agua fabricadas de plástico. Foto: Mailín Guerrero Ocaña

Con la puesta en vigor del Decreto 315 sancionado por el Consejo de Ministros en el año 2013, se pretende dar una eficaz solución al tema de los inventarios ociosos y de lento movimiento que a lo largo de los años han lastrado la economía del país.

El nuevo dictamen —publicado en la Gaceta extraordinaria No.37 el 15 de noviembre del 2013, de conjunto con la Normas Complementarias 386 y 301 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) y el Ministerio de Comercio Interior (Mincin), respectivamente— pone de relieve la descentralización de los inventarios.

Tal disposición le permite a las empresas cubanas tener la potestad en la toma de decisiones con sus artículos ociosos y de lento movimiento para comercializarlos con otras homólogas y darle una salida a los mismos, manteniendo el orden de prelación establecido.

Antes de la existencia del Decreto 315 era habitual que en las empresas y unidades presupuestadas se encontraran dispersión de los inventarios. También era una característica la inexistencia, en sentido general, de una estrategia planificada para la movilización y reducción de los mismos o su venta en el mercado minorista.

En rueda de prensa celebrada este jueves en la sede del Mincin, los funcionarios de ese ministerio, destacaron cómo existían empresas que tardaban hasta ocho meses en declarar un inventario ocioso o de lento movimiento; amparándose en barreras burocráticas y excesivos niveles de aprobación, que alargan el proceso.

Para Julio Corso, especialista del centro de Investigaciones y Desarrollo del Mincin, la aparición de los inventarios ociosos y de lento movimiento son una consecuencia y no una causa, pues “surgen de una inmovilización de los bienes porque existe una deficiente gestión del inventario”.

Ahora con el Decreto 315 se obtienen innumerables ventajas que tienen que ser explotadas por los empresarios. Entre ellas sobresale la ampliación y reordenamiento de la red de venta minorista de productos ociosos y de lento movimiento a personas naturales y jurídicas. Así como la autorización para la comercialización mayorista de este tipo de artículos, a precios por acuerdo, a entidades estatales y no estatales.

De igual forma, aquellos productos que no tengan salida, una vez agotadas todas sus posibilidades comercializadoras tendrán un destino final que van desde la recuperación como materia prima, despiece o destrucción total del mismo en coordinación con los organismos que corresponda según el caso, cumpliendo los mecanismos de control establecidos.

MÁS QUE UN INTERMEDIARIO

Foto: Jose M. Correa

Otro de los cambios introducidos por el Decreto 315 es que los órganos, organismos, las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) y las entidades, en correspondencia con lo establecido por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y el MFP, determinan y aprueban el destino económicamente útil de los inventarios y se facultan, siguiendo un orden de prelación.

Primero se autoriza su comercialización de forma mayorista dentro de la rama; además, pueden rebajarse los precios de forma progresiva para facilitar su venta. De no tener salida el producto existe la posibilidad de declarar el carácter ocioso del bien, desde la estructura de base a la nacional.

Entonces, el dueño del bien puede realizar su comercialización fuera de la rama. De proseguir la misma situación dentro o fuera del sector, él como gestor en su organismo una vez agotadas todas sus posibilidades de venta mayorista, solicita a la entidad especializada del Mincin —CEDIPAD—, la gestión de comercialización de los inventarios de bienes ociosos y de lento movimiento.

Y es que CEDIPAD —empresa Comercializadora de Tecnologías de la Información— tiene la misión de potenciar la gestión de venta en la comercialización de estos inventarios.

“Nuestra empresa es un actor intermediario del dueño del producto. Lo que hacemos es buscar por todo el país un cliente posible. Asumimos la tarea de gestionar los inventarios ociosos y de lento movimiento cuando se agotan las demás posibilidades”, refirió su directora Bárbara Tamayo.

Más adelante, la funcionaria abundó que ellos comercializan el producto de forma mayorista, “de no posibilitarse su salida se coordina con los órganos y entidades la colocación de estos bienes en la red minorista. De persistir la situación ellos emiten un certificado de inventario No comercializable, una vez concluida la posibilidad para su venta".

Otro de los servicios que oferta CEDIPAD es la asesoría y consultoría mediante la aplicación Web denominada CILMO a la cual se puede acceder a través del enlace www.cilmo.cinet.cu. Con la nueva herramienta se facilita la gestión de los inventarios de las empresas del resto de la economía nacional, sirviendo como enlace de trabajo a las empresas comercializadoras de productos industriales y de servicios del Mincin.

En opinión de Miriam Pérez, viceministra del Comercio Interior, en la medida que las entidades de la economía nacional firmen contrato con CEDIPAD podrán introducir sus productos para que sean visibles para todas las empresas del país. Y a medida que las empresas cubanas reconozcan a CEDIPAD y su portal web CILMO, aumentarán sus posibilidades de búsqueda de determinado artículo.

Según datos ofrecidos porEdelys Domínguez, jefa de la Unidad Básica de Gestión de Inventarios de CEDIPAD, hasta el cierre del 2014 se contrataron con su empresa 149 organismos, declarándose inventarios por un valor de 21 millones 900 000 pesos. De ellos se vendieron 6 millones 300 000 pesos, y se notificaron como No comercializable 4 millones 100 000 CUP. El resto de los productos, apuntó, todavía se mantienen en proceso de liquidación.

“Una vez pasado el periodo de tiempo que la empresa pactó con CEDIPAD, certificamos que ya no es posible la comercialización de ese artículo”, resaltó la jefa de Gestión de Inventarios.

Granma pudo conocer que hoy CEDIPAD tiene contrato con la empresa provincial de Comercio de La Habana, y a partir de ahí se derivan los siguientes contratos de servicios con las Unidades Básicas en cada uno de los municipios de la capital para la venta de artículos ociosos y de lento movimiento en el Comercio Minorista.

Aunque CEDIPAD potencia la reducción de un alto número de inventarios, todavía es notable el desconocimiento en la base empresarial, sobre el abanico de posibilidades que oferta esta nueva forma de comercialización.

La propia viceministra Miriam Pérez dijo que hace falta sociabilizar los seminarios que el Mincin viene impartiendo. “Eso le corresponde a los directivos de cada entidad, quienes tienen que tributar en el conocimiento y cultura sobre cómo proceder con los bienes ociosos y de lento movimiento. Solo así se cumplirán los objetivos planteados. Se necesita avanzar mucho más en la difusión del conocimiento sobre lo que está legislado en estos casos”.

CAMPAÑAS A MEDIAS

El Decreto 315 recoge en sus páginas que es el Mincin quien indica las pautas para comercializar un artículo ocioso o de lento movimiento en CUP, en una provincia determinada. Para ello se tiene que consultar al Grupo Empresarial de Comercio Mayorista de Productos Industriales del propio ministerio si no existe demanda en el resto del país de ese artículo.

“Si el Grupo Empresarial dice que hay demanda en una provincia se tiene que trasladar el producto para esa región. De responder el Grupo Empresarial que no hay demanda, entonces se le rebaja su precio para su comercialización”, enfatizó Miriam Pérez.

La funcionaria, además, destacó que el director de Comercio Minorista puede autorizar, desde el año pasado, la rebaja de precios de los productos ociosos y de lento movimiento presentes en sus inventarios, excepto aquellos que forman parte del programa agropecuario y de materiales de la construcción.

Las entidades facultadas para ejercer el comercio minorista, seleccionan de su red de locales las unidades que comercializan los inventarios ociosos y de lento movimiento, ya sean tiendas, departamentos o áreas, para tales efectos, en todos los municipios.

Sin embargo, hoy se trabaja en hacer una identificación uniforme de estos centros, así como en el desarrollo de campañas publicitarias del lugar donde se venderán los artículos, dijo Edelys Domínguez.

“En el caso de las tiendas minoristas, perseguimos que se proyecte una misma imagen para que el público se identifique con ese local, área o departamento donde se encuentran los inventarios”, señaló la funcionaria de CEDIPAD.

Otro de los acápites que los directivos tienen que pulir se relacionan con las nuevas reglas, las cuales definen un grupo de conceptos (bienes de consumo, ciclos de venta, reaprovisionamiento, rotación, etc.) que le permitirá a los encargados de los inventarios, evaluar la eficiencia o no de los mismos. De ahí la importancia de reconocer cuáles son los indicadores óptimos en las empresas de manera general, así como realizar un estudio cualitativo de los artículos, además del cuantitativo característico.

“Hay una serie de análisis de inventarios que los empresarios, directivos y jefes de unidad tienen que aprender a dominar, y a los que hasta el presente no estaban acostumbrados. Este Decreto abre numerosas puertas, las cuales tienen que ser explotadas. Para 2015 se tiene que lograr un impacto mayor y mejor. El producto hay que visualizarlo, clasificarlo y ponerlo en circulación”, puntualizóMarlene Nodal Rivas, subdirectora general del Grupo Comercializador de Productos Industriales del Mincin.

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