HOLGUÍN.— Trasladado a una instalación recién reconstruida, el Centro Auditivo de la provincia recibe elogios de los pacientes, entre ellos, el de Mirna Rodríguez, a quien le agrada la amplia e iluminada sala de recepción.
También reconoce la atención que recibe de los especialistas, en particular de la técnica Dalila Otero Almaguer, encargada de tomar las impresiones de los moldes que sostienen las prótesis auditivas. “Tiene mucha paciencia y pasa por alto el mal humor que muchas veces nos causa no poder comunicarnos con facilidad”.
La especialista agradece las palabras de Mirna y profundiza en las características del inmueble que cuenta con un local en el que puede trabajar sin interferencia alguna, igual que ocurre con el audiólogo, el técnico reparador de los equipos auditivos y el administrador.
“Hay un espacio destinado a instalar una sala de rehabilitación, donde un logopeda atenderá a los niños que requieren de su ayuda. También dispondremos de un audiómetro moderno propio que espera ser montado. Hasta hoy las mediciones se hacen en dos existentes en los hospitales Vladimir Lenin y Octavio de la Concepción (pediátrico), en la ciudad de Holguín”.
Apenas concluye la explicación, se concentra en la atención a Ramón Guerrero Batista, un anciano de 84 años que llegó remitido desde el municipio de Banes. Verter la sustancia que se transformará en molde del oído del paciente es un acto delicado, lleno de cariño.
Como el anciano revela prisa por resolver su problema, Dalila le explica que debe aguardar algunos días, porque la impresión tomada irá a la capital del país, específicamente al Centro de Neurociencias, donde elaborarán el molde en una impresora tridimensional, “es un servicio que prestan para toda Cuba”, dice.
Antes, recuerda, hacía ese trabajo a mano, valiéndose del mismo material empleado en las prótesis dentales. De igual modo la entusiasma el propósito de echar a andar un nuevo laboratorio, lo cual será realidad muy pronto, porque, igual que sucede con el audiómetro, los equipos ya están en el inmueble y aguardan la llegada, desde la capital del país, de los especialistas responsables de ponerlos en uso.
Alegre por los cambios presentes y por los que están en planes objetivos, el técnico en electromedicina Leonardo Rodríguez Vázquez está de acuerdo con el advenimiento de una etapa de crecimiento cualitativo para la entidad.
“En los últimos tiempos asistí a cuatro entrenamientos en el Centro de Neurociencias para dominar la tecnología que Cuba adquiere progresivamente para instalar en varias provincias. Estoy apto para ensamblar o reparar los dispositivos auditivos internos, o sea, aquellos que por su pequeño tamaño pueden colocarse en el interior de los oídos de las personas que los necesiten”.
Expresa que tanto esas prótesis como las del tipo exterior se regulan actualmente por computadoras. “El audiólogo tiene a mano un programa al que introducen los resultados de las audiometrías. Así se reduce el margen de error que a veces provocan las acciones manuales”.
Dalila y Leonardo aseguran que si el Estado garantiza los dispositivos para los pacientes, compra nuevo equipamiento y se preocupa por crear condiciones de trabajo, en el servicio que prestan no puede faltar el buen trato a las personas.








 
     
    










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Onis Terrero Hernández dijo:
1
1 de enero de 2015
11:30:08
Federico dijo:
2
2 de enero de 2015
17:32:09
elizabeth veronica dijo:
3
16 de febrero de 2016
01:40:24
Zolaida Alba dijo:
4
17 de enero de 2017
18:20:40
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