Lo que tiene por delante Mayabeque es un compromiso azucarero de altos kilates. Después de reiteradas zafras sin cumplir el plan, caracterizadas por la baja eficiencia, sus tres centrales esperan darle un vuelco al marcador e iniciar una nueva etapa.
El licenciado Pedro Humberto Báez Hernández, director de la empresa azucarera de la provincia, declaró a Granma que una valoración, central por central, de lo que sucedió en la campaña anterior permitió elaborar un programa que profundizó en los puntos más críticos de cada industria.
Por lógica, acotó, el énfasis mayor, dado el monto y complejidad de las reparaciones e inversiones y su decisiva influencia en el territorio, se concentró en el Héctor Molina, debido a sus pobres resultados.
Los trabajos que allí se desarrollan tienen la misión de dejar el sistema listo para comenzar operaciones el 13 de diciembre y terminar el 17 de abril, favorecido por el rendimiento agrícola que les da caña para 120 días. Si todo se comporta bien, en este periodo pudieran alcanzar las 54 966 toneladas de crudos y 37 281 de miel final.
El Héctor Molina dedicó parte de sus recursos a fortalecer el potencial humano mediante seminarios de entrenamiento y capacitación, y aprovecha las experiencias y la asesoría de veteranos que, en otros tiempos, fueron baluarte del ingenio y protagonistas de grandes producciones.
La selección de los cuadros capaces y preparados y una organización más acabada son exigencias para evitar que, como ha sucedido en los últimos diez años de zafra, el gigante de San Nicolás de Bari se vea obligado a sustituir al director y cuadros de importancia por el deficiente trabajo en igual número de zafras.
Al frente del colectivo está ahora la joven Mislai Solano Acosta, promovida por su destacada labor en un punto vital para la eficiencia: el laboratorio. Ella le concede importancia estratégica a tener cubiertas las plazas de jefes de turno, la disposición del resto del personal que manejará la fábrica y la disciplina y estabilidad durante el proceso.
En la pasada zafra, el Héctor Molina estuvo entre los más críticos del país por el bajo aprovechamiento de la capacidad potencial, altas pérdidas de azúcar en sus indicadores al unirse a la lluvia y un excesivo abanico de problemas en la industria.
El director de la empresa del territorio, que comprende, además, a los centrales Comandante Manuel Fajardo y Boris Luis Santa Coloma, ponderó el retorno de trabajadores que se habían marchado, en especial del Héctor Molina, motivados ahora por las perspectivas de ver un horizonte más claro y disponer de materia prima para moliendas superiores.
Señaló que el Manuel Fajardo está casi listo y el Boris Luis Santa Coloma, único cumplidor de la provincia, muestra un positivo estado cañero de 56 toneladas por hectárea.
Sería interminable enumerar cada objeto de obra, bastaría subrayar que en la búsqueda de mayor eficiencia y de subsanar debilidades fabriles y de operación, se han invertido más de nueve millones 929 000 pesos.
Afirmó que la estrategia es que sus tres centrales aparezcan en este 2014 entre los 20 primeros que se integren a la zafra, y responder así a la confianza depositada en ellos.
Por la ubicación de parte de sus cañas en zonas bajas, es necesario que la arrancada, según lo establecido por el Grupo Azucarero Azcuba, sea puntual y de calidad y que cumpla la norma de molienda diaria para ganarle tiempo al calendario.
COMENTAR
MulatiZima GR dijo:
1
30 de octubre de 2014
08:58:38
Cary dijo:
2
30 de octubre de 2014
08:59:05
Rogelio dijo:
3
30 de octubre de 2014
09:37:21
chavez dijo:
4
30 de octubre de 2014
13:13:14
az-445 dijo:
5
30 de octubre de 2014
15:25:08
Responder comentario