ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Romero, Rodolfo

La voz de Sonia Alicia Fariña Batte serviría para narrar los cuentos más tiernos y profundos de Eduardo Galeano. Su peculiar acento paraguayo y su cadencia maternal hechizan. Pero ella no es narradora de cuentos: estudió medicina en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), se graduó este año y ahora regresa hacia Alto Paraná, su ciudad natal, que está a unos minutos de las fronteras con Brasil y Argentina.

Su novio, cuatro años menor, recién ha cumplido los 26 y también se gradúa de Cien­cias Médicas. Se conocieron en Cienfuegos, donde ambos compartían universidad. Él se llama Alihuen Antileo García, es mapuche-chileno y vive en Santiago de Chile. Después de seis años viviendo en la Isla, los recién graduados comparten sus experiencias y opiniones.

—¿Por qué deciden venir a estudiar a Cuba?

Alihuen: En Chile la posibilidad de estudiar en la universidad no existe para la gran mayoría de la población. Yo pertenezco a un sector que no tiene concepción de clases. Mis padres son luchadores sociales, padre mapuche y madre chilena; siempre hubo una cercanía familiar con Cuba. Por eso decidí venirme acá a estudiar medicina, por lo que significan los servicios médicos cubanos. Sin menospreciar la salud en Europa, el sistema público en Cuba es un referente a nivel mundial. Todo eso me llevó a optar por las becas de la ELAM.

Sonia: Yo trabajo desde los 14 años. Allá en Paraguay limpiaba casas, cuidaba niños… Cuando terminé el colegio estuve un año sin estudiar. Yo tenía claro que quería estudiar algo relacionado con la medicina. Entonces cambié de trabajo y así conocí a un grupo de personas que pertenecían al Movimiento José Martí en Paraguay y eran simpatizantes del Partido Co­munista. Fue gracias a ellos que supe que existía la posibilidad de estudiar en Cuba.

—¿Cuán diferente fue la Cuba que imaginaban antes de llegar y la Cuba que conocen ahora, después de haber transitado por sus calles?

Sonia: Uno nunca se imagina la alegría de los cubanos, no llegas ni a pensar cómo es su día a día. Afuera crees conocer lo que es Cuba, pero cuando interactúas con ellos cambias totalmente tu concepción.

Alihuen: En mi caso, por ejemplo, idealizaba mucho a Cuba. Leí sobre su historia desde pequeño, por mis padres. Me gustaba mu­cho Martí. En general fue la opinión de mis familiares la que me hizo formar un ideal. Fue fantástico chocar con su realidad, no solo por las experiencias que adquirí, sino también por haber encontrado aquí a mis maestros políticos. Ahora sigo creyendo mucho en el proceso socialista, pero me llevo también una mo­chila con lo que no quiero que sea el socialismo.

—Vivir en Cuba supone placeres, disgustos, asombros…

Alihuen: De las cubanas y cubanos me encantó su alegría, su capacidad de entregarse, sus conversaciones, los abrazos, la forma de compartir todo lo que tienen. Me gustaron sus cuerpos, el físico, es una mezcla hermosa, son muy lindos, las cubanas y los cubanos. Me asombró mucho la cantidad de mensajes, la propaganda. En la vida moderna no hay una pausa para un pensamiento, para una reflexión.

Sonia: La capacidad de abrirte las puertas de su casa y no sentir desconfianza ni miedo. El querer compartir siempre el plato de comida. En los hospitales se dejan examinar una y otra vez con tal de que los estudiantes aprendiéramos. La primera vez que sentí el mar, así con toda su inmensidad fue en Cuba. También tienen mucho acceso al arte, van siempre al teatro, al cine.

“No me gustó que hay quienes no siempre saben valorar lo que tienen y todo lo relacionan con las necesidades materiales. En nuestros países todo es más agresivo. La educación, la salud, la seguridad social… aquí yo regresaba de madrugada por la calle hasta la universidad… eso allá es impensable”.

—¿Cuál fue el momento más difícil de estos 6 años?

Sonia: ¡El examen estatal! (se ríe). El mo­mento más difícil es este. Recoger mis cosas, pensar en todo lo que dejo atrás e ir a insertarme en mi país, que ha cambiado mucho en los últimos seis años. Es como volver a empezar, pero con una mentalidad y objetivos distintos.

Alihuen: Para mí fue el primer mes, porque sabía que no volvería en años a Chile y siempre he sido muy apegado a los sentires de mi país: sabores, ruidos, olores… La patria es donde están tus sentidos. Aquel primer mes fue duro, extrañaba mucho… Es un sentimiento que nunca pasa, pero que con el tiempo empieza a ser soportable.

—¿Cómo se las arreglaron para seguir ligados a sus luchas políticas aquí desde Cuba?

Alihuen: Cuando llegué a la ELAM encontré mucha diversidad y una caja de conocimientos impresionantes. Muchos de mis compañeros procedían de diferentes movimientos: sindicalistas, farabundistas, antiguos colaboradores tupamaros, pastores por la paz… Tra­bajé mucho primero en la directiva de la Junta Estudiantil de la ELAM y cuando pude entrar en la FEU lo hice desde allí, aunque debo decirte que su sentido de la militancia no es igual al de las organizaciones estudiantiles latinoamericanas que yo conocía. Entonces me integré a otras organizaciones nacionales de chilenos y de mapuches, como la Coor­dinadora de estudiantes chilenos y pueblos originarios en Cuba y la Asociación de médicos egresados de la ELAM. Cuando fui en las vacaciones me vinculé allá al movimiento estudiantil, para aportar desde donde podía, y no pasar seis años en Cuba y desaparecer del tejido social de mi país.

Sonia: Yo no pertenecía a ningún movimiento en específico cuando vine. Ya en Cuba empecé a participar en eventos, talleres de formación política… eso e interactuar constantemente con el pueblo cubano, creo que esa fue la mejor escuela.

—Para dos jóvenes latinoamericanos, ¿qué significa estudiar y graduarse de la ELAM?

Alihuen: Graduarse es el término y el principio de algo muy significativo. Me pasó algo en Cienfuegos cuando fui a devolver los libros y las sábanas. La compañera del almacén me preguntó qué me faltaba por devolver. “Todo”, pensé. Porque es con eso que me voy de Cuba, con TODO. Yo aquí en Cuba me hice latinoamericano. De vuelta a Chile no es ser médico, para eso hay que seguir estudiando. Yo seré médico después de cinco o diez años. Por el momento soy un trabajador social. Hay que devolver todo el agradecimiento que ahora mismo siento.

Sonia: La ELAM significó vivir la experiencia y saber que todo es posible. Ver que hoy mis 88 compañeras y compañeros paraguayos sentimos lo mismo. Fue la posibilidad de que decenas de madres y padres humildes del Paraguay tuvieran la posibilidad real de tener un médico en la familia. Sin dudas, era la meta más grande.

—¿Cuál es el próximo paso?

Sonia: Primero, revalidar el título. Debo hacer un mes de farmacología epidemiológica y cinco meses de servicio social para poder ir entonces a trabajar en la salud pública, en consultorios, en las comunidades. Es el momento de entregarme a mi pueblo. Yo terminé de recibir, ahora debo hacer que el sueño de otros se cumpla.

Alihuen: Revalidar también. Allá es complejo porque el Colegio Médico representa la élite de la medicina exclusiva para los hijos de papá… Pero se va a hacer. Hay que demostrar lo que aprendimos en Cuba. Luego me insertaré en una comunidad como parte de un proyecto en el que pretendemos elevar los indicadores de la salud en cinco años y así demostrar que somos mejores que el Colegio Médico. También realizaremos trabajo político en el gremio de la salud para sumarnos a lo que piensan otros compañeros y avanzar por un Chile mejor.

—En síntesis, Cuba fue para ustedes…

Sonia: Cambio, asumir responsabilidades sociales, alegría, mucha alegría, el amor a los seres humanos.

Alihuen: Humanización personal, expresar mi amor, creer en la solidaridad, un poquito más de madurez política.

Nos despedimos con un abrazo, intenso, abrazo de camaradas. Es un placer, dice él mientras ella me comenta con voz pausada: “Si de verdad puedes publicar la entrevista, sería bueno que escribieras en algún lugar, en nombre de las dos mil personas que hace seis años llegamos a Cuba: ¡Gracias Fidel! ¡Gracias pueblo cubano! Ponlo así, en letras bien grandes”.

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Leonardo Blanco dijo:

1

7 de octubre de 2014

07:40:58


Linda y humana entrevista. Uno siente que ama a su patria cuando de ella se esta lejos no sólo para aprender y amar, sino por problemas económicos también. La doble moneda ha hecho mucho daño social y económico a la familia cubana. Negar eso es negar la existencia de una realidad que duele y golpea a la familia cubana Felicidades al periodista y los nuevos médicos que tendrá Paraguay y Chile Aprender y amar son dos cosas que no hacen daño a nadie Que viva La Paz

sonia dijo:

2

7 de octubre de 2014

08:24:55


El agradecimiento es lo mas bello de un ser humano, Estos estudiantes de medicinas ya graduados en su entrevistas se ven que estan veraderamente agradecidos por los estudios recibido en la Bella Isla, que brinda tantas oportunidades no solo a sus ciudadanos sino a muchos de todo el mundo, que en sus paises no tienen esas oportunidades de hacerlos solo por pertenecer a otras capas sociales y no a la elites de las minorias...Pero ahi estan ya graduados como medicos y ahora salen a sus paises como doctors de primeras, porque los medicos cubanos son reconocidos en el mundo como los mejores, son los unicos que salen a salvar vidas humanas,con amor, principios y dignidad...Esos galenos de otros paises graduados en Cuba, seran en un future los mejores en sus paises y seran ellos los que les daran una ensenanza con etica y profecionalismo a los demas...Muchas felicitaciones...

Zugor Seg. dijo:

3

7 de octubre de 2014

08:25:42


Gracias a Uds., por permitirnos ser mejores, por recibir lo que tenemos y compartirlo a otros en proyectos sociales dignos en sus respectivos países. Gracias a Uds. por ser quienes son, por ser cómo son y cómo serán, útiles a la Humanidad, a sus pueblos, a los que nada les sobra y mucho les falta, menos el amor y cuidado Uds. darán.

er dijo:

4

7 de octubre de 2014

08:56:01


Muy buena entrevista. Gracias.

ivan dijo:

5

7 de octubre de 2014

11:38:59


Sot medico graduado en Cuba gracias a su pueblo y la revolucion. Comparti buenos momentos con el companero Alihuen y sin dudas que desde que llego mostro su gran capacidad humana y de liderazgo. Nunca sera suficiente lo que hagamos para devolver lo que Cuba nos dio y sigue dando (en mi caso sigo estudiando MGI en la hermosa isla); tenrmos una deuda moral que solo la pagaremos actuando con amor en cada paciente y acto medico, ya que de por vida seremos los medicos cubanos en nuestros paises. Muy orgullozo de confirmar dia a dia que somos muchos los que creemos en un mundo mejor, mas justo, y por ende por el socialismo... Gracias Granma por publicar dicha entrevista, que sin dudas nos representan a miles de latinoamericanos, ya que sin dudas es como regresamos a nuestros paises...GRACIAS CUBA!!!

Margarita dijo:

6

7 de octubre de 2014

12:34:50


Hermosa nota, que lindo que reconozcan lo dado por la revolucion. Fantastico que su pasada por Cuba los haya hecho ser latinoamericanos!!

ENRIQUE R. BALDOQUIN dijo:

7

7 de octubre de 2014

12:36:07


ESTO ES EL VERDADERO SOCIALISMO MARXISTA-LENINISTA.APRENSA EN EL MUNDO,PARA QUE LUCHEN CONTRA EL CAPITALISMO Y POR EL SOCIALISMO,LA UNICA ESPERANZA DE LA HUMANIDAD. CUBANO-AMERICANO DE MIAMI

Rodolfo Romero Reyes dijo:

8

7 de octubre de 2014

14:28:36


Cuba forma,medicos,deportistas,maestros,y solidaridad,,con el mundo,,para el buen vivir,de los pueblos,sin anteponer condiciones,, Mientras otros,,forman paramilitares,entrenan tropas,combatientes ,,malos y segun ,,,buenos,,,,para las guerras,y las destrucciones,.,y materiales,, Cuba,,,no dar lo que nos sobra,,,,Sino,,,compartir lo que tenemos,, Jorge Gomez,,,10/07/2014...11am

liza lopez olivella dijo:

9

7 de octubre de 2014

14:32:53


Con muchísimo sentimiento leer la experiencia de éstos jóvenes, soy promoción 86 formada como médica - anestesiologa, agradecida eternamente con la formacion integral revolucionaria, en un pais de ultraderecha como es Colombia .Todo lo que soy se lo debo a la revolucion cubana . Lo que queda apoyar a los compañeros jóvenes cuando regresan en la ubicacion laboral. Es complicado muchas veces. Pero con la consigna de "Palante".

Daniel dijo:

10

7 de octubre de 2014

14:51:29


Es una entrevista muy bella ,ahora les quedaria mucho por hacer ,palante ,

carlos agustin gonzalez gonzalez dijo:

11

7 de octubre de 2014

17:48:29


!!! HERMOSO !!!

Kaz dijo:

12

8 de octubre de 2014

10:44:57


tuve la oportunidad de compartir con Ali y Sonia. la impresión que me llevé de los dos avala la creencia de harán mucho por sus pueblos. muchas gracias por eternizar la esperanza de un mundo de personas mejores.

Dra. Hidalgo dijo:

13

8 de octubre de 2014

19:50:13


Wow!... Recordar todo esos momentos y vivencias es ùnico, Cuba siempre en el corazón!... Es verdad somos muchos los compartimos este sentimiento. Viva Cuba la bella!!!..

jonathan dijo:

14

9 de octubre de 2014

12:49:34


Un saludo grande para la provincia de cienfuegos y esos compañeros que tanto se compartió y vivió en la universidad así tiene que ser el legado de una cuba tan bella gracias por todo comandante gracias por todo cuba bella.

mariusky del rio dijo:

15

9 de octubre de 2014

15:53:07


Realmente muy linda entrevista.. es imposible no emocionarse al leer lo que piensan estos jóvenes médicos de los cubanos. Es imposible no identificarse con ellos cuando hablan de sentir esa hañoranza por lo suyo, por su familia. Es imposible para quien está lejos de Cuba no pensar en lo que dejamos...ningún dinero del mundo paga nuestro trabajo y sacrificio.

ana hernandez dijo:

16

9 de octubre de 2014

16:33:07


Gracias cuba por el Imenso apoyo por abrirnos las puertas de ese pais tan bello por formarnos como medicos gracias pueblo cubano por sus apoyos Dios bendiga grande y poderosamente cuba .....como la extrano

Janela García Aguirre dijo:

17

12 de marzo de 2015

13:26:53


hermosos y valerosos jóvenes que reafirman el sentido humanitario que debe tener la medicina, aquella que aprendieron en esa bella Cuba. Infinitos agradecimientos por formar de medico y como un ser humano integral a mi hijo Alihuen. Ellos pondrán sus conocimientos al servicio de los más necesitados de Chile y Paraguay. La entrevista me llena de emoción, mi gratitud para Fidel y Cuba con su linda gente y también a Sonia que acompaño en ese proceso a mi querido hijo. Que viva la solidaridad de Pueblo a pueblo, Viva Cuba, Paraguay y Chile. Janela García Aguirre