
Potencial infinito de creatividad laboral por una economía sostenible, irradiará la Primera Conferencia Nacional de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), cuyas sesiones finales tendrán lugar este martes y miércoles.
Más de 110 mil innovadores y racionalizadores estarán representados en estas jornadas que resumirán las deliberaciones de casi un año de examen de su labor.
Un aserrío de 1904 funcionando, un equipo paralizado que vuelve a andar, un ómnibus de baja recuperado, implementos de esgrima fabricados con aval internacional, piezas de goma y plástico producidas con material desechado…, cientos de ejemplos llenarían esta página y muchos con un relevante efecto económico, a veces lamentablemente desconocidos.
De resultados y contratiempos, pero sobre todo, de la disposición de sus asociados a brindar mayores aportes, habla para Granma Alfredo Machado López, presidente de la ANIR, quien no duda en afirmar que se saldrá de la Conferencia con mucho optimismo y más trabajo.
El proceso asambleario permitió analizar la labor de la organización en los más de 11 mil Comités de Innovadores y Racionalizadores, los municipios y provincias, fundamentalmente aquellas cuestiones que limitan su actividad, explicó.
Se evaluaron cientos de experiencias en la base, que propiciaron apreciar cómo de manera casi increíble, con pocos recursos y muchas limitaciones, los innovadores se sobreponen y dan soluciones que representan una contribución importante a la economía y la defensa. ¿Cómo estas personas con su ingenio, pueden mantener la vitalidad de una fábrica, un taller, un equipo…? La respuesta, agregó, está en lo que dijo un obrero del Complejo Lácteo: la principal pieza de repuesto es la voluntad de los trabajadores de resolver el problema.
Aclaró que en esos encuentros, junto a la disposición de mantener su trabajo y aportes, estuvieron también justos reclamos de atención a los problemas que restringen ese querer hacer y dar más, y en tal sentido, el insuficiente apoyo institucional es clave.
Sustentó la afirmación en unos pocos elementos: la Ley 38, de las innovaciones y racionalizaciones, de 1982, está urgida de una actualización para atemperarla a las transformaciones económicas, pero es una legislación vigente que hay que cumplir; sin embargo, de 1 305 entidades principales definidas con sustancial actividad innovadora, al cierre de julio último, 504 no la aplicaban, de ellas 168 que se encuentran en perfeccionamiento empresarial.
No obstante, reconoció, es evidente que durante este proceso ha habido una toma mayor de conciencia del papel de los innovadores, lo cual se expresa en la participación de los propios cuadros de la CTC y los sindicatos, de los directivos empresariales, los organismos y las autoridades en los territorios, que ha posibilitado generar mayor comprensión de su importancia. Un solo ejemplo: en unos meses Sancti Spíritus se convirtió en la primera provincia con todas sus entidades aplicando la Ley.
Hablar sin rodeos, plantear las dificultades, exigir por los derechos legislados, demostrar su efectividad con innovaciones después de un año de aplicadas y factibles de generalizar, identificar autocríticamente las fallas en el funcionamiento interno, han sido credenciales indiscutibles que, de seguro, tendrán expresión palpable en los acuerdos que adopte el venidero evento.
No reclamamos espacios para la ANIR, precisó, defendemos la política de los Lineamientos, empezando por la planificación, que proyecta e intenta prever el aseguramiento material y financiero de los planes económicos y por ende, de lo que hay que garantizar para resolver los problemas y lo que correspondería a los innovadores, si se les garantiza lo que requieren.
Un grupo de Lineamientos se refieren al ahorro, sustitución de importaciones, incremento de la productividad, fabricación y reparación de piezas de repuesto; son los fundamentos en que se basa nuestra labor, para lo que debemos definir, impulsar y fortalecer nuevas vías para estimular la creatividad de los colectivos laborales y fortalecer su participación en la solución de los problemas tecnológicos de la producción y los servicios.
Se refirió a la renovación de cuadros en las estructuras de la ANIR; a errores conceptuales cometidos, como el de masificar la membresía, que fue depurada con un carácter cualitativo. Un resultado demuestra lo que esto significó: en el 2007 el efecto económico de las innovaciones, según la Oficina de Estadísticas e Información, ascendió a 213 millones de pesos, en el 2013, con el 52 % de los asociados de entonces, fue 3,8 veces superior.
Todos estos asuntos, incluida la remuneración y reconocimiento que real y legalmente corresponde a los innovadores, estarán en el centro de la Conferencia Nacional, concluyó, y si algo distingue su programa, es que los delegados por sector se van a reunir para discutir las insatisfacciones y problemas con su dirección sindical y los directivos de sus sectores.
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MBC dijo:
1
6 de octubre de 2014
01:40:57
Geo Bol dijo:
2
6 de octubre de 2014
07:39:39
Severo Morejón Borjas dijo:
3
6 de octubre de 2014
08:16:48
ddd dijo:
4
6 de octubre de 2014
08:53:44
elena dijo:
5
6 de octubre de 2014
11:08:18
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