HOLGUÍN.—Los campesinos no debemos olvidar que la Revolución, a través de la Reforma Agraria, puso la tierra en nuestras manos, un anhelo que costó vidas y años de severa lucha, aseveró Rafael Santiesteban Pozo, miembro del Consejo de Estado y presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, quien asistió aquí a la ceremonia de imposición de la medalla Romárico Cordero y la distinción Antero Regalado a productores agrícolas destacados.
El dirigente resumió así un intercambio con la prensa, en el que abordó aspectos de la etapa preparatoria del XI Congreso de la organización, evento a desarrollarse durante los días 15, 16 y 17 de mayo del próximo año y que tendrá en cuenta los intereses de sus 390 000 asociados y lo mucho que se debe hacer para elevar su rol en la producción de alimentos, a partir de reservas por explotar en los campos.
“En el país hay 3 361 cooperativas, entre las de Producción Agropecuaria y las de Créditos y Servicios. Nuestro sector es responsable del 70 % y hasta al 90 % de la producción de granos, leche, carne y hortalizas. Sin embargo, el aporte debe ser mayor porque los resultados no protegen las necesidades de la economía”.
Para asegurar el Congreso, dijo, hay previstas varias acciones, entre ellas la realización de asambleas de balance, con un calendario que contempla las de las cooperativas desde mediados de noviembre de este año hasta febrero del próximo. “Seguidamente se efectuarán las de los municipios y en marzo las provinciales”.
Comentó que la organización se ha planteado fortalecer el funcionamiento de la vida interna mediante el incremento del papel de las estructuras de dirección. Asimismo, desea dar mayor vitalidad al trabajo conjunto con el Ministerio de la Agricultura, el grupo AZCUBA, la Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación de Mujeres Cubanas y otras entidades, con el fin de elevar los volúmenes productivos y al mismo tiempo adquirir mayor responsabilidad social.
“Un deber inaplazable es vigorizar la atención a los campesinos y familiares, establecer mayores vínculos con ellos y seguir cultivando los valores para defender la esencia revolucionaria del sector. Se trata de proteger la unidad y la solidaridad”.
Al pasar revista al trabajo en general de la ANAP, confirmó la incorporación de 65 000 mujeres a la asociación, lo cual tomó impulso con la entrega en usufructo de tierras estatales, proceso efectuado sin distinción de sexos. Así consideró significativo que 300 compañeras son presidentas de cooperativas y otras 5 000 se desempeñen en los cargos de vicepresidentas u organizadoras.
Rafael Santiesteban abordó la utilidad del movimiento de cooperativas y productores líderes en la aplicación de la ciencia y la técnica, que cuenta con acciones de capacitación respaldadas por convenios establecidos con más de 30 centros científicos del país.
Entre otras acciones que van por buen camino señaló el desarrollo de las prácticas de la agricultura ecológica abrazadas por un prestigioso grupo de productores promotores y apoyadas por especialistas del Ministerio de la Agricultura, ramo que ha puesto sus instalaciones docentes y fuerzas técnicas en función de elevar la preparación de los asociados a la ANAP.








 
     
    










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