ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Jose M. Correa

Como la juventud se va para no volver, hay que procurar que los poseedores de ese “divino tesoro” vivan felices y tengan una formación adecuada que les permita en el futuro ser adultos preparados y hombres y mujeres de bien.

Entre los pasados días cinco y seis de septiembre tuvo lugar el IX Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y, entre otros asuntos, en esta cita se evaluó la atención que brinda la vanguardia política juvenil a los adolescentes en el escenario de la Secundaria Básica. Las intervenciones hechas por los reunidos en la Escuela Nacional Lázaro Peña, de la Central de Trabajadores de Cuba, tuvieron como factor común la voluntad de perfeccionar este nivel de enseñanza desde la UJC.

Se habló sin formalismos, alejados de esa retórica hueca o loa fácil que a veces acompaña nuestras reuniones y debates. Y lo más importante, se reconocieron las piedras en el camino hacia ese mejoramiento a lograr, que es el primer paso para poder sortearlas o escalarlas y no dificulten la marcha.

Los participantes en el IX Pleno sabían que no se obtiene algo a costa de nada, que si queremos para nuestros jóvenes una secundaria mejor urge prestar atención y actuar sobre tendencias que reflejan vulnerabilidades en la efectividad de la función educativa en nuestras escuelas. Por ejemplo, la pérdida del hábito de estudio, que imposibilita un aprendizaje adecuado de asignaturas básicas como Matemática, Historia y Español, la inasistencia e impuntualidad a clases, el abandono escolar, el fraude académico o insuficiencias en la preparación ideológica y política.

En este último punto seguramente influye el hecho de que hay más de 200 instituciones de esta enseñanza que no cuentan con estructura política de la UJC. Constituye una tarea urgente de la Juventud y la Organización de Pioneros José Martí trabajar con intencionalidad para resolver esta cuestión nada baladí, pues el terreno que perdamos puede ser empleado por los enemigos de la Revolución. La estrategia de subversión política de Estados Unidos  es latente y está dirigida fundamentalmente a los más bisoños, como dan fe Piramideo, Zunzuneo y la formación de “líderes” con etiqueta made in USA.

Resulta viable y necesario convertir las escuelas en el centro cultural más importante de la comunidad, el lugar por excelencia en que los adolescentes encuentren su sitio, que sabemos no es el que ocupan nuestros niños ni el reservado a los adultos, pues ellos tienen necesidades propias de recreación que deben ser canalizadas. En ese sentido, en horario no docente la escuela bien podría ser espacio de baile, lugar para un concierto, exposición o cualquier otra iniciativa a la cual la UJC podría ayudar en su concreción con el concurso de los Instructores de Arte o miembros de la Asociación Hermanos Saíz de cada territorio.

Un asunto sensible, pues compromete el futuro de nuestros adolescentes, lo constituye la formación vocacional y orientación profesional. Entre las líneas de trabajo de la UJC oportunamente está atender este tema complejo que depende de la interrelación de organismos e instituciones, cuestión que se ve agravada por el hecho de que no en todas las localidades existen Palacios de Pioneros y en donde los hay, en ocasiones el estado técnico constructivo no es el adecuado.

Pero lejos no llegaríamos en pos de una secundaria mejor y una adolescencia más plena si las escuelas no tienen completado su claustro docente, con profesores que dominen su materia. Para obtener una mejor retención de educadores en las aulas es necesario estimularlos, en palabras de la ministra de educación Ena Elsa Velázquez, “hacerles ver todos los días que son importantes”. La vanguardia política juvenil puede ayudar en ese sentido, y de hecho está entre sus acciones a desarrollar acercar a los universitarios (fundamentalmente los alumnos ayudantes) a la docencia y diseñar un sistema de atención a las villas de profesores en las provincias donde existe esta modalidad.

El IX Pleno ya acabó, pero la realidad descrita continúa. Es necesario el concurso de todos, porque la enseñanza secundaria y nuestros adolescentes no pueden ser solo preocupación de la UJC, compete a la familia cubana y a la sociedad en su conjunto contribuir a quitar las molestas piedras que tenemos por delante.

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Hector dijo:

1

12 de septiembre de 2014

10:42:17


Temas como este deben ser más reflejados en el periódico, la enseñanza(y no solo la secundaria) debe ser objeto de análisis para su mejoramiento.