ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El sector manufacturero es uno de los llamados a incrementar sus volúmenes productivos para cubrir las demandas de la población. Foto: Otmaro Rodríguez

La prosperidad de Cuba pasa, entre otros aspectos, por la capacidad que tenga la industria de superar escollos en su gestión, fomentar las exportaciones y reducir los costos, especialmente de su componente importado, como apuntan los lineamientos aprobados para ese sector en el 6º Congreso del Partido.

Para ello, debe trascender de lo habitual hacia el alcance de una mayor responsabilidad social; lo que significa una acción integral que comprenda incrementar la productividad, ser rentable, atraer inversiones foráneas, generar utilidades, lograr productos y servicios de calidad, así como velar los impactos —positivos y negativos— que generan las operaciones en los trabajadores, la sociedad, las comunidades y el medio ambiente.

Una misión nada fácil si se tiene en cuenta que ese sector padece, en su gran mayoría, de obsolescencia en su infraestructura tecnológica, escasez de recursos y el escabroso acceso a las costosas materias primas a causa del bloqueo económico impuesto por el Gobierno de Estados Unidos.

Además, la industria está conminada a acelerar su ritmo productivo sin dejar de velar por los patrones de calidad, con la aparición del cooperativismo, por ejemplo, cuya gestión va ganando adeptos en la población de la Isla.

Con la intención de allanar el camino hacia esa meta, la industria experimenta desde hace casi dos años un proceso de reorganización que pretende, además, asimilar tecnologías modernas, incrementar el valor agregado de las producciones, lograr la integración de las cadenas productivas e incentivar el desarrollo de la industria local y nuevas formas de gestión.

Como una oportunidad para atraer capital foráneo para la modernización de este sector, se efectuó la 1ª Convención y Exposición Internacional de la Industria Cubana (Cubaindustria 2014) que aprovechó la aprobación este año de la nueva ley de inversión extranjera en el país, la cual apunta de manera intencionada y como una de sus prioridades al desarrollo de ese sector.

Entre sus saldos más significativos, la cita consiguió incrementar las perspectivas de la industria cubana en los planes económicos de la región, lo que implica a su vez la generación y comercialización de bienes y servicios útiles y rentables para el mercado externo.

De hecho, durante Cubaindustria 2014 fue presentada la construcción de una moderna Terminal Marítima Granelera en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, el enclave portuario que promoverá las exportaciones de bienes y servicios, contribuirá a la sustitución efectiva de importaciones, a la generación de empleos y propiciará la consolidación de la Isla como plataforma logística de primer orden a nivel internacional.

Por sus estándares de calidad, las esferas de la biotecnología, la farmacéutica y la turística ya han logrado traspasar las fronteras de la Isla y se han cimentado como opciones para la inversión foránea y la concertación de negocios con sus productos, estatus que puede ser la guía en el fomento de nuevas relaciones comerciales en programas prioritarios como el reciclaje, la fabricación de piezas de repuesto, la producción de envases y embalajes, el recape de neumáticos y la modernización y el mantenimiento industrial.

Sin embargo, para el logro de tales propósitos se requiere utilizar y controlar eficientemente los recursos, y en tal sentido la planificación, principio esencial para la construcción y desarrollo de un socialismo próspero en Cuba, cumple un importante papel.

Una acertada planificación permite reducir la incertidumbre y minimizar los riesgos, analizar la situación actual, prever posibles sucesos futuros, proponer objetivos y emprender estrategias.

Las amarras han sido soltadas. La industria cubana ha sido favorecida por las políticas trazadas por el Gobierno cubano para brindarle mayor autonomía a la esfera empresarial con vistas a lograr más eficiencia en esa actividad, por lo que solo resta enrumbar el camino hacia la potenciación del desarrollo.

La industria cubana experimenta desde hace casi dos años un proceso de reorganización que pretende, además, asimilar tecnologías modernas y lograr la integración de las cadenas productivas, entre otros retos.
La aparición de las formas de gestión no estatal obligan a una mejor acción del sector industrial, en cuanto a productividad y calidad. Foto: Otmaro Rodríguez
La industria biotecnológica y farmacéutica ahorra a Cuba más de mil millones de dólares, por sustitución de importaciones.
El turismo es la segunda actividad económica de la isla, con un movimiento de unos 2 500 millones de dólares anuales, según datos proporcionados por el sitio de Internet de Cubadebate.
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Robespierre dijo:

1

15 de agosto de 2014

15:29:48


Se me olvidaron los anos que han pasado oyendo los mismos discursos o escritos de periodistas pasados y presentes es el cuento interminable de Manana Fio,hoy no ojala que pronto podamos ponernos la Toga Viril

victor ramos dijo:

2

15 de agosto de 2014

22:29:55


... la planificación, principio esencial para la construcción y desarrollo de un socialismo próspero en Cuba, cumple un importante papel.".. Sabia reflexión del periodista, viva Cuba.