HOLGUÍN.— La Campana, una instalación de comercio fuera de uso durante largo tiempo por su deterioro, fue transformada en un moderno establecimiento operado por la cadena Caracol. Situada en el centro de la capital provincial, se distingue por sus siete departamentos, la exquisitez de la decoración y un patio interior con pérgola incluida.
Durante la reciente inauguración hubo toques de una campana real. ¡Agradable novedad!, dijeron muchos. Pero lo correcto es reconocer en los tañidos un movimiento creador en ascenso, que aleja de la mente de funcionarios políticos y del gobierno, de empresarios y del resto de las personas, esa especie de inmovilismo que se escuda en la estrechez financiera y material, aniquila el trabajo en conjunto e impide usar racionalmente lo disponible.
La certeza de no estar ante un caso aislado viene con otros ejemplos. Durante los días previos a la celebración del aniversario 61 de la gesta del 26 de Julio, los habitantes del municipio de Antilla, en estrecha colaboración con fuerzas constructoras locales y de otros territorios, participaron en el renacer de instalaciones sociales.
Así, el día de la conmemoración, en la capital del municipio se hablaba con orgullo de los dos centros comerciales abiertos para la venta de alimentos y productos artesanales e industriales, así como del nuevo restaurante-pizzería Bello Horizonte, reconstruido y decorado finamente; de un parque infantil recuperado y de la rehabilitación de las oficinas de Transporte y del Banco de Crédito y Comercio.
Entre otras cosas, el entusiasmo transformado en acciones constructivas restableció la funcionabilidad de los consultorios del Médico de la Familia en los asentamientos rurales de Vista Alegre y La Cuchilla. En este último lugar, la escuela primaria (multígrada) Carlos Marx, para 40 alumnos, tiene nueva cubierta de zinc, paredes rehabilitadas y baños sanitarios en lugar de letrinas.
Por esos días en el Consejo Popular Rural de Arroyo Seco, en la zona de Manantiales, las transformaciones fueron varias, pero la más impactante resultó la inauguración del consultorio del Médico de la Familia, hasta ese momento en un inmueble inapropiado.
Sucedió igual en el poblado de Velasco, con su nueva Casa de Abuelos para 25 personas y un combinado deportivo reconstruido que atrae una avalancha de personas, sobre todo jóvenes.
La misma reacción se repitió en la Villa Blanca de los Cangrejos, es decir, la ciudad de Gibara, porque el hospital Dr. Gustavo Aldereguía emprendió y concluyó la ampliación del cuerpo de guardia, al que le incorporaron farmacia y laboratorio. De las muchas cosas hechas en esta ciudad costera también dan constancia un bulevar estrenado en una de sus céntricas calles, la reconstrucción de los espacios del mirador La Vigía y la reparación de las terminales y paradas de ómnibus.
Meses atrás el epicentro de este beneficioso quehacer se ubicó en el municipio de Sagua, en el asentamiento intramontano de Calabazas de Sagua.
Y ahora da señales fuertes en Birán, localidad del municipio de Cueto, sede, junto al de Calixto García, de las actividades centrales de la provincia por el triunfo de la Revolución. Con esta motivación no hay quien los pare.
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Felipe Berlin dijo:
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7 de agosto de 2014
02:35:01
Omar dijo:
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7 de agosto de 2014
08:59:59
franklin dijo:
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7 de agosto de 2014
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Edy manuel dijo:
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PEDRO dijo:
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7 de agosto de 2014
10:10:54
ordoñez dijo:
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7 de agosto de 2014
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German Veloz Placencia dijo:
7
7 de agosto de 2014
15:33:06
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