Cada nuevo aniversario del Centro de Estudios Martiano se convierte en un acontecimiento por la significación que José Martí tiene para nuestro pueblo. También, en una ocasión para reflexionar sobre el camino recorrido y su proyección hacia el futuro en aras de profundizar en el legado ético, humanista y antimperialista de su pensamiento como fundamento esencial de la práctica revolucionaria.
Este jueves, quienes nos congregamos en la casa No. 807, esquina a 4, en el Vedado capitalino, no solo desentrañamos encantos, secretos y valores patrimoniales del inmueble — que hace más de un siglo vivió José Francisco Martí Zayas-Bazán, hijo de José Martí— donde fue creado, el 19 de julio de 1977 la institución dedicada al estudio, divulgación y promoción de la vida y obra del Maestro.
Allí, en un ambiente científica y académica, pero también, familiar y amistoso celebramos junto al miembro del Comité Central del Partido, el doctor Armando Hart Dávalos y otras personalidades, el aniversario 37 de la institución.
Al decir del también, director de la Oficina del Programa Martiano y presidente de la Sociedad Cultural José Martí, la labor del Centro es en estos tiempos es estratégica, al considerar que el legado intelectual de Martí es un referente ético y político para un mundo mejor.
Por su parte la doctora Ana Sánchez Collazo, directora del Centro, señaló la necesidad de convertir los espacios en diálogos martianos, al tiempo que exhortó a su colectivo a continuar trabajando bajo la prédica martiana de que “hacer es la mejor manera de decir”.
Oportunidad en la que se presentó la nueva imagen del Portal José Martí y se reconoció la labor de quienes han trabajado de manera ininterrumpida en el CEM, sin duda, un lugar en el cual se respira la impronta de intelectuales como Hart, Roberto Fernández Retamar, Fina García, Cintio Vitier, Juan Marinello, Julio Le Riverend, entre otros, que hacen crecer al Martí universal, héroe, Apóstol y Maestro.
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