
PINAR DEL RÍO.— A 15 años de que un importante programa para la protección de las tortugas marinas comenzara a ganar terreno en la Península de Guanahacabibes, los resultados son cada vez más palpables.
Además de ayudar a determinar con precisión todo lo concerniente al comportamiento de la especie, tanto en los monitoreos como en los puntos de buceo de la región, se constata un incremento de su presencia en vida libre.
Incluso, hay quienes consideran que la llegada de las hembras entre los meses de mayo y septiembre (más de 1 100 en el 2013) a depositar sus huevos en varios puntos de la costa, pudiera convertirse en un singular atractivo turístico. De hecho, el número de visitantes que vienen acá exclusivamente para ver este proceso durante la noche, ha estado creciendo en los últimos tiempos.
Para el máster en Ciencias Lázaro Márquez, director del Parque Nacional Guanahacabibes, ello indica que ha habido una significativa contribución a la conservación de tortugas verdes, caguamas y careyes.
“Todos estos años de trabajo conjunto entre varias instituciones pinareñas y del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana, para mantener una protección estricta, se expresan actualmente en el aumento de los ejemplares que se ven en la zona, y en los que llegan a nuestras playas para reproducirse”, asegura Lázaro.
Según el especialista, a través de una seria labor de educación ambiental, se logra que personas que hace dos décadas se dedicaban a la depredación, hoy contribuyan a la medición, a ubicar los nidos y contar los huevos de tortugas, en las mismas playas donde antes las cazaban.
Aun cuando la vigilancia es permanente, el especialista señaló que en el marco del proyecto de conservación, decenas de estudiantes universitarios acampan durante los meses de julio y agosto en las nueve playas de la península donde tienen lugar los mayores niveles de anidación, para apoyar las acciones de monitoreo.
Ello ha permitido reducir la incidencia de enemigos naturales, como los puercos y perros jíbaros.
Se trata de una labor altamente sensible, teniendo en cuenta lo compleja que resulta su reproducción. Tanto, que se calcula que solo entre el 2 y el 3 % de las que nacen, consiguen llegar a ser adultas.
El estudio continuo de esta zona de la península ha posibilitado, además, la identificación de otros factores que conspiran contra la reproducción de estos reptiles marinos.
Es el caso del incremento excesivo de la vegetación costera, algo que los científicos atribuyen al movimiento de la arena provocado por los huracanes.
“Concretamente, son dos especies, la llanilla y el incienso de costa, las que han tenido un comportamiento expansivo en los últimos tiempos, con el cual dificultan el proceso de anidación de las tortugas”, explica el director del Parque.
“Ante esa situación, el año pasado, a modo de experimento, se removió el 80 % de la vegetación de una de las playas y el resultado fue muy favorable. “Por tanto, para el 2014, se ha decidido extender esta práctica a otras dos, a fin de continuar su evaluación”.
De esta manera, la Península de Guanahacabibes, el único punto de la Isla de Cuba en el que se registran niveles significativos de anidación de tortugas (también ocurre en algunos cayos de nuestro archipiélago), insiste en hacer de sus playas un refugio seguro, donde estos reptiles marinos amenazados de extinción, puedan seguir defendiendo su presencia sobre la tierra.
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Canario. dijo:
1
27 de mayo de 2014
09:34:54
Edurardo dijo:
2
27 de mayo de 2014
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Alfredo Lau dijo:
3
27 de mayo de 2014
11:21:47
Rafael Manzano dijo:
4
27 de mayo de 2014
11:27:49
jayku dijo:
5
27 de mayo de 2014
11:58:32
Roberto dijo:
6
28 de mayo de 2014
11:53:02
REYNIER RODRIGUEZ HUERTA dijo:
7
28 de mayo de 2014
12:18:59
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