LAS TUNAS.— Más de 16 mil personas de la provincia de Las Tunas reciben agua mediante carros cisternas, como resultado del agotamiento de las fuentes de abasto en una temporada seca que se caracteriza por el comportamiento atípico de las escasas precipitaciones.
Autoridades locales emprenden acciones con el propósito de contrarrestar los efectos de la sequía, entre ellas la eliminación de salideros en las redes de acueducto y la reorganización de las actividades productivas para un mejor uso de los recursos hídricos.
A punto de concluir el periodo poco lluvioso, que comenzó en noviembre de 2013, las presas del territorio registran un discreto acumulado del 35 por ciento, con la situación más crítica en Jobabo, donde El Lavado, principal reservorio de la localidad, tiene una cobertura de alrededor de 40 días.
Los municipios de Manatí, Majibacoa, Las Tunas y Jobabo, son los más afectados por la sequía, aun cuando desde enero hasta la fecha los pluviómetros de la delegación provincial del Instituto de Recursos Hidráulicos registraron un índice de precipitaciones del 141 por ciento con respecto a la media histórica en igual etapa.
Gisela Pla Martínez, especialista en Hidrología de la entidad, explicó a la AIN que aunque esta temporada se comportó más húmeda que la anterior, continuó la tendencia de los últimos años al desplazamiento de las lluvias, las cuales ocurren generalmente aisladas y fuera de las cuencas hidrográficas.
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Yeini dijo:
1
8 de mayo de 2014
11:43:17
Manuel dijo:
2
13 de marzo de 2015
08:02:43
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