Los asistentes al VI Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA) acordaron ayer realizar una ofensiva ante las nuevas amenazas del imperio y del capital contra gobiernos progresistas en su intento por provocar la desestabilización en la región.
Al concluir la cita, que durante el fin de semana reunió a representantes de 181 organizaciones sindicales de 30 países en la capital cubana, los trabajadores latinoamericanos aprobaron la Declaración de La Habana, en la cual manifestaron que la integración de los pueblos es la alternativa para neutralizar los desafíos.
El documento, leído por el coordinador general del ESNA, Juan Castillo, alertó sobre los nuevos métodos no convencionales que se intenta aplicar en países como Venezuela.
En ese sentido, se ratificó el apoyo a la Revolución Bolivariana iniciada hace 15 años por Hugo Chávez y que continúa el presidente obrero Nicolás Maduro.
Los obreros latinoamericanos manifestaron una vez más su solidaridad con Cuba, y apoyaron la causa de los Cinco y se pronunciaron contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos a la Isla.
La secretaría de América Latina de la Federación Sindical Mundial, por su parte, reiteró su apoyo al propósito del ESNA de alcanzar la unidad del movimiento obrero y convertirse en un frente común de lucha.
Organizaciones sindicales de Europa, Asia y África enviaron mensajes de apoyo a los miembros del ESNA, a cuyas sesiones de dos días asistieron el vicepresidente del Consejo de Estado y miembro del Buró Político, Salvador Valdés Mesa; así como el miembro del Comité central y del Consejo de Estado y secretario general de la CTC, Ulises Guilarte De Nacimiento, entre otros invitados.



















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