
SANCTI SPÍRITUS.—La provincia espirituana superó recientemente las 1 500 hectáreas de caña bajo riego eficiente, cifra que si bien resulta discreta todavía, al menos marca un viraje en el panorama agrícola del territorio que, con las mayores reservas de agua embalsadas en el país, se mantuvo durante muchos años entre los más rezagados en materia de irrigación de ese cultivo.
Según confirmó a Granma el ingeniero Ermio Cáceres Hernández, director de Atención a productores en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, en correspondencia con los programas inversionistas que se acometen en la región, en los próximos cinco años la provincia podrá beneficiar anualmente unas 1 000 hectáreas con diferentes sistemas de riego, lo que por lógica favorecerá el necesario incremento de los rendimientos cañeros.
Decisiva para materializar esta aspiración resulta la construcción del canal La Felicidad, desde la presa de igual nombre en el municipio de Jatibonico, que además de suministrar agua al macizo cañero del sur del Uruguay —unas 4 500 hectáreas—, facilitará el riego para el programa de fomento de la soya en zonas agrícolas de la vecina Ciego de Ávila.
Cáceres Hernández destacó que el incremento registrado en las áreas con riego, particularmente en zonas del Uruguay, permitió a Sancti Spíritus plantar más de 1 100 hectáreas de caña en el llamado periodo seco (entre noviembre y abril) y convertirse en la primera provincia del país en cumplir el programa de siembra para la etapa enero-abril.
De acuerdo con la propia fuente, áreas beneficiadas con modernos sistemas de riego en la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Vega y las Cooperativas de Producción Agropecuarias Boris Luis Santa Coloma, La Reforma y Primero de Enero, todas en Jatibonico, figuran hoy entre las de mejores rendimientos agrícolas de Sancti Spíritus.
Junto a la introducción de equipos de riego por goteo y enrolladores eléctricos, el programa de recuperación cañera en el territorio incluye la inyección de moderna maquinaria agrícola, la recuperación de áreas en desuso y la limpieza y reutilización de viejos canales abandonados por décadas, todo lo cual ha venido multiplicando los rendimientos agrícolas en las áreas favorecidas.
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