ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
José Germán fue uno de los jóvenes que defendió a Cuba en Girón. Foto: Juan Carlos Dorado

CIENFUEGOS.— José Germán Martínez Regalado tenía tan solo quince años cuando se produjo el golpe artero del enemigo imperialista por Playa Girón. Se encontraba en el lugar antes del ataque, puesto que acometía labores de áreas verdes en la zona.

A la gente del sitio nos exhortaron a integrarnos a las milicias. Los 18 presentes dimos el paso. “A mi lado estaba mi padre, José Manuel, con 42 años entonces, quien fue un aliento para mí en el combate contra los mercenarios”, recuerda el combatiente.

José Germán y el resto de sus compañeros  marcharon hacia un punto intermedio, entre Playa Larga y Girón, muy cerca de la costa.

Cuenta quien entonces era casi un niño, que  sus compañeros y él se encontraban de guardia cuando entraron los mercenarios; pero los agresores realizaron la irrupción por otro sitio, de manera que ellos tuvieron que dirigirse inmediatamente hacia el área de entrada.

“Cuando fuimos para Girón, un grupo de mercenarios nos esperaba y ejecuta una emboscada. En medio del tiroteo nos tiramos a ras de suelo y para suerte encontramos una especie de trinchera. Aquello era a fuego limpio; yo tenía un M-52 y solo veinte proyectiles, o sea dos peines, mi papá un Springfiel y 25 proyectiles, los otros mi misma arma e igual cantidad de municiones”, prosigue.

José Germán afirma que se trató de un combate  desigual contra una compañía de mercenarios muy bien armada; pero “pese a mi corta edad tenía experiencia militar, porque desde los trece años estaba combatiendo bandidos en El Escambray; y además no me temblaban las piernas. Así que me fajé”.

No obstante la tenaz resistencia, el grupo fue reducido por el enemigo, y los condujeron al club de Girón junto a los demás prisioneros. Allí, narra el entrevistado, los mercenarios lo invitaron a sumarse a sus tropas y él les contestó que no traicionaba a Fidel ni muerto, porque era el único que trajo vergüenza y paz a Cuba.

Él y su padre lograron escapar, vagaron exhaustos, casi deshidratados por el monte, hasta que toparon con los nuestros, quienes les dieron agua y comida, refiere José Germán.

El miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en Cienfuegos, merecedor de las medallas correspondientes por su participación en Girón, la limpia del Escambray y la epopeya internacionalista en Angola, durante 45 años fue dirigente de base del Partido Comunista de Cuba, siempre al pie del cañón, al servicio de la causa revolucionaria.

Actualmente retirado, José Germán les inculca a las nuevas generaciones la importancia cardinal de ser fieles a nuestro inmenso legado de dignidad y resistencia, una de cuyas muestras elocuentes fue la participación de muchos muchachos que, como él, lucharon por la soberanía en Girón. Esos muchachos  demostraron que en Cuba todos combaten cuando osan atacarnos. La historia lo demuestra.

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