CIENFUEGOS.— La adquisición, por parte de la Empresa Mixta Refinería de Petróleo Camilo Cienfuegos, de un nuevo equipo para determinar la Demanda Química de Oxígeno (DQO) en la Bahía de Jagua, constituye una vía para consolidar el equilibrio entre el proceso industrial y la preservación del medio ambiente.
A un costo de 8 814 euros, la nueva tecnología —consistente en una combinación del termorreactor y el espectrofotómetro— se revierte en beneficio ecológico, al tiempo que entraña la obtención de ganancias a partir del ahorro de reactivos que el país importa.
En el Proyecto ALBA cubano-venezolano, inaugurado por Raúl y Chávez en el 2007, están de plácemes con este moderno equipo, de muy fiables resultados, el cual no solo se erige como resorte de optimización de recursos; sino además se convierte en agente de rapidez en la determinación de los indicadores a medir.
Por varios años en la Refinería (en la anterior etapa del enclave energético previa al 2007) tuvieron lugar ensayos para determinar la DQO en aguas residuales mediante las normas ISO 6060 de 1989, si bien estos se emprendían mediante los llamados métodos tradicionales, no tan fidedignos como este mecanismo.
Luis García López, director técnico de Cuvenpetrol, explicó que “con el método tradicional utilizábamos mayor cantidad de mercurio y ahora podemos disminuirlo a más del 60 %. También bajamos el nivel de ácido sulfúrico de 15 mililitros a 2,5”.
“El uso de la transferencia volumétrica, de cuatro veces, ahora queda en una, lo cual significa una disminución del porcentaje de errores. En tanto, la cantidad de la muestra se reduce de diez ml a dos. Con el sistema anterior realizaban un ensayo por hora, ahora pueden llevar a cabo 12 de manera simultánea”, prosiguió el director técnico.
PRESERVAR LA CALIDAD AMBIENTAL DEL ENTORNO MARINO

La determinación de la DQO posibilita evaluar y darle seguimiento al proceso de la Planta de Tratamiento de Residuales. En pos de comprobar si la bahía respira bien o no, una muestra debe trasladarse hasta el Laboratorio de la Camilo Cienfuegos, ahora con el referido equipo nuevo, para chequearla a fondo.
Ángel Rodríguez Quesada, director de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente en la Refinería, precisó que la planta destinada al tratamiento de residuales está diseñada para llevar a cabo dos procesos fundamentales: uno físico encargado de detectar los sólidos y líquidos acompañantes del residual y uno químico donde se arrecia el proceso de desinfectación en función de eliminar la mayor cantidad de tóxicos.
Al material que va del engranaje de lagunas de oxidación, piscinas y sistema de tratamiento en general a la bahía se le mide el PH, concentración de hidrocarburos, materia en suspensión, la Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) y la Demanda Química de Oxígeno (DQO). De este último puede inferirse la capacidad de degradación de residuales en el ecosistema marítimo sureño.
“En dependencia de los resultados de esos análisis, ajustamos nuestros procedimientos en la Planta de Tratamiento de Residuales, para cumplir siempre con la norma 521 que establece que del material contaminante solo puede existir una concentración de 75 miligramos por kilogramo. El nuevo equipamiento para los ensayos de DQO nos posibilita enfatizar en los experimentos en varios lugares del sistema y tomar medidas antes de llegar a la parte final del proceso de tratamiento de residuales”, dijo Ángel.
Feliza González Fernández, técnica de ensayo físico químico en el Laboratorio de Análisis Especiales de la Refinería, señaló que la tecnología del equipamiento es de primer mundo, y por tanto, los beneficios permiten lograr un control riguroso sobre el vertimiento a la bahía. Ahora se gana en exactitud en la determinación de la DQO, clave para los efectos de conocer la capacidad de descomposición de los desechos: sobre todo hidrocarburos.
En el mencionado Laboratorio, el nuevo equipo suma ventajas a los obreros, pues “trabajamos con un mínimo de reactivos, que a su vez ya vienen en sus pequeños tubos de ensayos. Con el sistema anterior debíamos extremar las medidas de seguridad porque era demasiada cantidad de sustancias dañinas, como el ácido sulfúrico y el mercurio”, subrayó Feliza.
Ahora no solo en la Camilo Cienfuegos, sino además en el CITMA tienen mejores puntos de referencia en la misión fundamental de evaluar (y salvaguardar) la calidad ambiental del medio circundante al estratégico objetivo económico.


                        
                        
                        
                    





    
    










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Jorge Piñon dijo:
1
14 de abril de 2014
09:16:15
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