ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Diferentes generaciones de médicos y estomatólogos se intregran en esta familia que ahora recibe con beneplácito el incremento salarial para el sector de la salud. Foto: Carlos Cánovas

MAYABEQUE.— Carlos Barrios fue un guajiro de verdad. Robusto, amante al trabajo y a la tierra. Tuvo cuatro hijos que crecieron en el “Ojo de Agua”, cerca de Catalina de Güines. Aunque para Carlos doblar el lomo y apretar la guataca era una de las cosas más importantes, soñaba con ver a sus hijos vestidos de blanco.

Roberto, el mayor, fue llamado al servicio militar cuando triunfó la Revolución, y tras concluir esa etapa apostó por otro camino. Pero Mirta, Toni y Juan Carlos (Iti) eligieron (no por obligación) complacer a su padre. Se lanzaron hacia el mundo de la medicina sin saber que el blanco los marcaría para toda la vida.

La tradición de galenos en la familia Barrios comenzó por René, un sobrino de Carlos que se hizo ortopédico. Luego Mirta ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas en La Habana, y poco después Toni e Iti, quienes estudiaron juntos desde la primaria a pesar de llevarse 17 meses de diferencia. La hermana llegó un día a casa con el título de odontóloga, más tarde fue acompañado por los otros dos que completaron el orgullo y alegría de los padres.

Pero el camino de la medicina no cesó para los tres hermanos. Tal parece que el destino se empeñó en mantener un sello que ellos han defendido únicamente con el amor que le consagran a su profesión. Lily, la hija mayor de Toni, fruto del matrimonio con Marianela Vidal (también médico), decidió por el camino de su tía Mirta. Hoy trabaja como estomatóloga en la clínica de Jaruco, conforme con una labor que años atrás no estaba en sus planes.

“Estudiar Estomatología no fue algo que quise siempre. Sin embargo, llegó un momento en el que comencé a sentir atracción por ese mundo, y eso se debió fundamentalmente a ser testigo de la relación y trato de mis padres con sus pacientes. Ellos nunca me obligaron a escoger este camino, pero de alguna manera sí me lo inculcaron”, dice Lily sosteniendo en sus brazos su bata blanca.

Beatriz, hija de Iti, ahora cursa el primer año en la Facultad de Ciencias Médicas de la provincia. Ya se suma a esta amalgama de galenos que han sabido enaltecer su quehacer, no solo mediante diagnósticos y consultas médicas.
Cuando Iti y Toni se graduaron, luego de seis calendarios en la capital, tuvieron que realizar su servicio social en la zona conocida como Bizarrón, un pequeño poblado en las afueras de Güines. Hasta en eso ambos fueron inseparables. Las anécdotas de esa etapa son incontables, pero ellos no pueden evitar callarse una.

“Imagínate ser los primeros médicos de aquel lugar. Sus pobladores desconocían que las calles tenían numeración, algo importante para nosotros a la hora de registrar los datos del paciente. Bueno, lo primero que hicimos allí fue un trabajo de censo. Nos dividimos el territorio en dos partes, y así estuvimos atendiendo a la población durante el tiempo que nos tocó estar allá”, cuentan los hermanos.

La hermana, por su parte, ha dedicado 27 años de su vida a la atención de los alumnos de la escuela primaria Camilo Cienfuegos, en San José de las Lajas. Si bien no se dedicó a dirigir, como su hermano Iti, o a la docencia como Toni, ha experimentado el placer de ver crecer a cada uno de los pequeños que tal vez hoy sonríen sin olvidar las manos cautelosas de Mirta.

“Puedo decir que la mayor guía que tuvimos vino de nuestros padres. Ellos, a pesar de no ser personas instruidas culturalmente, siempre nos inculcaron el interés por el estudio. Mis hermanos tenían que trabajar en la finca, pero a la hora de estudiar, no correspondía otra cosa. El gran sueño de ambos era que sus hijos fueran médicos, pero si hubiéramos escogido otro camino, estarían igual de orgullosos”, expresa Mirta.

Y mientras existe un huequito entre obligaciones cotidianas, la familia Barrios no exime la oportunidad para el reencuentro, para continuar contando vivencias pasadas, para seguir afianzando (con batas blancas) sus lazos de amor, que al final, es lo más importante.

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Mayra Rodriguez Cobas dijo:

1

11 de abril de 2014

10:47:47


Muchas felicidades a esta maravillosa familia de las batas blancas por la labor que siempre realizan por el bienestar de las personas, donde con profundo amor dedican su vida, siendo el sueño y orgullo de sus padres.Así lo siento porque tengo tambien una hija medico, de la cual vivo orgullosa. Muchos éxitos para estos profesionales.

sonia dijo:

2

11 de abril de 2014

13:59:49


Que orgullo leer este articulo, muchas felicidades a estos galenos y que sigan cosechando exitos en sus vidas y que sigan realizando sus labors extraordinarias por el binestar de todos..

Freddy Cruz Martin dijo:

3

11 de abril de 2014

14:21:04


Un abrazo efusivo a esta familia, en particular al Dr.Iti, amigo en lo personal. Felicitaciones a Lisandra, muy lindo trabajo y merecido. Iti es Neonatólogo, fue director municipal en Güines y Melena, trabajador incansable por resultados decorosos para su provincia. Contribuyó a la construcción del primer policlínico revolución en Güines. Solo agragar un detalle mas de esta hermosa familia ejemplo de vocación, generosidad y profesionalidad. Saludos a todos ellos y se haga extensivo a muchas que en nuestra cuba tienes iguales características. Deseo se sigan havpciendo trabajos con nuestros profesionales de la salud. Abrazos, Dr. Freddy José Cruz Martin, colaborador en Brasil.

Silvia Goicochea Martínez dijo:

4

11 de abril de 2014

20:02:28


Que agrado leer este artículo , que sea una familia ejemplo por tener personas consagradas en salvar vidas y proporcionar alegría y bienestar a otras familias. Muchas Felicidades a la familia Barrios

Enrique dijo:

5

15 de abril de 2014

13:53:54


Soy testigo de la dedicación profesional de esta familia,desde Bizarrón! Felicidades!

Irai dijo:

6

15 de abril de 2014

15:41:25


Holas, q bonita y conmovedora historia, sdos

Mastodonte dijo:

7

17 de abril de 2014

00:17:37


Esta familia es ejemplo de consagracion a las batas blanca . Yo tambien era guajiro de monte adentro y pude convertirme en medico. Es bello llevar con honor y amor esas batas blancas.

leandrafm dijo:

8

17 de abril de 2014

10:43:58


Felicidades familia que dios los bendiga

ivaldo arias cruz dijo:

9

20 de abril de 2014

10:25:10


Es un articulo peridistico maravilloso para una familia que ha dado con la formacion de estos profesionales la posibilidad a muchas personas de obtener lo mas apreciado salud. He compartido situaciones de trabajo com iti y de seguro es un profesional muy capaz y un gran amigo,al igual Tony alla en la docência en jaruco,tenho mi nino pequeno en la escuela Camilo cienfuegos hace três cursos,asi que si de alguna manera he estado mezclado com vários membros de estos guineros,saludos un Abrazo y de todo corazón los felicito.

julian rafael vera dijo:

10

21 de abril de 2014

09:49:15


Conocí a Tony y a Iti, son humildes y grandes compañeros, mis felicitaciones por continuar siendo una gran familia, y beso para Marianela otra compañera de curso, lo bueno se ajunta, saludos,Vera.desde Brasil.

aom dijo:

11

24 de abril de 2014

16:04:36


Bonita labor de ese padre que pudo encaminar a sus hijos a ejercer una profesión tan humana. felicidades.