Friedrich se refirió al manejo de estas técnicas en el sentido legislativo —a su juicio, tema poco tratado cuando se habla del control y manejo de las plagas— pues existen una serie de normas y criterios que deben ser observados y que muy pocos países recogen en su legislación nacional.
En un mundo donde el uso de plaguicidas sigue creciendo, se hace necesario aplicar normas internacionales como la certificación y el registro de equipos en buenas condiciones técnicas; inspeccionar periódicamente su funcionamiento y capacitar de manera adecuada a los operadores que los emplean, tanto de forma aérea como terrestre.
Los problemas son universales, todos sufrimos las consecuencias de los plaguicidas, la globalización del mercado nos obliga a observar esos procesos, pues las industrias nacionales ya no venden solo en su país, expresó.
En su opinión, aun cuando es ventajoso contar con tecnologías avanzadas, no resulta crucial pues pueden lograrse mejoras significativas con tecnologías corrientes usadas de forma apropiada.
En la FAO, eso forma parte del Código de Conducta sobre la distribución y el uso de plaguicidas, no se trata solamente de controlar los peligros que puedan ocasionar los químicos, sino también de manejar adecuadamente la técnica que se utiliza para aplicarlos, indicó.
COMENTAR
Responder comentario