ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La elaboración y venta de alimentos se encuentra entre las actividades con más interés en los que apuestan por esta modalidad de gestión no estatal. Foto: Granma

MARÍA Delgado es una de las cubanas que este año decidió apostar por sus dotes culinarias para lograr un desenvolvimiento económico más beneficioso. Junto a su esposo, ella abrió una pequeña cafetería con la esperanza de que sea lo suficientemente rentable como para posibilitarle una mejor vida a sus dos hijos y a su madre ya jubilada.

“Sé que no será fácil. Tengo que adaptarme a ser mi propia jefa y adquirir responsabilidad en la distribución de las finanzas en la compra de recursos y en el pago de agua, luz, gas y de mis obligaciones económicas, pero es una opción a la que me quiero dedicar para ayudar a mi familia.”

Con más o menos tiempo que María en la modalidad de trabajo por cuenta propia, existen ya en Cuba 455 577 personas hasta el cierre del mes de febrero y la mayoría, es decir el 65%, se concentra en las provincias de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, según cifras publicadas en la página web de Cubadebate.

Las actividades con más representación son: elaboración y venta de alimentos, transporte de carga y pasajeros, arrendamiento de viviendas y espacios, y trabajadores contratados asociados en lo fundamental a las primeras dos actividades.

En el 2011 cuando el Estado decidió flexibilizar esta forma de empleo solo habían 157 000 cuentapropistas en la mayor de las Antillas. A partir de ese momento las normativas que regulan la modalidad sufrieron cambios con vistas a su perfeccionamiento como la inclusión de nuevos oficios a ejercer, la legalización de actividades que en su momento no fueron contempladas en las licencias otorgadas por el gobierno y la autorización a emplear trabajadores contratados en cualquier actividad de las aprobada.

Aunque en su mayoría las personas vinculadas al trabajo por cuenta propia cumplen cabalmente las leyes institucionales, fueron detectadas como principales irregularidades un inadecuado control para el enfrentamiento de ilegalidades y la realización de actividades no autorizadas.

En la capital cubana han aumentado sostenidamente los trabajadores que se acogen a esta modalidad de empleo y como promedio se inscriben mensualmente más de 1 600 personas.

Por supuesto que ese régimen exige un modo de actuar más dinámico contra las dificultades generadas por la ausencia de un mercado mayorista y para enfrentar la evasión fiscal y la adquisición de materias primas y materiales de dudosa procedencia, derivadas de un insuficiente control del cumplimiento de lo normado.

No obstante, es reconocida ya la contribución de estos trabajadores al desarrollo de la economía y bienestar de la población, pues, según fuentes oficiales, los cuentapropistas y los cooperativistas han aumentado a un 3 % su participación en el Presupuesto del Estado, y sus aportes engrosan las cuentas de los municipios, donde residen o reciben la mayor parte de los servicios sociales.

Lo cierto es que esta modalidad se afianza como una de las alternativas para laproducción de bienes y servicios en beneficio de la población, y da la posibilidad a los cubanos de enrumbar el destino económico de la Isla con honestidad, ingenio y laboriosidad.

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