No se trata de eliminar, sino de reducir su consumo, y sobre todo elegir los productos previo conocimiento de la cantidad de sal que pueden contener.
Es este el llamado que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace a la población, bajo el lema “Lea la etiqueta, elija menos sal”, con motivo de la semana mundial de la concientización sobre este mineral, que se celebra desde el 10 al 16 de marzo.
En la campaña de este año, la OPS destaca la importancia de las etiquetas nutricionales para informar a los consumidores sobre el contenido de este producto en las comidas procesadas, “una fuente de sal alimenticia cada vez mayor en los países en desarrollo y la principal fuente en los países desarrollados”.
Educar sobre las etiquetas nutricionales, así como negociaciones con la industria alimentaria para que voluntariamente reduzca el contenido de sal de sus productos, son algunas de las acciones propuestas a la comunidad internacional en esta jornada.
En medio del aumento de las enfermedades crónicas no transmisibles, el camino más efectivo para prevenir la hipertensión y las enfermedades cerebrovasculares, es reducir el consumo de sal a nivel de la población.
Cuba forma parte de los países que implementan estrategias para reducir el consumo de sal, junto a otras naciones como Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, México, Suriname y Uruguay.
Hoy en nuestro país, el consumo individual de sal dietética de la población supera la ingesta recomendada (inferior a 5g/día/persona) y en la mayoría de los casos la mayor cantidad proviene de carnes procesadas y cereales.
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