La Ruta de 2 000 años a la que China apuesta su futuro

BEIJING.—China se proyecta como la gran esperanza del comercio internacional, al compartir sus oportunidades de desarrollo y aspirar al progreso compartido en un entorno marcado por tendencias proteccionistas.

La iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, impulsada por el gigante asiático desde hace varios años, resulta una herencia de la civilización humana, afirmó este domingo el presidente chino, Xi Jinping, durante la inauguración del primer Foro de ese proyecto para la colaboración internacional.

Desde el Centro Nacional de Convenciones, en Beijing, el mandatario dijo que este emprendimiento encarna el espíritu de «paz, cooperación, apertura, inclusión, aprendizaje y beneficio mutuo», que caracterizaba a las antiguas vías comerciales, donde la seda y otras mercancías viajaban del lejano oriente a Europa.

Además, el mandatario chino invitó a los presentes al debate para concertar estrategias con el propósito de concretar la ambición de una red de desarrollo compartido que cada vez incluya a más pueblos.

La convulsa capital china se ha vuelto intransitable por estos días dada la presencia en la cita, que concluye este lunes, de 28 jefes de Estado y de Gobierno, así como otras autoridades internacionales, lo que demuestra el apoyo creciente a ese propósito lanzado en  el 2013.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de España, Mariano Rajoy; de Chile, Michelle Bachelet; de Argentina, Mauricio Macri, así como el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se cuentan entre los participantes de la cita.

En sus palabras de apertura, Xi señaló que hace dos milenios la Ruta era un símbolo de unidad entre las diferentes razas y nacionalidades, espíritu que pretenden impregnar a las nuevas generaciones.

En esta era de globalización cultural, económica y social nunca hemos sido testigos de tantos buenos deseos para la humanidad y tantas oportunidades de desarrollo, comentó Xi.

Ante un auditorio con 1 200 representantes de todo el mundo, el dignatario reafirmó que la Ruta y la Franja tienen el objetivo de compensar los estados de desarrollo en los diferentes países.

Anunció además que China aportará 100 000 millones de yuanes adicionales (unos 14 500 millones de dólares) al Fondo de la Ruta de la Seda, un ente diseñado para financiar las inversiones a lo largo del cinturón económico, dotado ya de 40 000 millones de dólares.

El gigante asiático también ofrecerá ayuda por valor de 60 000 millones de yuanes (8 700 millones de dólares) a los países en vías de desarrollo y organizaciones internacionales que participan en la Iniciativa para que puedan poner en marcha más proyectos para mejorar el bienestar de sus habitantes, indicó.

El gobernante expresó además que este gran proyecto, que incluye a más de 100 países e instituciones, ponderará la conectividad comercial y se basará en la promoción del respeto mutuo, la búsqueda de la prosperidad para todos los implicados y la construcción de una comunidad abierta de desarrollo compartido.

Xi instó a crear una ruta digital donde la innovación sea el mejor aliado de los planes de crecimiento, así como a intensificar la cooperación en sectores claves para los estados.

Si bien la Franja y la Ruta se enfocan en Asia, Europa y África, el presidente de la segunda potencia económica mundial aseveró que también está abierta a todo el mundo, e invitó a unirse a los países de América Latina y el Caribe.

En su larga intervención, Xi manifestó que China no pretende formar un pequeño grupo que vaya en detrimento de la estabilidad, sino todo lo contrario.

Durante la apertura de esta cita de alto nivel, que sesionará hasta hoy lunes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin abogó por la creación de una gran alianza euroasiática que «cambiaría el panorama político y económico de la región, proporcionando una mejor calidad de vida para sus habitantes».

Putin refirió que el estancamiento del crecimiento económico global se superará rechazando la retórica bélica.

«En el siglo XXI, el mundo se enfrenta a problemas y retos muy graves. Los antiguos modelos de desarrollo económico han caducado, varios países atraviesan por una crisis debido a las concepciones del siglo XX. En la actualidad esas políticas no son capaces de asegurar un crecimiento sostenible y en ocasiones frenan el desarrollo», sostuvo el mandatario ruso.

Turquía, que tiene la particularidad de estar ubicada en la intersección entre Asia y Europa, aprovechará esta posición para incrementar los contactos y la colaboración, reconoció por su parte el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Erdogan manifestó que, gracias a la ruta, ya su país archiva importantes éxitos en áreas primordiales para el desarrollo como la construcción e infraestructura. Agregó en ese sentido que la implementación del proyecto constituye una respuesta al avance del terrorismo.

Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, dijo que la Ruta de la Seda alberga muchos de los principios esenciales de la ONU y que apoyará el cumplimiento de la Agenda de Desarrollo para el 2030.
Añadió que se trata de una nueva forma de desarrollo para la humanidad por su enfoque multilateral y multidimensional.