Considerado como un grave problema de salud mundial, el cáncer pone ante la sociedad y los servicios de salud enormes desafíos, «no solo por constituir una de las principales causas de muerte en quienes lo padecen, sino también por las limitaciones físicas y sicológicas que provoca».
Justamente, «la creciente incidencia de este padecimiento en la población mundial, la peculiar problemática emocional que acarrea el diagnóstico y los tratamientos que se deben seguir con los pacientes han permitido que la sicooncología surja y se desarrolle como una especialidad relativamente nueva, para resguardar las necesidades sicológicas asociadas a este proceso mórbido».
Así lo afirman los autores del artículo La sicología y la oncología: en una unidad imprescindible, publicado en el número de agosto de la Revista Finlay, y disponible en el portal de la Red de Salud de Cuba, Infomed, y que nos pone a reflexionar sobre un tema que muchas veces no es igualmente reconocido, como es el caso de posibles tratamientos.
Y es que si importante resulta el diagnóstico y tratamiento oportuno en el curso de esta enfermedad, también lo es la manera de comunicar el diagnóstico por ejemplo, «que causa siempre una desagradable impresión tanto en el paciente como en sus familiares, trayendo consigo alteraciones emocionales, que provocan el cuestionamiento de su comportamiento y otros aspectos de su vida», advierten en el texto los especialistas.
De acuerdo con la publicación, y si bien cada día se logra que los pacientes con cáncer vivan más tiempo y con mayor calidad de vida «el padecimiento de esta enfermedad es una de las experiencias más difíciles que una persona pudiera llegar a experimentar, por la relación directa con la muerte. Existen aún varios tipos de cáncer en los que no se conoce el modo de curarlos o tratarlos satisfactoriamente, por lo que a la incertidumbre vital se une la sensación de impotencia y la urgencia por saber cómo enfrentarlo. El cáncer al ser diagnosticado muda muchos de los aspectos de la vida cotidiana, tanto en el paciente como en su familia y en su entorno más cercano», subraya.
En ese sentido, los autores plantean que en el transcurso de la enfermedad oncológica, el proceso de duelo sicológico es inevitable. «El duelo es el proceso de adaptación ante una serie de pérdidas, no solo referentes a la salud, sino también relacionadas con la pérdida de la estabilidad y seguridad, pérdida del rol que solía tener dentro de la familia, el mundo laboral o social, entre otras», apunta la investigación.
De ahí que agreguen los especialistas, la intervención de la sicología como especialidad que permite esclarecer y aliviar el dolor de pacientes y familiares, se hace imprescindible, surgiendo así la sicooncología, «la cual está considerada una subespecialidad de la Oncología, que se ocupa de las respuestas emocionales de los pacientes, sus familias y el equipo médico. Su propósito final es aliviar síntomas síquicos y tratar de alcanzar la humanización de los tratamientos. Procura también conocer y describir los diversos modos de afrontamiento de la enfermedad oncológica».
En cuanto a las intervenciones básicas que desde la sicooncología son necesarias, el artículo sostiene que el conocimiento por parte de los pacientes y de sus familiares, de la trascendencia, del daño biológico y las esperanzas que representan las intervenciones médicas para su curación, constituyen un primer paso para el trabajo sicoterapéutico que contribuya a una mejor adherencia al tratamiento.
«Los diversos niveles de estrés y de perturbación emocional que experimentan los pacientes con cáncer y sus familiares al recibir el diagnóstico justifican la necesidad de la atención sicológica», añaden los autores.
Al respecto, puntualizan que el objetivo del trabajo sicoterapéutico es entender y aceptar el impacto del diagnóstico, estimular los recursos para el afrontamiento y abordar los efectos del tratamiento médico y quirúrgico para prevenir complicaciones sicopatológicas.
Del mismo modo destaca que las intervenciones sicológicas deben trabajar áreas como la desmitificación-desestigmatización de la enfermedad, preparar a los pacientes y familiares para el diagnóstico y la hospitalización, trabajar en el ajuste emocional después del diagnóstico, así como abordar los problemas asociados a la patología y/o a los tratamientos oncológicos específicos (dolor y otros síntomas).
La sicooncología, que asume al cáncer como una enfermedad multifactorial, tanto en su génesis, como en su tratamiento y evolución, «centra su atención en el paciente, no en la enfermedad que lo aqueja, es decir, entiende al enfermo en su totalidad biosicosocial». Y ello en la llamada era del cáncer es un elemento que no puede pasarse por alto, en beneficio de la salud.
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Cubano de a pie dijo:
1
4 de septiembre de 2017
07:50:33
cubano de a pie Respondió:
5 de septiembre de 2017
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yoanka dijo:
2
4 de septiembre de 2017
15:43:46
Maité dijo:
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5 de septiembre de 2017
10:26:32
melissa dijo:
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5 de septiembre de 2017
14:15:46
melissa dijo:
5
5 de septiembre de 2017
14:28:11
Dr. José Luis Aparicio Suárez dijo:
6
9 de septiembre de 2017
04:17:36
Jose dijo:
7
16 de septiembre de 2017
11:03:13
Lisandra Respondió:
20 de septiembre de 2017
22:55:06
betty dijo:
8
25 de octubre de 2017
15:10:25
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