ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Recibimiento equipo Matanzas Foto: Ventura de Jesús García

Vamos a extrañar mucho a la 59 Serie Nacional, a sus semifinales y a su final; a los Cocodrilos y a los Toros, quienes bordaron en el terreno todo el espectro cultural de un país que respira bolas y strikes, hasta convertir, por la magia de la pelota, a los cubanos en matanceros y camagüeyanos.

La historia, aunque no haya aún título mediante, recoge al béisbol como patrimonio de la nación; eso fue lo que vimos en la ciudad roja, el Victoria de Girón, y en el primer estadio construido por la Revolución, el Cándido González. Allí estaba Cuba, en una emulación pacífica, y viril al propio tiempo, que mostró a los yumurinos con el combativo espíritu de Carlota, aquella esclava negra lucumí, lideresa el 5 de noviembre de 1843 de la rebelión en el ingenio Triunvirato, sin nada más que sus pies descalzos y el vestido raído con que subió al barco que la trajo a Cuba. Y en ese mosaico de cubanía se dejaron ver los agramontinos luchar «con la vergüenza de los cubanos», como respondió Ignacio Agramonte a la pregunta de cómo seguir la guerra sin las necesarias armas.

Solo así esos equipos pudieron retomar la historia de los campeones Henequeneros y Ganaderos que les precedieron. Matanzas es campeón, tras el desconsuelo del último lugar en la pasada temporada, y Camagüey, subcampeón, tras el lejano puesto 14 de 16, en la edición precedente.

¿Cómo, si eran los mismos equipos? Cohesión, disciplina, arrojo por arrobas en cada encuentro, responsabilidad colectiva e individual, son algunas de las respuestas. En Matanzas no hubo un solo protagonista, cuando el más encumbrado fallaba, asumía el rol otro sin mucho abolengo, pero con la misma misión. Pasó igual en Camagüey, que tuvo durante el calendario varios lesionados, pero no decayó, porque quienes cumplieron, no eran sustitutos, tenían el mismo encargo. No fue espontánea esa actitud, tiene nombres: los profesores, llamémosle así, pues tuvieron mucho de pedagogos Armando Ferrer y Miguel Borroto, al frente de Cocodrilos y Toros.

La épica de estos equipos se eternizará en la memoria de sus terruños, como el epíteto de la Atenas de Cuba, la poesía de José Jacinto Milanés o el poema Espejo de Paciencia que Silvestre de Balboa Troya y Quesada hizo nacer en tierras de los tinajones, o el gentilicio de agramontinos.

Exigente hasta rozar los límites humanos es el deporte, pero sabe recompensar el esfuerzo supremo de largos años de ardua preparación. Noelvis Entenza fue héroe y le llegó la corona que no pudo ceñirse cuando era un estelar con Cienfuegos y caía ante otro de los grandes, Freddy Asiel Álvarez, en aquellos duelos de unos imponentes Elefantes contra los Leopardos villaclareños; entonces tuvo también de compañero a Erisbel Arruebarruena, que fue a las Grandes Ligas y regresó, porque Cuba le abrió las puertas y hoy rebosa de felicidad con su cetro, premiado con jonrón en el partido bueno. Y como la historia está plagada de analogías, Leslie Anderson, del lado de los Toros, retornó del mismo escenario, y se fajó duro en la caja de bateo para recibir el aplauso de su pueblo.

Medalla de oro a las dos aficiones, a la matancera que no dejó de apoyar a los suyos, aun cuando el fantasma de que no ganaban en finales volvió a asomarse en el quinto duelo; y a la camagüeyana, que con el partido por 0-8 no dejó de exclamar el «sí se puede» de Raúl, que también ha tejido las grandes hazañas del movimiento deportivo cubano.

Cómo olvidar a los capitanes Yasiel Santoya y Alexander Ayala, líderes de tropas que integraron a avileños, santiagueros, o a granmenses y cienfuegueros, en la batalla, como si fueran uno. La final es un impulso motivacional para el reto preolímpico de marzo, en Arizona. ¿Quién dijo que no bateamos rectas de más de 90 millas? Los matanceros lo hicieron, nada menos que para hacerse campeones. El «sí se puede» ha de presidir también la camiseta de Cuba, como mismo pudimos ante la sucia jugarreta imperial de sacar a la Mayor de las Antillas de la Serie del Caribe, hacer una final que será recordada por muchos años.

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ale dijo:

1

20 de enero de 2020

16:16:34


Mis Felicitaciones para Matanza.

ale dijo:

2

20 de enero de 2020

16:19:26


Por el gran esfuerso saludos a los toros.

Joel dijo:

3

21 de enero de 2020

02:13:16


Soy matancero y por supuesto estoy muy feliz con el triunfo de mis Cocodrilos, tambien felicito al equipo camagueyano por la actuacion en esta 59 Serie Nacional, dos equipos que estuvieron siempte acompañados de sus fieles aficionados de sus terruños y por los de otras provincias que se fueron sumando por simpatia o por que se vieron reflejados en los refuerzos escogidos por estos dos conjuntos, la pelota sigue siendo pasion de los cubanos, lo demuestra los estadios llenos, las calles desbordadas en el recibimiento a los peloteros y esto nos llama a pensar aun mas en el beisbol, las autoridades de este deporte en el pais, tambien en las provincias tienen que trabajar mucho mas en el desarrollo de la pelota como llamamos en Cuba aeste deporte, amen del tema economico, que es real, saqbemos cuanto le cuesta al pais poder mantener un evento como este, hay que buscar formas, metodos, iniciativas , todo cuanto se pueda para que las proximas series nacionales sean mejores, por ejemplo que bonito es ver al aficionado llevando al estadio la gorra o la camisa de su equipo, pero tambien sabemos cuan caras resultan estas prendas para el ciudadano medio, en eso hay que pensar, hay que rescatar los juegos en los barrios, en las escuelas, en todos los lugares donde se jugaba pelota cuando yo era pequeño y los domingos me levantaba bien temprano para ir a jugar, celebro que en la actualidad los niños se quieran parecer a Messi o a Cristiano, grandes deportistas de talla universal, ojala podamos desarrollar el football y tener un buen equipo y ganar titulos regionales, pero tambien seria bueno que se quieran parecer a Blanco, Despaigne, Gracial, Borroto o al que mas le simpatice, eso es una deuda que hoy tiene el beisbol en nuestro pais, elevemos nuestra pelota demosle el lugar que se merece, ya esta en nuestro corazones, ahora dirigentes del beisbol les toca a ustedes hacer su trabajo

Ana Margarita dijo:

4

22 de enero de 2020

11:53:44


Es verdad que vamos a extrañar esta seria de Beisbol que culmino,,porque hacia muchos años que en Cuba,,no se jugaba una pelota como se jugo en esta serie..eso si es jugar pelota,,ojala y se mantenga ese mismo espiruto deportivo para las proximas series venideras,mis Felicidades para los dos equipos ,,se lo ganaron,,

Guillermo dijo:

5

22 de enero de 2020

19:55:14


La pelota no solo hizo a Cuba matancera y camagüeyana, también fue Tunera