Pinar del Río es Cuba

Estamos en tiempo de Serie del Caribe y mientras la representación cubana, en la casaca del campeón Pinar del Río, se dará a la luz hoy, sus otros cuatro contrarios aún no se co­nocen, pues los pabellones de Ve­ne­zuela, Mé­xi­co, República Domi­ni­ca­na y el anfitrión Puer­to Rico, pu­blicarán sus nóminas cuando en la semana entrante emerjan de sus torneos inver­nales los monarcas de esas ligas.

Sin saber cuáles serán esos roster, en una afición como la nuestra, lle­na de pasión, el te­ma se ha centrado en quiénes serían los que irían a la justa boricua, acentuando la polémica en: ¿Por qué tiene el líder pinareño que re­forzarse? ¿Por qué no acu­de con el equipo que alcanzó el banderín de la pasada Serie Na­cional? Incluso, hay criterios de que los futuros rivales no hacen uso de esa fórmula a no ser por necesidades de completamiento de sus plantillas.

Parto de la posición de que es acer­tado fortalecer a la selección de Vuel­tabajo y se fundamenta en va­rias aristas. La primera es que por dis­tintas causas y condiciones, los oponentes sí se refuerzan. Los conjuntos a enfrentar en la porfía caribeña en San Juan de Puerto Rico, desarrollan un sistema competitivo ba­sado en certámenes de clubes, que admiten jugadores cualquiera sea su procedencia. Es decir, puede ser de la localidad, estado o provincia o no, pero también del extranjero. Al terminar los campeonatos de esas na­ciones, algunos de los peloteros del elenco campeón se incorporan a sus ligas (entiéndase MLB, Japón u otras) y las franquicias ganadoras tie­nen que recurrir, por necesidad, a reforzarse nuevamente con lo mejor que esté disponible.

De tal manera, en la pasada confrontación de Isla Margarita, Vene­zue­la, vimos a los Naranjeros de Her­­mosillo alinear ante el país sede con cuatro estadounidenses y dos cu­ba­nos en calidad de jugadores de po­sición, mientras norteños también fue­ron dos de sus lanzadores que actúan en la Liga Mexicana del Pa­cí­fico.

Cuba contempla en su régimen de participación los refuerzos en es­tas tres últimas temporadas, todos de su nacionalidad, y se potencia de cara a la confrontación caribeña de campeones con peloteros de su propia liga, al igual que el resto de sus adversarios.

En segundo orden, cuando los ga­nadores de los eventos beisboleros de esas naciones asisten a la Se­rie del Caribe, lo hacen también re­presentando a la liga de esos países, al béisbol que se juega en ellas y es sensato y juicioso o lo más normal del mundo, ir con las mejores galas, al menos las que se tienen a mano. En otras palabras, Pinar del Río es Cuba.

Otro tema es que a la pelota cubana le hace falta un cambio en su sistema competitivo, lo hemos dicho muchas veces, de cara a enfrentar certámenes como el que se avecina. Una justa invernal en nuestro país tras la Serie Na­cional, con solo seis escuadras y que no se ciña al principio de territorialidad, de seguro de­mandaría menos refuerzos, pues esos colectivos estarían de hecho fortalecidos. A propósito de la recurrencia del tema, en el regreso de los encuentros entre la presidencia del Inder y el Círculo de Cronistas De­portivos de la UPEC, se ratificó que ese organismo y su Di­rección de Béis­bol, trabajan para que ese cambio ocurra en la temporada 2016-2017.

Y como estamos en el prólogo de la Serie del Caribe, veamos a los po­sibles oponentes de Pinar del Río. El boricua saldrá del match final entre Indios de Mayagüez y Cangrejeros de Santurce. Los de la llamada tribu terminaron segundos en Isla Margarita el pasado año y están apun­tando a su decimonovena co­rona en su liga, en la que han estado en la final en las últimas seis temporadas, con cuatro triunfos. De hecho, ya vencieron en el primero de siete partidos.

Tomateros de Culiacán y Cha­rros de Jalisco definirán la estafeta mexicana; Estrellas Orien­tales y Gi­gantes del Cibao, dirimen el boleto dominicano en una serie que ya está igualada a dos, pero es de nue­ve a ganar cinco. Y Na­vegantes de Magallanes y Caribes de An­zoá­te­gui discuten el cetro venezolano. De los aspirantes, solo Indios y Na­vegantes estuvieron hace un año en la Serie del Ca­ribe.