ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En la elaboración de la nueva Constitución más de 8 945 500 cubanos participaron en los 133 681 encuentros que tuvieron lugar, barrio a barrio, entidad a entidad Foto: José Manuel Correa

«Acabo de prometer lo ideal para el cierre de la campaña», presumió para sí el candidato. Su inaudita promesa había dejado boquiabierta a la multitud que él, desde la tribuna, miraba con altivez: «¡Vaya elocuencia la mía frente a esta masa de tontos! Están hechizados».

Le había «arrancado el pellejo» a sus rivales de otros partidos, y ahora conminaba al público «a votar por un presidente honesto», al que le dolieran los males del pueblo. «Por eso yo estoy aquí», remató, «porque es inconcebible que no exista un puente en este lugar; pero mi gobierno lo construirá». 

–¿Puente para qué, señor? –interrumpió alguien–, aquí no tenemos río.

El impostor fingió calma, recabó la del público y empezó a rectificar su metedura de pata. «Permítame completar la idea, amigo». Entonces sacó otra píldora doradita: dijo que nunca la naturaleza le había parecido más injusta que cuando le negó un río a la gente de Pueblo Mocho, que eso lo perturbaba desde muy joven, y que el sueño de reparar tamaña injustica no lo dejaba dormir. «Por eso presenté mi candidatura. Entre los candidatos de otros partidos no he visto voluntad, sensibilidad ni capacidad para resolver este asunto».

 

EL JUEGO Y LA REGLA

Más allá del ingenio que, también para fabular, distingue a los habitantes de este archipiélago, el cuento cubano que anima la reseña anterior tiene raíces en la oscura realidad de la seudorrepública. Recreado en el imaginario popular, y nacido de su experiencia, alguien se encargó de aliñarlo con buen humor y lo puso en la memoria del país, para que siempre aleccione.

Distinta no era la demagogia politiquera de entonces. Adinerados oportunistas, expertos en sacar lascas de las carencias del pueblo, y agradar a los ojos de «Gringolandia» –requisito indispensable para llegar a la élite–, ascendían a través de la fórmula del soborno y las mentiras, y con las manos libres para el escarnio, el saqueo de las arcas públicas, y cuantas jugarretas se les ocurriera desde el poder.  

«Los políticos se gastan en sus campañas millones sobornando conciencias (…), eso explica que al país lo haya gobernado hasta ahora el bajo mundo de la politiquería, el hampa de nuestra vida pública», desenmascaró Fidel ante el tribunal que lo juzgó por el asalto al Moncada, ocasión en la que se declaró «dispuesto a rasgar con mano firme el velo infame que cubre tanta desvergüenza».

Tal era la «democracia» cubana de aquellos tiempos, caricaturizada con la abundancia de partidos políticos. Mientras más organizaciones de ese tipo existieran, más alta puntuación le otorgaba al país el juez de la democracia Made in usa, y de paso, acentuaba la división y la dependencia neocolonial.

Tal putrefacto modelo, que mantuvo dividida a la sociedad cubana, y levantó barreras frente a cuanto proyecto emancipador asomara en el horizonte, es el que ciertos nostálgicos –asalariados de adentro y empleadores de afuera– sueñan con restaurar aquí, otra herencia del «juez…», caracterizada tempranamente por nuestro José Martí.

«Es recia y nauseabunda una campaña presidencial en los ee. uu. –censuraba el Apóstol–. Buscan al que, por su maña o fortuna, o condiciones especiales pueda asegurar más votos al partido. (…) una vez nombrados en las Convenciones los

Candidatos, (…) se vuelcan cubas de lodo sobre las cabezas».

«Se miente y se exagera a sabiendas –describe–. Se dan tajos en el vientre y por la espalda. Todo golpe es bueno, con tal que aturda al enemigo».

¿Pura casualidad que se asemeje al más reciente torneo electoral?

 

OTRA DEMOCRACIA: LA HERENCIA

Esas vivencias de José Martí lo incitaron a defender, en las bases mismas del Partido Revolucionario Cubano (prc), «una sincera democracia», adjetivo que reivindica ese término y le devuelve su sentido real.

Al lado de la unidad, un principio democrático verdadero formaría parte del «adn» del nuevo ente político a punto de nacer, distanciado de la tradicional partidocracia engañosa.

Martí nada impuso y todo lo consensuó. Quien oficiaría como delegado del prc, y quienes se desempeñarían como presidentes y miembros de las juntas directivas de los clubes en cada caso, resultaron de una decisión colectiva. Para nombrar a Máximo Gómez al frente del Ejército Libertador, consultó, previamente, a veteranos de la guerra del 68. 

La condición de partido único no limitó el ejercicio de una auténtica democracia; por el contrario, la hizo participativa, fuerte, fecunda; le inoculó ética y transparencia, y estimuló, en la organización política, una pluralidad que trasciende.

Esos «cromosomas» y otros, antes de recalar en la juventud del Centenario, lo habían hecho en hombres como Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena, el poeta revolucionario que «procuró limpiar la costra tenaz del coloniaje, (…) para cumplir el sueño de mármol de Martí».

Idéntica vocación, herencia del prc, se advierte, como legado del padre a un hijo, en el Partido Comunista de Cuba (pcc), y en el pueblo del que es vanguardia y fuerza dirigente superior, tal como lo reconoció la amplia mayoría popular que refrendó nuestra Carta Magna.

La organización no postula; su fuerza está dada en los méritos de quienes la integran –de hecho, ninguno millonario–; emana de la honradez y el ejemplo, antídotos contra los que pretenden levantar muros entre el pueblo y sus dirigentes.

No encontró terreno fértil, aquí, el veneno divisionista del enemigo, ni siquiera en los años convulsos del principio de la Revolución, cuando eran todavía escasas la escolaridad y la cultura política de los cubanos, quienes, en cambio, ya mostraban una aguda intuición.

«Los pueblos –advirtió Fidel en el juicio del Moncada– poseen una lógica sencilla pero implacable, reñida con todo lo absurdo y contradictorio, y si alguno además, aborrece con toda su alma el privilegio y la desigualdad, ese es el pueblo cubano». 

«¿Cómo se combatió el anticomunismo rabioso sembrado en alguna gente?», razonó nuestro líder histórico, en diálogo con el intelectual Ignacio Ramonet: (…) fue la prédica, fue el ejemplo lo que creó esa conciencia».

 

DE RABIA Y DE ORGULLO

Algunos, al mirar a Cuba, hierven de rabia. Les duele ver a este pueblo victorioso abrazado al Partido que lo condujo en Girón, en la Crisis de octubre, en la lucha contra bandidos, en el periodo especial y en otros momentos cruciales, cuando el país ha debido tomar decisiones trascendentes.

Nada se ha decidido, en ninguna de esas coyunturas, sin consultar al pueblo. Están para atestiguarlo las memorias de los años 1993 y 1994. Cuba era entonces un parlamento obrero. Más recientemente, habla de democracia el debate popular para una Constitución, a la postre aprobada, el 24 de febrero de 2019. Más de 8 945 500 cubanos participaron en los 133 681 encuentros que tuvieron lugar, barrio a barrio, entidad a entidad.

Fue un proceso de ancha pluralidad, que abrió espacio a cerca de 707 000 intervenciones, y a más de 783 000 propuestas, responsables de la modificación de casi el 60 % de los capítulos de la nueva Carta Magna.

El Partido no limitó el debate; al contrario, lo estimuló. Quienes odian esa verdad no saben cómo negarla.

Tampoco hallan el modo de ocultar la cercanía de este pueblo con la vanguardia política que brota de él, una alianza a prueba de desafíos, de peligros, de coyunturas difíciles, forjada con el personal ejemplo de Raúl y de otros incansables, a los que ya se suma una nueva hornada.

Maestro entre ellos, Fidel. En ese nexo tan especial con su pueblo, en grandes plazas y en rincones insospechados de este archipiélago se le vio como el Che lo describe: «en un diálogo de intensidad creciente hasta alcanzar el clímax en un final abrupto, coronado por nuestro grito de lucha y victoria».

Nunca a esos hombres se les ocurrió pregonar que iban a construir puentes, pues en su naturaleza no está prometer; pero edificaron el camino de la emancipación por donde Cuba transita. Jamás prometieron ríos, pero le abrieron cauce a una patria nueva. Son ellos, a fuerza de ejemplo, forjadores de la unidad, esa impenetrable coraza de la nación.    

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Milagrito dijo:

1

7 de abril de 2021

23:03:58


¿En Cuba hay democracia? Pues si la hay y esta presente en todos los lugares, todas las desiciones, todos los procesos que se llevan a cabo en el país. ¿Esta limitada esa democracia? Pues claro, sería ingenuo negarlo, que halla debate y polémica y se escuchen opiniones y se tengan en cuenta no quita el hecho de que todo eso se produce dentro de los limites que ponen el sistema politico del con su partido único incluido.

Jose dijo:

2

8 de abril de 2021

06:11:09


Cuba es ejemplo a seguir en todos los aspectos en un Partido Único hay disciplina y unión solamente hay que ver a los EE.UU cada Estado tiene su propia leyes y muchos Estados no se rigen a lo que está indicado por el gobierno de EE.UU en tiempo de pandemia mucho Estados NO! Respeta las orientaciones por el gobierno y así es en todos los países capitalistas muchos Partidos y al final nunca se ponen de acuerdo y mi pregunta ? Es para que tantos partidos ????

Wilber Respondió:


12 de abril de 2021

20:11:25

Déjeme corregirle. En Estados Unidos Existe el gobierno estatal y el federal. Este último es el pone las leyes para el otro. Hay cosas que solo se manejan a nivel estatal pero las leyes federales se siguen en todos los estados. En Cuba también hay gobiernos provinciales.

Ruperto Cruz Enrique dijo:

3

8 de abril de 2021

06:19:42


Con mis 76 años cumplidos,este mensaje al corazón de cada cubano,independiente del lugar donde se encuentra, me ha estremecido. Considero que en el se encuentra la base para educación patriótica de nuestra juventud. Para que se sientan orgullosos de su pasado,se fortalezcan para luchar en el presente y puedan vivir seguros de un futuro mejor. Gracias por toda la luz derramada sobre la inmensa mentira del Imperio.

Carlos Tasset Zorzano dijo:

4

8 de abril de 2021

06:25:53


Considerar que la existencia de un partido único en Cuba ha limitado la democracia sólo puede ser considerado por quienes tomando en consideración otros patrones partidistas en otros países quieren aplicar dicha receta en nuestro sistema político, realmente desconocer la historia de lo vivido durante la pseudo República y que tan malos recuerdos nos dejó nos reafirma que sólo con un partido fortalecido que tenga en el vínculo con su pueblo su máximo accionar logrará su objeto social, claro siendo siempre el ejemplo ante la sociedad, que sus militantes surgidos de lo más humilde de sus hijos no pierdan nunca su ejemplaridad ante la sociedad.

yuriel zaldivar torres dijo:

5

8 de abril de 2021

08:53:59


Algunos imitan voces que no corresponden a la verdad, quien con su logica pudiera culpar al proceso revolucionario logrado con creces y con todas las evidencias dadas por 62 años de alguna situación coyuntural y fortuita provocada por la biologia ? esperemos que cada día nos unamos más y demos mejor demostración de que el ser humano va en un constatante crecimiento moral y físico , hacia el futuro. No culpemos , ni hagamos culpables sin antes revisarnos , que hacemos?

Artemiseño dijo:

6

8 de abril de 2021

09:14:22


El partido es la garantía de una democracia con ética y unidad. El multipartidismo destruye esos dos pilares

Ricardo dijo:

7

8 de abril de 2021

09:52:37


Seguro que un partido único es lo mejor. Siempre oyendo las bases y cerca del pueblo. Democracia hay, depende quien la juzgue.

Reynaldo dijo:

8

8 de abril de 2021

10:50:25


No olvidemos que nuestro sistema socialista se rige por las layes de la dialectica materialista: Las Leyes de la Dilectica Materialista: La percepción marxista del universo parte de la teoría de la concatenación universal del mundo a través de las concatenaciones particulares y generales; también afirma que el reflejo de estas concatenaciónes en la conciencia constituye las leyes y las categorías de la dialéctica marxista. Las tres leyes de la Dialéctica Materialista son: la ley de la unidad y lucha de contrarios; la ley del cambio de cantidad termina en un cambio de la calidad y la ley de la negación de la negación La Ley de la Unidad y Lucha de Contrarios Para Lenín, esta ley constituye el núcleo de la dialéctica. Esta Ley establece que todo lo objetivo se expresa en entidades contrapuestas que luchan permanentemente entre sí, pero que al hacerlo, constituyen la unidad de los contrarios. La lucha de contrarios es la esencia del desarrollo de lo objetivo. En el mundo existen una infinidad de contradicciones, pero la Dialéctica Materialistas estudia las de tipo más general, tales como las contradicciones externas e internas. Las primeras se expresan en las relaciones del objeto con el entorno y lo que hay en él; las contradicciones internas constituyen las tendencias contrapuestas en el objeto dado. Estas últimas seran las fuentes del desarrollo, dado que determinan la esencia del objeto mismo; si no fuera por sus contradicciones internas el objeto dejaría de ser lo que es. Tal lo que sucede, con el átomo y las tendencias contrarias de sus partículas con energía negativa y positiva. Las contradicciones externas pueden ayudar o frenar el desarrollo, pero no son determinantes de ese proceso. Por otro lado, las contradicciones antagónicas existen entre las clases que tienen intereses inconciliables y que no pueden ser resueltas dentro del régimen social existente, sino por la revolución social. Los intereses entre la burguesía y el proletariado pertenecerían a esta clase de contradicciones. Por el otro lado, las contradicciones no antagónicas son las que existen entre grupos sociales cuyos intereses principales coinciden entre sí, las que pueden superarse dentro del stato quo, tales como las de los obreros y campesinos, las que no impiden una alianza entre ellos. El concepto de contradicción fundamental sería la que existe entre el sistema capitalista y el socialista, la que influye en todas las otras contradicciones. La Ley de los cambios cuantitativos a cualitativos. La calidad es lo que hace que distingue a un objeto de los demás mientras que la cualidad identifica a cada una de las características de un objeto, de tal manera que el conjunto de las cualidades determina la calidad del objeto o fenómeno. El tamaño, el peso, la forma…. De una silla determinada es el conjunto de cualidades que conforman la calidad de la silla en cuestión y la diferencia de las demás. Por su parte, la cantidad es la característica que hace que las cosas y sus cualidades sean ponderables y puedan expresarse en números, tal como se mide el peso, el tamaño o la intensidad del calor o del frío. La cantidad y la calidad no pueden separarse una de la otra ni ambas del objeto, sino por abstracción mental; sin embargo, un cambio constante de la cantidad y que traspase ciertos límites ocasiona un cambio de la calidad de tal manera que el objeto deja de ser lo que fue para ser otra cosa, así los cambios cuantitativos se tornan cambios cualitativos, por lo que la ley sería universal al desarrollo del mundo objetivo. También hay que tomar en cuenta que los cambios cuantitativos siendo lentos y evolutivos, dan lugar a los cambios abruptos de la calidad, cambios en forma de saltos dialécticos. La Ley de la Negación de la Negación. La dialéctica materialista define el concepto de negación como la sustitución de lo viejo por lo nuevo; de este modo, lo viejo es negado, se anula, para dar paso a lo nuevo, que sería la tendencia general del desarrollo, pues se basa en la existencia de las contradicciones internas del objeto o del fenómeno y la negación obedece a la acción de las leyes vigentes de transformación y no por efectos del azar. En la interpretación de esta ley hay diferencias fundamentales. La mayoría dice que la historia de la realidad constituye una cadena de negaciones de viejos regímenes por nuevos; así, la sociedad primitiva habría sino negada por la esclavista, ésta por la feudal, la que, a su vez, habría sido negada por la capitalista, la que será negada por la socialista. Esta es una interpretación muy mecanicista de la ley y se parece mucho al concepto mecánico de tesis, antítesis y síntesis, el que conformaría una cadena interminable para un solo proceso. Esta ley, aplicada a la evolución de la sociedad en la historia basada, primero, en la existencia de la comunidad primitiva, en la que no había la propiedad privada sobre los medios de producción; la que sería negada por la aparición de los sistemas con propiedad privada, tales como el esclavismo, el capitalismo y el socialismo; en este caso, los tres sistemas conforman una sola fase del desarrollo, la que se caracteriza por la presencia de la propiedad sobre los medios de producción; finalmente, con el advenimiento del comunismo, la segunda fase del desarrollo sería negada también para dar paso al sistema que vuelve a la primera fase de la sociedad en la que no existía la propiedad privada, pero en un nivel de condiciones de vida muy superiores. Así, el comunismo constituiría la negación de la negación de un proceso completo en la evolución de la sociedad. Para que exista democracia deben respetarse la diversidad de pensamientos y discutirse los problemas con la participacion de todos en un dialogo abierto. Cuando esto se cumpla aqui en esta Isla de todos y para el bien de todos entonces les daremos la bienvenida al progreso que tanto anhelamos todos.Gracias

Arelys dijo:

9

8 de abril de 2021

11:40:13


La existencia de democracia real en una nación no depende de cuantos partidos estén registrados oficialmente. Depende de en que medida la opinión de las personas es decisiva junto al análisis científico del asunto que se trate, a la hora de decidir algo , trátese de una comunidad, una provincia o la nación. Más democracia significa más democracia participativa y menos democracia representaiva, menos delegación de podereres en decisores, para en cambio, que las propias personas afectadas por el problema sean consultadas para decidir y que en el análisis se incluyan los resultados del análisis del problema por métodos científicos, para evitar decisiones sesgadas por prejuicios, incapacidad, aventurerismo o estados emocionales. LA existencia del Partido único en el Socialismo no responde a necesidades de una democracia, sino a la necesidad de contar con una vanguardia ideológica que garantice los principios ideológicos en las políticas adoptadas y que sirva de guía y arrastre tras sí al resto de la sociedad hacia un nuevo estadio. Es la sociedad transformándose a sí misma de manera consciente, científica y con TODOS (los que aportan, desde luego), para el bien de TODOS (los que aportan...) Y aquí sí se unen Martí, Lenin y Marx !!!!!!!!

Fernando Giraldo Fuenmayor. dijo:

10

8 de abril de 2021

12:36:22


Buenos días hermanos cubanos: Las burguesías en los diferentes paises capitalistas plantean que en sus países sí hay democracia porque hay infinidad de partidos políticos. Si analizamos esa situación esa mescolanza viene a ser un único partido, en cualquier momento cuando tienen que defender sus intereses se unen para acallar al pueblo explotado. Bienvenido parido Comunista de Cuba, eres único porque únicos son los intereses de los y las trabajadoras cubanas. Muchas gracias.