ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

La luz del amanecer entra suave por las ventanas del cuarto g-3450, del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK). A las 7:00 a.m. el sol deja al descubierto las palmas del patio. Los gorriones salen de sus nidos y añaden un sonido de fondo al cuadro casi perfecto del pequeño cuarto en el que estoy aislada, al que llegué el 26 de marzo tras fiebres y falta de aire insoportables.

Dormí. Por primera vez en días, dormí. Pero la calma de esta habitación en la que estoy por ser sospechosa de portar la COVID-19, es ilusoria. Del otro lado de la puerta hombres y mujeres pasaron esta, y muchas otras noches, en vela.

Los siento ir y venir por los pasillos. De vez en cuando se asoman enfundados de pies a cabeza en sus batas verdes, con guantes, tapabocas y unos anteojos grandes y transparentes. Las palabras cloro, agua, limpieza, se repiten una y otra vez.

No puedo ver a otros enfermos, pero estoy segura de que hacen con los demás lo que he visto en las horas que llevo acá: chequean la temperatura, entregan las medicinas, levantan el ánimo. Se alegran tanto como el hospitalizado cuando pueden transmitir la mejor de las noticias: «No tienes la COVID-19, te vas a casa».

Ellos se exponen más que nadie, y más que ninguna otra persona, tienen conciencia de a qué se enfrentan.

Y sin embargo están aquí.

Foto: Alejandra García

Ahora entiendo por qué en el aeropuerto italiano, al ver desfilar a la brigada médica de Cuba, todos los pasajeros se levantaron a aplaudir a nuestros colaboradores de la salud y los llamaron «héroes».

Los sanos, los «sospechosos» como yo, los enfermos de este país y los de este mundo, los tenemos a ellos, a ese personal de la salud «extraordinario, humano y solidario».

Ya de camino a casa, porque mis exámenes dieron negativos al virus, escribo mentalmente estas líneas, abrazo de despedida. Di las gracias, pero el gesto me parece nada ante la capacidad que ellos tienen de cuidar al desvalido.

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Mirtha Martinez Sosa dijo:

41

31 de marzo de 2020

17:01:56


Nuestros medicos son talentosos, son Impecables, son los mejores y son los medicos de los humildes y para los humildes. Cuidemolos.

Aymara dijo:

42

2 de abril de 2020

09:42:25


Como a nosotros Ale, nos parece poco el aplauso que le envio al personal de la salud cubana, especialmente a los sanitarios... podemos hablar mil basuras pero Cuba es Cuba, estoy orgullosa de ser cubana.

Adriana dijo:

43

2 de abril de 2020

10:49:48


La realidad es que todavía hay personas en el mundo que no saben el valor que tienen nuestros médicos y nuestro pueblo. Cuba es solidaria y el día que no lo sea no se llamará CUBA. Me alegro que estés bien Alejandra.

jorge luis dijo:

44

2 de abril de 2020

21:33:59


Hoy nuevamente nuestros medicos con su dedicacion , humanidad ,altruismo,profesionalismo,logran esta heroica batalla contra esta pandemia que azota al mundo y ellos son nuestros heroes porque ponen en alto el nivel profesional de la salud cubana ha pesar de los desafios que imponen fuerzas externa a nuestro pais hoy birndemoles apoyo a todo el personal cubano que libra esta batalla con honor ante un enemigo que invade a la humanidad hoy nuestro medicos y especialista cubanos de la salud con sus esfuerzo y sacrificio salvan vidas en los diferentes paises del mundo para demostrar que con cuba hay que contar y que nos se rinde ante campañas en contra de nuestra revolucion

Lázaro Tabera Méndez dijo:

45

3 de abril de 2020

15:35:49


Ese es el ejército de batas blancas que dijera Fidel, un ejército de batas blancas que proteje la vida y devuelve la vida a miles y miles de seres humanos en todo el mundo en los mas oscuro rincones del planeta. Un ejercito dispuesto a arriesgar su vida por salvar la de otros, sin distinción de raza, color, sexo o religión y sin importar cuan lejos esté esa persona que precisa de una mano amiga, que bueno es que cuando ties problemas haya quien se preocupe y se ocupe de tu problema, que bueno que cuando piensas que nadie te ve y nadie te escucha en medio de tanto dolor y desesperanza, en medio de las tinieblas de este mundo combulso que haya una luz que resplandece para tí, imiginense lo que sintieron las personas del crucero y las del avión cuando nadie le tendía la mano y solo CUBA tuvo ese gesto solidario y humanistan, digno del Partido y del Gobierno que tenemos. Una luz que te muestra el camino y te devuelve la esperanza de siguir viviendo, que bueno es saber que esa luz se llama CUBA; solidaria, humanista, internacionalista, bondadosa, desinteresada, pequeña de tamaño pero grande de corazón como nuestra Revolución. No son las palabras las que cuentan, son los hechos los que reafirman lo que decimos y lo que hacemos; coherencia en lo dicho y en lo hecho. Te convoco cubano donde quiera te te encuentres a apoyar las medidas administrativas, sanitarias, sociales y jurídicas que ha venido tomando el país y las que probablemente haya que seguir tomando, solo así pedremos salir victoriosos todos juntos de esta batalla por la vida. Que orgullo ser cubano, cuando las noticias de que al Crucero con persona afectadas por el Covid-19 le cerraron todos los puertos nuestro Partido y Gobierno con ese gesto humanista y solidario permitieron la entrada a puerto cubano, los sentimientos de los corazones del mundo fueron conmovidos y otra vez cuando el avión también ifectado por el virus Covid-19 se quedó sin combustible nuestro país autorizó su aterrisaje y no solo eso lo reabastecuio con combustible que grande es nuestra revolución, la revolución cuenta contigo como digno hijo de la patria de Martí, de Fidel, de Raúl y de Diaz-Canel, vamos por más.