ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Tenía solo ocho años y me aterraba el dentista. Llegué con un miedo paralizante. Me senté en el sillón. Me dieron un líquido horrible que acepté resignada. Escupí. Abrí la boca. Entonces la barrena comenzó a perforar.
«¡Qué bien se porta ella!», dijo el señor de guantes blancos que manejaba aquel aparato horrendo. «La pobre –siguió hablando tras ajustarse los lentes al surco de una nariz regordeta y grasosa– ahora en su casa ha nacido un “fenómeno”».
En ese momento se me aguaron los ojos. «¿Te duele?», preguntó él y respondí que sí con la cabeza, porque me dolía y mucho. Se trataba de un dolor raro, escalofriante, amargo, que se me hizo un nudo al lado izquierdo del pecho, ahí donde palpita ese órgano al que llaman corazón.
Llegué a la casa cabizbaja. Ni siquiera un beso de mami pudo alegrarme. Me paré en la pequeña cunita y ahí estaba: «el fenómeno»: un niño de ojos achinados, tan lindo y rosado, que daban ganas de comérselo.
Un niño que se convirtió en el centro de la familia. Todo giraba alrededor de él. Fueron tantos días de fisioterapia que hubo fiesta cuando caminó por primera vez.  Un progreso, por pequeño que fuera, se recibía con una alegría extraordinaria.
La crianza fue difícil. Recuerdo aquellas noches en el hospital Cardiocentro. La operación a corazón abierto. Las plegarias para que todo saliera bien. Recuerdo su sonrisa inocente tras pasar la anestesia y la ingenuidad con la que asumió aquella cicatriz en el pecho, una larga línea que como la silueta del río Nilo, atravesaba su piel.
Por algún tiempo soñaba con un milagro. Algo que lo convirtiera en un pequeño «normal», como los otros, que pudiera crecer y colgar un título en la pared. Ahora no. Lo quiero así, perfecto en sus diferencias, especial.
Ya no quiero que sea médico, ni periodista, ni ingeniero. Lo quiero así porque una caricia suya me arregla la vida. Porque cada mañana me da un beso, cálido y sincero. Lo quiero así porque él sí sabe amar. No conoce la palabra orgullo. Comparte todo lo que tiene y me sobrecoge cuando viene con un dulce que le regalaron para darme la mitad.
Lo quiero así porque desde que lo tengo aprendí a valorar lo que realmente importa. Porque para él soy la hermana más linda del mundo y yo lo adoro. Adoro la expresión que pone cuando me delata con mami o me cuenta un chisme. Disfruto cada vez que bailamos juntos. Por su amor aprendí a no discriminar a nadie. A encontrar lo hermoso en lo diferente. Aprendí a perdonar como él lo hace y a saber que la verdadera felicidad está en las pequeñas cosas.
A mis padres los admiro. No se desmoronaron nunca. Cuando mi madre, adolorida por el parto tomó  a su bebé en los brazos supo que algo no estaba bien. Síndrome de Down, le confirmaron. «Trastorno genético de los cromosomas del par 21 que provoca retraso intelectual y del desarrollo», le explicaron los especialistas.
Si lloró nunca la vi. Por eso en el sillón del dentista preferí callar, controlar el enojo. Aquel día, frente a la cuna, comprendí que lo iba a defender siempre. Aquel día, frente a la cuna, tuve una certeza: soy afortunada. Gané mucho desde que aprendí a mirar la vida a través de los ojos de mi Daniel.

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Mabel dijo:

1

23 de octubre de 2018

20:45:27


Bello articulo. Coincido con Leslie , nunca hay que discriminar a un niño por ser diferente. Sabemos lo amoroso que es Daniel y lo que su familia lo quiere

Mariae Rascon dijo:

2

23 de octubre de 2018

22:10:53


Precioso Lleno de amor y bondad Lo veo en tus ojos y en los de Daniel Dios los bendiga

Bolivia Tamara Cruz Martínez dijo:

3

23 de octubre de 2018

22:16:45


Maravillosa crónica Leslie, Daniel es de todos...

Williams calero dijo:

4

23 de octubre de 2018

23:01:52


Es bueno que compartas tu historia personal Leslie. Te vemos como en verdad eres: un gran ser humano y una periodista que no necesita inventar una historia para vender. Excelente.

José Aurelio Paz dijo:

5

24 de octubre de 2018

06:55:37


Conmovedora crónica ¡tan bien escrita! que nos deja sin aliento. ¡Qué suerte la de Daniel que puede mirar también el mundo por los ojos del cariño de su hermana.

Bárbara Muñoz Ramíarez Respondió:


24 de octubre de 2018

18:00:05

Tu historia es muy triste pero tiene una enseñanza bell, yo también quiero a Daniel

ulises dijo:

6

24 de octubre de 2018

07:57:47


Entiendo lo que dices y se que no es nada fácil. Me conmueve tu artículo y te felicito a ti, a tus padres y a Daniel. Tengo un hermano con problemas parecido.

Mariyanis dijo:

7

24 de octubre de 2018

08:34:49


Muy bello y conmovedor comentario, me ha hecho llorar, pero cierto, lo esencial es invencible a los ojos, ellos suelen ser muy especiales, expresan los que muchos, aparentemente normales, no son capaces de expresar.

Claudia Rafaela dijo:

8

24 de octubre de 2018

09:33:51


Preciosa historia. No puedo dejar de escribirlo.

César Aldama dijo:

9

24 de octubre de 2018

09:58:43


Maravilloso amor fraternal. El amor no conoce "diferentes".

Nelmis... dijo:

10

24 de octubre de 2018

10:17:29


Muy inda reflexion. no se como hubiera reaccionado yo con un comentario de esos tan afensivo como el de tu dentista.

ele dijo:

11

24 de octubre de 2018

10:18:14


Leslie: ¿Cuántos DANIEL debieran existir para que ese tan bello sentimiento que expresas en tu artículo se multiplicara en cientos de miles de personas?. No tengo ninguno en mi familia, pero al igual que tú soy de los que admiro a los "diferentes" y se reconocerles su derecho a la existencia plena y felíz. !Gracias por visibilizarlos y quererlos!.

Ana G dijo:

12

24 de octubre de 2018

10:33:54


me gustó mucho su comentario, la felicito por esa historia tan bonita, que nos llega a todos y nos toca el corazón, es una gran enseñanza para todos porque como decía mi madre la belleza está en el alma y el amor es lo fundamental en la vida.

Imandra dijo:

13

24 de octubre de 2018

10:35:56


Hola Leslie, soy santaclareña y mi día comienza escuchando Patria, ahi recomendaron tu artículo, exelente trabajo, todo un canto de amor, cuanto podemos aprender de quien menos imaginamos. Tu hermanito es un tesoro y es muy dichoso de tenerlos a ustedes. Que Dios los bendiga a todos.

Cecilia Correa Crespo dijo:

14

24 de octubre de 2018

11:20:59


Cuanta ternura...comparto sus sentimientos

KMILO dijo:

15

24 de octubre de 2018

11:37:18


Verdaderamente impresionante esta historia, me agradó mucho porque demuestra cual es el amor verdadero ese en el que no nos importa darlo todo, y solamente aprobechar el momento y ser feliz junto a la persona que deseas y lo da todo por estar contigo.

Daima Cardoso Valdés dijo:

16

24 de octubre de 2018

13:09:06


Sin palabras. Realmente hermoso. Bello. Acogedor. Humano. Ojalá y todos los niños con Síndrome de Down tuvieran una hermana como tú. El mundo seguramente fuera más justo.

María Elena dijo:

17

24 de octubre de 2018

13:27:54


Gracias, Leslie, por compartir esta historia que encierra tanto amor.

mary dijo:

18

24 de octubre de 2018

14:20:24


bello este articulo que dichoso ese niño de haber nacido en una familia que lo quiere tal y como es y tener una hermana que viva orgullosa de el salud y suerte para ustedes dicen que dios siempre sabe lo que hace ese niño necesita ese gran amor que ustedes su familia son capaces de darle

Raisa dijo:

19

24 de octubre de 2018

14:48:00


Dos palabras para tu comentario: tierno y hermoso

Aimara dijo:

20

24 de octubre de 2018

14:50:59


!que comentario!!! mi tiempo es limitado por el tanto trabajo que tengo pero cada vez que veo una opinion suya no dudo en consultarla. que sentimiento tan bien descrito, tan apasionado y tan especial; la admiro por la maravillosa manera en que ama a ese ser especial que ya conozco a través de sus letras: Daniel